Intervenida más de una tonelada de mejillón extraído ilegalmente de una piscifactoría clausurada en aguas de Salobreña

EL FARO

  • Los responsables carecían de permiso para la extracción de mejillones de la piscifactoría clausurada que hay en aguas interiores de la localidad de Salobreña
  • Se ha informado a las autoridades sanitarias que los responsables han podido suministrar mejillones sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad 
Guardia Civil e inspección pesquera.

La Guardia Civil y el Servicio de Inspección Pesquera de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía han descubierto que en la piscifactoría clausurada en aguas de Salobreña se estaban extrayendo ilegalmente mejillones sin autorización y sin ningún tipo de control sanitario.

Durante la inspección a dicha piscifactoría los agentes de la Guardia Civil y los inspectores de Pesca intervinieron más de una tonelada de mejillones, que fue devuelta al mar.

Como medida cautelar también se intervino la embarcación que utilizaban los responsables de la empresa denunciada para las labores de recolección de los mejillones.

La Guardia Civil averiguó que la empresa responsable de desmantelar la explotación acuífera clausurada de cría de mejillones que había frente a la costa de Salobreña, había aprovechado la infraestructura para seguir extrayendo de manera ilegal mejillones durante todo el verano en connivencia con los responsables de la antigua explotación, mejillones que luego presuntamente han acabado en el mercado negro sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad.

La Guardia Civil desplegó un dispositivo en el que participaron agentes del Servicio Marítimo Provincial de Motril, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza también de Motril e inspectores de la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, y sorprendieron a los tripulantes del barco de la empresa mencionada extrayendo noventa y ocho sacas de mejillones del mar de la explotación clausurada, aproximadamente una tonelada. Los agentes comprobaron que los mejillones estaban vivos y los devolvieron al mar.

La empresa naviera, el representante de la piscifactoría y los tres trabajadores sorprendidos en el barco extrayendo los mejillones han sido denunciados por una infracción muy grave a la Ley 1/2002, de 4 de abril, de Ordenación, fomento y control de la Pesca Marítima, el Marisqueo y la Acuicultura Marina, por ejercer faenas de pesca profesional sin estar incluido en los censos establecidos reglamentariamente y  por tenencia, retención a bordo, transbordo o desembarco de invertebrados marinos procedentes de zonas de producción cerradas por motivos higiénicos sanitarios.

Por otra parte, se ha informado a las autoridades sanitarias que se sospecha que los denunciados han podido suministrar mejillones sin los correspondientes controles sanitarios y de trazabilidad obligatorios.

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