EL FARO
El portavoz de Andalucía Por Sí en Motril ha censurado que a pesar de contar el Consistorio con un presupuesto aprobado anualmente, «las últimas fiestas del actual Gobierno municipal son superadas por cualquier pueblo de la provincia»
El portavoz de Andalucía Por Sí en el Ayuntamiento de Motril, David Martín, ha criticado el programa de fiestas organizado por el consistorio para la próxima semana y que se ha presentado este viernes.
Martín ha afirmado que «el programa es tan flojo que ni la alcaldesa ha querido presentarlo a los medios de comunicación, delegando la responsabilidad en el edil que dirige el área municipal de Fiestas. Con lo que a Luisa, nuestra alcaldesa le gusta una foto y estar rodeada de sus alfiles, como lo demuestra en visitas a tiendas de nueva apertura donde acude hasta medio equipo de Gobierno».
El concejal de AxSí ha asegurado que el PP cuando estaba en la oposición en el mandato anterior “criticó duramente las fiestas que organizó el PSOE, a pesar de que el primer año el presupuesto de fiestas se lo encontraron agotado y sin ninguna contratación firmada y los tres años siguientes con un presupuesto general prorrogado con una partida tanto para fiestas como para cultura de menos de un euro por habitante, sin embargo, ahora que cuentan con para ellos, los mejores presupuestos de la historia de la ciudad, han organizado una fiesta de barrio”.
Martín ha destacado que “estas no son las fiestas que se corresponden con una ciudad capital de comarca y la segunda en población de la provincia sólo superada por la capital”.
El portavoz de AxSí ha declarado que esto demuestra una vez más «la poca capacidad de gestión de algunos integrantes del equipo de gobierno, como ya se demostró cuando la vecina localidad de Salobreña acogió el Motril en Vivo ante la inacción del Área de Fiestas del Ayuntamiento de Motril para mantener este festival que comenzó el año pasado, según el propio consistorio con gran éxito de público».
Por último, el concejal andalucista ha manifestado que la ausencia de conciertos de primer nivel supone «un rejón de castigo» para caseteros y feriantes, dos colectivos que se han resentido debido a las limitaciones sanitarias marcadas por las autoridades durante la pandemia.
