EL FARO
La Consejería, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, se suma a la celebración este sábado del Día Mundial contra la Trata de Personas
La Consejería de Salud y Consumo, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, se suma a la celebración este sábado del Día Mundial Contra la Trata de Personas, y recuerda la importancia de reforzar la formación de los profesionales para detectar y reconocer señales de sospecha de situaciones de trata durante los actos sanitarios.
La trata de seres humanos (TSH) se define como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, incluido el intercambio o la transferencia de control sobre ellas, mediante la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción como el rapto, el fraude, el engaño, el abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad. Vinculada a las violencias de género, es una de las manifestaciones de la desigualdad estructural más acuciante del siglo XXI.
Las consecuencias de la trata van desde abusos físicos extremos a la violencia en forma de tortura, incluyendo amenazas físicas y verbales a la mujer o a sus familias, en particular, a aquellas que tienen hijos. Las víctimas de trata pueden presentar lesiones o enfermedades severas, debilitantes o permanentes. El abuso, las privaciones, las circunstancias estresantes y de temor son características de la trata de personas que pueden afectar a su salud física y psíquica.
En 2022 se ha actualizado el Protocolo Andaluz de Atención a las Mujeres en situación de Violencia de Género, para abordar cómo se debe intervenir desde los centros sanitarios enseñando al personal qué indicadores pueden orientar hacia la detección, cómo realizar la atención sanitaria y la coordinación con otros ámbitos relacionados con este problema.
A este respecto, que los profesionales sanitarios aprendan a reconocer las señales de sospecha de trata en las pacientes durante la atención sanitaria es uno de los objetivos de la Consejería de Salud y Consumo que, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, está desarrollando distintas iniciativas de formación y sensibilización en este ámbito.
Es preciso diferenciar la detección de la identificación de víctimas de trata. La detección se realiza en base a indicios o sospechas que los profesionales pueden registrar durante su encuentro con la mujer, mientras que la identificación es un procedimiento formal específico competencia de las unidades policiales. El personal de salud no es responsable de la identificación de las víctimas, pero sí es muy relevante su papel a la hora de reconocer las señales de sospecha de trata, atender a la víctima de trata y ponerlo en conocimiento de las entidades especializadas en la intervención y de las autoridades.
Se recomienda contactar previamente con las ONG de la zona con experiencia con este perfil de víctimas para que una persona mediadora –figura distinta del intérprete‐ pueda colaborar en la detección y, en caso afirmativo, ayudarla a restablecerse. La identificación es competencia de unidades policiales específicas (EMUME, UCRIF, etc.) que valoran los riesgos y proponen las medidas de protección, seguridad y privacidad que la mujer necesite.
Este año se ha emprendido la elaboración del estudio titulado ‘Dificultades en el abordaje sanitario de las víctimas de trata con fines de explotación sexual en Andalucía’, en el que han participado profesionales, expertos y representantes de entidades que trabajan en este ámbito en la comunidad autónoma, con los objetivos de explorar la percepción existente sobre la situación de la trata de mujeres y niñas víctimas de trata con fines de explotación sexual en Andalucía; estudiar el abordaje del problema en Andalucía desde el sector público y tercer sector; identificar las carencias y dificultades detectadas en el abordaje sanitario de las mujeres y niñas víctimas de trata; y de recoger propuestas de actuación y mejora en este abordaje sanitario.
Asimismo se han realizado, dos cursos sobre el abordaje sanitario de las víctimas de trata con fines de explotación sexual, y se ha colaborado con el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en la elaboración de un compendio de protocolos, guías y buenas prácticas sobre atención sanitaria a mujeres víctimas de trata.
Todas estas actuaciones de la Consejería de Salud y Consumo encuentran su marco en la Estrategia Andaluza para la Lucha Contra la Trata de Mujeres y Niñas con fines de explotación sexual 2021-2024, como instrumento que recoge los ejes y sienta las bases de actuación para sensibilizar, prevenir, erradicar y minimizar las secuelas de este tipo de violencia que sufren las mujeres y niñas.