EL FARO
La consecuencia más extrema es el conocido como «Golpe de Calor»
CCOO Granada ha iniciado la campaña “El calor puede matar, prevenir salva vidas” para denunciar que los trastornos derivados de las altas temperaturas pueden ser consecuencia de una falta de prevención en el trabajo. El sindicato informa en la misma sobre una serie de medidas preventivas como planificar las tareas, realizar una vigilancia específica de la salud, los trabajos de mayor esfuerzo en horas de menos calor, realizar descansos, o tener en cuenta la aclimatación, que deben tomarse para evitar trastornos derivados del calor. Igualmente, CCOO insta a la patronal a adoptar todas estas medidas y se pone a disposición de los trabajadores y las trabajadoras para prestar asesoramiento general y en materia de posibles incumplimientos.
La existencia de calor en el ambiente laboral constituye frecuentemente una fuente de incomodidad, molestias, bajo rendimiento y, en ocasiones, riesgos para la salud. Las consecuencias, de las altas temperaturas, informa el sindicato, pueden abarcar desde un simple dolor de cabeza a la aparición de debilidad, fatiga, calambres musculares, náuseas, abundante sudoración, confusión, etc. La consecuencia más extrema es el conocido como «Golpe de Calor».
A CCOO le preocupan especialmente los trabajos que se realizan en el exterior o en interiores poco aclimatados, principalmente en verano, que pueden suponer una situación de riesgo importante para las personas trabajadoras con consecuencias graves o muy graves, e incluso mortales debido a las altas temperaturas que se soportan durante la ejecución de las tareas. Estos riesgos se originan al trabajar en condiciones calurosas y se deben a una acumulación excesiva de calor en el cuerpo, las causas puede ser debidas a las condiciones ambientales, el trabajo físico realizado o el uso de equipos de protección individual.
Por todo ello, CCOO recuerda que es obligación del empresariado proteger la seguridad y la salud de las personas trabajadoras, ya que así lo recoge la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y el Real Decreto 486/1997.