Domingo A. López Fernández/EL FARO
Fotos: EL FARO
Perdón y Misericordia despiertan fervor a su paso por las calles de Motril
Tras dos años de parada obligada en lo que a desfiles procesionales se refiere, este 2022 ha traído la buena nueva de un martes santo solemne y devoto en el que todo Motril ha podido contemplar por sus calles las imágenes de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Misericordia. En verdad, hermanos de hermandad, visitantes que ya se dejan ver por la costa granadina y fieles devotos en general, han acudido en masa a la popular calle de las Cañas para contemplar la salida penitencial de esta señera cofradía de barrio que tiene la peculiaridad de hacer la lectura pública de la Sentencia de Poncio Pilato. En realidad, desde prácticamente una hora antes, los aledaños de la ermita del Carmen se han mostrado plagados de un público entregado y expectante, muy particularmente en el pórtico de la ermita, lugar en el que se hacía imposible encontrar un sitio libre para contemplar esta sentida escena de la pasión de Cristo que recupera una antigua tradición de la Judea motrileña. Y qué decir de las calles de su alrededor, donde la aglomeración de personas venidas desde distintos puntos de la ciudad ha formado un auténtico cuello de botella que ha impedido el tránsito y la visión del despliegue del cortejo en toda su extensión.
Durante estos días, la junta de gobierno de la cofradía del Perdón ha venido ultimando todos los preparativos de su desfile penitencial en su más mínimos detalles, verificándose, igualmente, actos de gran calado espiritual para todos sus hermanos. Así, hay que mencionar que el viernes de Dolores, durante todo el día, su titular cristífero quedó expuesto a veneración pública en la iglesia del Carmen, jornada en la que hermanos y vecinos del barrio han podido entregarles sus ofrendas en forma de ramos de claveles de color rojo intenso que son los que habrán de orlar su ornato el día de su salida penitencial. El acto de veneración pública ha culminado con la subida al paso de su titular, función que igualmente ha congregado a numerosos vecinos y señalados círculos cofrades de la ciudad. También, el acto del encendido de la candelería del paso de Nuestra Señora de la Misericordia, función que se verificaba un día después y que hay que señalar que pudo desplegar gran sentimiento entre todas las personas que ofrecen su luz a la Virgen, ceremonia que igualmente ha podido congregar a numerosos fieles y hermanos de hermandad en el pórtico de la iglesia.
Como en el día anterior, la llegada del martes santo ha traído aires de incertidumbre a la costa granadina en lo que a la climatología del día se refiere. Concretamente, la agencia AEMET, pronosticaba un 32% de posibles precipitaciones para nuestra comarca a las 18 hrs de la tarde, proporción que se incrementaba hasta el 40% a las 19 hrs. Las previsiones para la hora de salida de la procesión eran más halagüeñas, pues bajaban hasta el 32%, si bien, en el mismo momento de la salida penitencial, comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia que, afortunadamente, fueron solo pasajeras. En cualquier caso, la procesión transcurrió sin ningún tipo incidencia y con una temperatura más que agradable en la calle.
Con puntualidad, la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón procedía a la apertura de las puertas del salón parroquial para poner en la calle el paso de su titular cristífero y dar pie a que se efectuase la lectura de la sentencia de Poncio Pilato. Este año, la junta de gobierno de la cofradía ha designado para este noble cometido al hermano mayor de la hermandad de las Angustias, Antonio García Ruiz, en consideración a las grandes vinculaciones que mantienen ambas corporaciones que, no olvidemos, se encuentran adscritas a la misma parroquia, aunque en diferentes templos. Ante la atenta mirada del público presente, y con una calle enmudecida en toda su extensión, se verificaba esta emotiva función sacra que viene cargada de espiritualidad, pues responde fielmente al texto que hubo de soportar Jesús en los momentos previos a su crucifixión. A su conclusión, Antonio Jesús García, pudo dedicar unas breves palabras a EL FARO, para mostrar la emoción que le ha supuesto el acto, “después de dos años en los que el texto ha permanecido guardado en mi casa a la espera de este día, y tengo que decir que he sido un gran afortunado. Ha sido una gran satisfacción personal que dedico y hago extensible a todos los miembros de mi hermandad, pues en mi han estado igualmente representados en ese balcón. Realmente sorprende y embarga ver a esa inmensidad de personas que esperan con impaciencia el texto que hizo condenar a Jesús”.
Tras la lectura de la sentencia, el conocido “cantaor” granadino Pedro Carmona dedicaba una sentida saeta al Cristo del Perdón, en la que pudo ensalzarle con ese particular tono flamenco que riza y hace rizar la letra saetera. Así, a los cuatro vientos, pudo entonar su canto, a ese “Divino Rey de los cielos/ mirarte me dan temblores/ Cristo mío del Perdón/ fue de todos los horrores/ y es de pena tu semblante/ por nosotros pecadores…”. Un sonoro aplauso escuchado a todo lo largo y ancho de la calle, daba pie, inmediatamente, al inicio de esta procesión que es santo y seña del martes santo motrileño y cuya primera “levantá” al cielo ha sido realizada por la alcaldesa de la ciudad, Luisa Mª García Chamorro.
Con un cortejo ya desplegado en toda su formación en la calle de las Cañas, abría su frente la cruz de guía, emblema de la fe en Cristo que viene a significar a cada hermano que debe coger su cruz a imagen y semejanza de la que portó el Salvador en su calvario. Siguen a ésta, los dos faroles de escolta y dos largas filas de hermanos de luz, que portan cirios encendidos en sus manos. Un primer tramo del cortejo viene señalado por la insignia del “Senatus”, estandarte que revela que la pasión y la muerte de Cristo acontecen bajo dominio romano, de ahí que se remarque el acrónimo bordado del “SPOR”, o lo que es lo mismo “Senatus Populusque Romanus. Le sigue una amplia cohorte “pavera”, de niños revestidos de habito penitencial y capelina sobre sus hombros.
El siguiente tramo de la procesión viene representado por el libro de reglas de la cofradía, escoltado por dos varas, que da paso al cuerpo de acólitos portando ciriales e incensarios. A continuación, el paso del “Cristo del Perdón”, sobre el que marcha su titular, soberbia talla surgida de manos del escultor Domingo Sánchez Mesa que llegaba a Motril en los días finales del mes de noviembre de 1953. Viste para la ocasión la flamante túnica de color blanco bordada en hilo de oro y las tradicionales potencias de metal plateado que hace juego con la corona de espinas que porta sobre sus sienes. Y, sobre sus pies, un extenso paño de claveles rojos que vecinos y devotos le han ofrendado en los días precedentes en los que ha estado expuesto a pública veneración en la ermita del Carmen. El impresionante paso barroco va portado por treinta costaleros y comandado por Emilio Martín Sánchez en las tareas de capataz, junto a los auxiliares Víctor Burgos, Fernando López y Javier Rojas. Finalmente, cierra la sección nazarena del Cristo del Perdón, la Banda de Cornetas y Tambores Sentencia, de Almuñécar, que ha desplazado para la ocasión a setenta componentes y que tal y como nos tiene acostumbrados, constituye todo un lujo para un cortejo penitencial. La banda ha estado dirigida por Luis M. Franco Medina, que ha bordado la salida penitencial del paso con el “Requien” y “Perdón de Dios”, marcha ésta última compuesta por el propio director al titular cristífero de la corporación cofrade. Marchas procesionales como “Gitano tu eres”, “Sangre”, “Madre”, o la propia “Marcha Real” a la salida y encierro de los pasos, además de “Mariupol”, que ha sido tocada en homenaje al pueblo de Ucrania y que ha sido compuesta por el maestro valenciano Rubén Jordán, han hecho sentir con fuerza la enorme calidad artística que atesora esta banda vecina.
La sección mariana ha aparecido abierta a continuación con la cruz parroquial y ciriales, a la que han seguido dos largas filas de hermanos de luz con cirios en las manos. Concluido el tramo penitencial se ha dispuesto el cuerpo de camareras de la Virgen de la Misericordia, que ha quedado representado por la hermana María Ángeles Esparrell, a la que ha seguido la “bacalá” corporativa. Tras ella, la presidencia de invitados, que encabeza el hermano mayor de la hermandad de las Angustias, y lector de la Sentencia de este año, Antonio Jesús García, acompañado de dos de sus priostes, Manuel Gómez y Nerea López, y el vestidor de la Virgen, Jesús Ortega. Junto a ellos, la representación oficial que ostenta el consiliario de la cofradía, D. Alberto Sedano, la camarera mayor, Mari Cabrera Gómez, el vestidor de las imágenes, Antonio Hernández Camacho ataviado de hábito penitencial y un representante del Cuerpo de la Guardia Civil. Finalmente, el cuerpo de acólitos e incensarios preceden al paso mariano que muestra a la titular, María Santísima de la Misericordia, bajo palio y flanqueada de una espléndida candelería que le ha sido ofrendada por numerosos hermanos de la hermandad. Gloriosa la Reina del martes santo, que muestra para la ocasión un llamativo encaje de Bruselas y un nuevo tocado confeccionado por del conocido encajero Santos Escribano Gallego. El paso ha marchado portado a trabajadera sevillana por 35 costaleros, que han estado dirigidos por su capataz, Francisco Pérez Lorenzo, asistido por Carlos Medina, Daniel Pérez, y Ángel Castilla Mancebo en labores auxiliares. Finalmente, ha cerrado la marcha la Banda de música “Felipe Moreno” de Cúllar Vega.
El itinerario dispuesto por la junta de gobierno de la cofradía ha partido desde la iglesia del Carmen, para continuar por Cañas, Mercado Alto, Cuatro Esquinas, Nueva, Seijas Lozano, Milanesa, Marqués de Vistabella, Plaza Bustamante, Cruz Verde, Gaspar Esteva, Emilio Moré, Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, Puerta de Granada, Rambla del Manjón, Cañas, Monjas, Buenos Aires, Rambla del Carmen, Cañas y desde aquí proceder a su encierro en la iglesia. En total, casi cinco horas de recorrido procesional que se ha visto arropado en todo momento por la devoción de los motrileños, y muy particularmente la de sus vecinos y feligreses de la parroquia.
Momentos estelares del cortejo sacro del martes santo han sido muchos a lo largo de todo su recorrido. En concreto, a su salida, con la lectura de la sentencia y el canto de la saeta al Cristo del Perdón que le ha dedicado el “cantaor” Pedro Carmona. Asimismo, la que ha vuelto a dedicar al Cristo en tribuna oficial, y a Nuestra Señora de la Misericordia en la plaza de España, donde el cante desgarrado del saetero ha suscitado un largo y pronunciado aplauso del público presente. Curiosamente, en plaza de España, Pedro Carmona ha dedicado unas breves palabras a EL FARO, para hacer destacar que es granadino, pero que actualmente vive en Rincón de la Victoria de Málaga y que este año ha venido invitado por un hermano de la cofradía para rendir tributo de fe a los dos titulares motrileños. Al margen de ello indicaba que este año, también ha participado en el certamen de Exaltación de la Saeta que organiza la peña Juan Breva de Málaga. Finalmente, solo resta señalar las infinitas “levantás” al cielo que se han dedicado a los fallecidos por Covid-19, al pueblo de Ucrania y a las personas que en estos duros momentos lo están pasando mal. Como bien reconocía uno de los capataces, Emilio Martín, a la hora de ofrendar las “levantás”, tenemos la obligación de recuperar nuestras tradiciones después de dos años de parón, pues ésta, nuestra semana santa, es la tradición más antigua que existe y esto es muy grande y lo hace grande la gente que está en la calle cumpliendo su penitencia.
Con el cortejo encerrado ya en su iglesia, se daba, pues por terminada esa jornada grande del martes santo, que tendrá su continuación el miércoles con dos solemnes cortejos en la calle, el del Cristo de la Salud y el de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.