Domingo A. López Fernández/EL FARO
Fotos: EL FARO
Motril recibe con ardor y pasión al cortejo sacro del lunes santo
Desde hace años, el lunes santo identifica su jornada con el nombre de Humildad y Victoria, titulares de la cofradía que quedase fundada en la ciudad allá por el año de 1987, y bajo el nombre de “La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos”, corporación que hoy queda renombrada con la advocación de sus dos señeras imágenes de pasión, “La Oración de Nuestro Señor de la Humildad en el huerto de los Olivos y María Santísima de la Victoria”. Días pasados, la corporación celebraba con brillantez sus cultos en la iglesia de la Victoria, su sede canónica, actos que culminaban con un sentido pregón que estuvo a cargo de José María Fernández Boza, joven componente de la Banda que acompaña con sus sones a la titular mariana. La iglesia de la Victoria es su casa, su centro de espiritualidad, la morada en la que reciben culto sus imágenes durante todo el año, el sacro lugar donde a cualquier hora del día sus hermanos se adentran en el templo para contemplar sus tres insignias de pasión y rezar durante breves minutos frente a ellas. Es su casa, si, y con muy buen acierto, su actual junta de gobierno ha tomado el acuerdo de regresar a sus orígenes en la que es su estación de penitencia. Durante años, la salida penitencial se ha venido realizando desde su casa hermandad, sita en la calle de las Cañas, señero lugar de peregrinación de cofrades, fieles, vecinos y visitantes, para asistir a ese siempre momento álgido en el que se verifica la partida de su cortejo sacro en la tarde del lunes santo. Así ha sido durante años, pero este 2022 ha traído la buena nueva de volver al pasado y de regresar a sus gratos comienzos. Con honestidad hay que reconocer que ha sido todo un acierto, aunque ello haya supuesto a la cofradía un “extra” al montarse una carpa anexa en la que han quedado resguardados sus pasos ante una posible inclemencia meteorológica. Y en verdad, así lo ha mostrado el pueblo de Motril en los días precedentes, con un constante ir y venir de gentes para hacer su cotidiana estación en la contemplación de las imágenes titulares ya en la calle.
Impresionante ha sido, sin duda, la acogida que ha granjeado el pueblo de Motril a la salida penitencial de los hermanos de Humildad y Victoria desde el pórtico de la iglesia de la Victoria. Una avenida de San Agustín plagada de fervorosos devotos ha quedado abierta en canal para desplegar en toda su extensión una enorme marea humana ávida de contemplar la que es la “segunda” procesión oficial de la Semana Santa motrileña. En verdad, el recinto ha quedado desbordado por una ingente marea humana que esperaba con impaciencia la salida penitencial del Huerto, nombre con el que es conocida popularmente, para contemplar un momento único e irrepetible en la tarde del lunes santo.
La junta de gobierno de la cofradía de la Humildad había citado a todos sus hermanos en el patio del Colegio de San Agustín a las 18:15 hrs de la tarde, al objeto de verificar todos los preparativos del cortejo procesional. La puntualidad ha sido extrema, y desde ese lugar se han podido adentrar en el templo agustino para proceder al orden del cortejo. Hay que hacer reseñar que durante todo el día las predicciones meteorológicas no han sido nada buenas y se ha suscitado cierto nerviosismo en la junta de gobierno y en los propios círculos cofrades de la ciudad, al poder pensar que la procesión pudiese quedar suspendida. Según los datos de la Agencia Meteorológica, las predicciones de lluvia para el lunes santo eran de un 7% a las 18 hrs, un 19% a las 21:00 hrs, un 47% a las 22:00 hrs y una subida hasta un 91% en la media noche, momento en el que se habría de verificar el encierro de la procesión. Afortunadamente, el tiempo desapacible dio en Motril una bendita tregua y dejó transcurrir sin incidencias el cortejo sacro del Lunes Santo. Una temperatura de 19º a las 20:00 hrs de la tarde y una total ausencia de viento, han predispuesto a la ciudad a volcarse en la contemplación de los dos pasos procesionales del día. No ha ocurrido lo mismo con otras poblaciones andaluzas, sobre todo en la parte occidental, donde ciudades como Huelva, Sevilla o Cádiz se han visto obligadas a suspender los pasos establecidos y, en otros casos, a clausurarlos precipitadamente por causa de la lluvia. En cambio, la parte oriental, no ha tenido incidencias pese a las negativas predicciones, de forma que capitalidades como Málaga, Granada o Almería han podido completar una jornada radiante en lo que respecta a sus pasos procesionales.
Puntualmente, las puertas de la iglesia de la Victoria quedaban abiertas a las 19:00 hrs de la tarde tras los consabidos golpes que ha realizado desde el exterior María José Blanco López, camarera mayor de la titular mariana, que ha sido designada para este honroso cometido en correspondencia a la intensa labor que ha desarrollado en favor de la corporación desde el mismo momento de su fundación. En los minutos previos, la Agrupación Musical de Arroquia Martínez, formada marcialmente en la calle Zapateros, ha verificado su entrada triunfal en la plaza de San Agustín a los sones de una sentida marcha procesional.
Tras la apertura, el cortejo sacro, ya formado en el interior de la iglesia, se ha desplegado a lo largo de la avenida de San Agustín para comenzar su partida en el que es novedoso trayecto procesional para este año de 2022. Abre la marcha la cruz guía flanqueada por dos faroles de frente de procesión, al tiempo que los dos pasos titulares se mantienen bajo la carpa ubicada en el pórtico de la iglesia. A continuación, el estandarte de la sección cristífera da paso a la formación de dos largas filas de hermanos de luz ataviados con el hábito penitencial. Un siguiente tramo procesional viene representado por la asociación agustiniana de “María de los Sagrarios” que radica en el templo de la Victoria y que se ha hecho presente con su bandera corporativa. Le sigue el hermano portador del libro de reglas y la presidencia oficial que ostenta el padre consiliario, D. Jesús Ángel Sainz Verano, junto a uno de los hermanos fundadores, Antonio Ruiz, en hábito penitencial, además de la representación oficial del Cuerpo de Bomberos que lo hace en calidad de hermano honorario. Finalmente, el cuerpo de ciriales e incensarios, que ha dado lugar a que el paso de misterio se forme en el cortejo tras la ardua operación de cuadrado y alineación que ha dirigido su capataz. Impresionante y grandioso, sin duda, el trono de Cristo, que fue realizado en los talleres de Ramón y Geni Aragón y que este año ha hecho remarcar la apostura de su peana con una mayor altura con respecto a otras ediciones. Sobre ella, el titular, que estrena para la ocasión la túnica de terciopelo morado que no pudo verificarse en el año anterior por la pandemia y que ha sido bordada en oro por el artista Samuel Fernández Cordero y donada por varios hermanos de hermandad. Nuestro Señor de la Humildad idealiza sobre el paso el pasaje bíblico en el que dirige su mirada conmiserativa hacia el Padre para expresarle que aparte el cáliz que le ofrece el Ángel Egudiel y que no se haga “mi voluntad, sino la tuya”. El paso marcha comandado en las labores de capataz por José Peña y Javier Carrasco como auxiliar, quedando asistidos en tareas de contraguía por Alejandro García Rodríguez e Ignacio García. Finalmente, cierra la sección cristífera la Agrupación Musical Arroquia Martínez de Jódar, que componen cien músicos y que ha dado buena cuenta de su profesionalidad en sentidas marchas procesionales. Concretamente, a la salida han podido interpretar magistralmente “Al compás de la Laguna” original del compositor Miguel Ángel Font Morgado y “La Esperanza de María” de Alejandro Blanco Ortiz, además de otras propias como pueden ser “Alma Mater”, “El Legado” y “Unidos por una pasión”, marcha ésta última que está dedicada a los cuatro jóvenes componentes fallecidos en 2018 en accidente de circulación y cuyos nombres orlan una cinta que aparece colgada en su guion corporativo.
La sección mariana de María Santísima de la Victoria se dispone a continuación con la cruz parroquial y ciriales, seguida de la representación del Grupo Joven, cuyos componentes portan pequeñas cruces penitenciales. Seguidamente, dos largas filas de hermanos de luz revestidos con los colores propios de la sección, el azul de su capillo y la túnica de color blanco que pretende idealizar la pureza de María. El estandarte mariano, flanqueado por dos faroles, se hace remarcar en su centro para identificar su tramo corporativo, que da paso finalmente a la sección de “Madrinas” de la Virgen de la Victoria. Finalmente, el guion de “la bacalá”, la presidencia oficial y el cuerpo de ciriales e incensarios que precede al paso mariano. Sobre él, la majestuosa imagen de María Santísima de la Victoria que tallara el escultor sevillano Pedro de la Rosa en el año 1993, tocada para la ocasión con saya de tisú rosado y manto bordado de salida, ostentando en su pecho el brillante tocado de Bruselas colocado a blonda. El paso está dirigido en las labores de capataz por Francisco Lozano Pérez y Juan Carrión, asistido por los auxiliares Víctor Sánchez, Ricardo Martin Rodríguez y José Carlos Jiménez. Cierra finalmente el cortejo la Banda de Música de “Las Golondrinas”, de Vélez Málaga, que componen sesenta músicos y que está dirigida por el maestro Jesús Navas. Impresionante su buen hacer durante todo el recorrido procesional, donde han interpretado un total de cuarenta y cinco marchas, entre las que se han hecho destacar sobremanera “Se arrodilla Triana”, “Coronación” y otras muchas más que caracterizan los tonos alegres y sevillanos a cuyos sones marcha la titular. Más se ha de destacar por encima de todas “Por siempre Victoria”, dedicada a la titular motrileña que es la que se ha protagonizado a su encierro en la iglesia.
El itinerario dispuesto por la junta de gobierno de la cofradía ha estrenado este año el regreso a sus orígenes, de forma que ha partido desde la iglesia de la Victoria para seguir por avenida de San Agustín, Zapateros, Jardinillos, Carmen, Tecla, Cruz Verde, Gaspar Esteva, Emilio Moré, Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, Plaza de la Trinidad, San Rafael, Catalanes, Plaza Canalejas, Cardenal Belluga, Plaza de la Libertad, Jazmín, Cañas, Rambla del Manjón, Señor de Junes, Ruiz, Avenida San Agustín, para proceder desde aquí a su encierro en la iglesia, momento que se ha podido verificar a las 00:20 hrs de la noche.
El lunes santo en la noche ha protagonizado numerosos momentos estelares a lo largo del recorrido procesional. Por destacar, hay que mencionar la salida del cortejo a la calle, con una avenida de San Agustín atiborrada de público en toda su extensión, y en la que se ha podido ver a la junta de gobierno de la cofradía de la Salud con su guion corporativo para ofrendarle un ramo de flores a la titular mariana. Igualmente, el espacio que la cofradía de la Humildad ha reservado a los residentes del Centro Nueva Vida para que puedan contemplar el paso de sus titulares y, muy particularmente, la “petalalá” que le ha sido ofrecida en la calle Zapateros. Sorprendente ha sido, asimismo, la ofrenda que ha realizado el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad que ha podido desplazar en la calle Catalanes un camión con escala para dedicarle desde el cielo sendos ramos de flores a los dos titulares. Junto a ello, las llamativas y siempre flamantes “levantás” que los respectivos pasos han dedicado muy particularmente a los costaleros que se encuentran afectados por la pandemia del Covid-19, a los fallecido igualmente por el virus y al pueblo de Ucrania que vive durante estos días una trágica situación por causa de la guerra, entre otros ofrecimientos. Finalmente, la sentida saeta que ha dedicado el cantaor salobreñero Basilio Campoy en el mismo momento de su encierro, instante que ha sido gratificado por el numeroso público presente con un sonoro aplauso.
Lunes santo, pues, completo y radiante el que ha protagonizado la cofradía del Señor de la Humildad en un día en el que por momentos ha amenazado lluvia, pero que afortunadamente ha permitido completar todo su recorrido procesional sin ningún tipo de incidencia y con una climatología verdaderamente saludable en la que ya era madrugada del martes santo.