LOS JARDINILLOS, UNA PLAZA CON 500 AÑOS DE HISTORIA

LOS JARDINILLOS, UNA PLAZA CON 500 AÑOS DE HISTORIA

Manolo Domínguez García, historiador y Cronista Oficial de la ciudad de Motril.

La llamada actualmente “Plaza de los Jardinillos” se encuentra ubicada en pleno centro de la ciudad, entre las calles de la Carrera, Virgen del Valle y Muralla. Se trata de una pequeña y tranquila plaza muy antigua y cuyo origen sería un terreno prácticamente rectangular y sin construir por motivos de defensa, donde terminaba el camino que unía la antigua villa motrileña con el cercano lugar de Castil de Ferro y ante la puerta de levante de la muralla musulmana que posteriormente, ya en época cristiana, recibiría el nombre de puerta de Castil de Ferro o de Santiago.

Aunque ha debido variar muchísimo en su morfología original, este espacio urbano fue configurándose a lo largo del tiempo hasta acabar convertido en un espacio público impórtate y popular en la historia de Motril. Hoy es un auténtico punto neurálgicode visita imprescindible para cuantos quieren disfrutar de los rincones más singulares de la ciudad.

Planos de la Plaza de los Jardinillos en 1845 y 1920.

La historia de esta plaza arranca con toda seguridad en época musulmana. A fines del siglo XV el mudéjar Azait tenía cerca de este terreno una viña y había casas de Jamet, de Jali y de la reina granadina Aixa. En 1497 había unas casas en la fachada sur de la placeta que habían sido una aduana de fabricar azúcar de la cita reina Aixa y que los Reyes Católicos se las habían cedido al escudero Aparicio de Cieza. Ya en 1501 empieza a ser llamada placeta del camino de Castil de Ferro en cuya esquina sur, lindado con calle Zapateros, estuvo en esta época la cárcel de la villa. En 1551 aparece en los documentos llamada definitivamente placeta de Castil de Ferro. En el lateral sur de la plaza a fines del siclo XVI había unas casas que estaban en ruinas que, también, habían formado parte de un ingenio azucarero de los moriscos Luis de Madrid Abuluçey y Buenchy. En 1580 el conde de Bornos tenía en la plaza una casa con un toldo donde se vendía la sal que se producía en las salinas de Torrenueva. En 1599 del regidor Juan de Medrano y su mujer, Jerónima de Valenzuela, tenían en esta plaza una casa tienda donde estaba la carpintería de Juan de Robles. Esta casa había sido comprada, junto con otras lindantes, por el mercader Toribio Vázquez a la Corona tras la expulsión de los moriscos motrileños y se la vendió al citado regidor.

La Plaza de los Jardinillos en 1929.

En 1611 se pregonó en la plaza la muerte de la reina Margarita de Austria y en 1614 la noticia de que había peste en Málaga con lo que se prohibía todo el comercio con esta ciudad. En 1621 un informe de regidor Francisco de Luna, que publicó en 1909 el cronista Manuel Rodríguez Martín, decía que era una plaza cuadrada de moderado tamaño y en la cual se realizaba mucho comercio tanto de la gente de tierra como de la mar y en ella había tiendas de tratantes y barberos, roperos, jubeteros y cordoneros y muchos otros oficios y algunas de las casas principales que había en Motril. En la esquina con la calle de la Carrera estaba una famosa herrería de Luis de Castro.

En 1632, uno de los personajes más ricos de Motril de esos años, Juan Fernández de Alfaro, tenía cuatro casas lindando unas con otras junto a la puerta de Castil de Ferro y otras dos en la placeta. En su testamento dejaba las casas para que con sus rentas se constituyese un patronato para casar doncellas huérfanas o que entrasen en religión.

En 1752, según en Catastro de Ensenada, en la placeta vivían dos maestros de construir guitarras, Joseph García y Tomas García. El regidor Cristóbal de Vargas poseía varias casas, la más impórtate por su tamaño estaba arruinada. Tenía, en la plaza, una casa principal Francisco García Caballero, que alindaba con una casa de blanqueo de azúcares de su hermano Antonio. El taller de zapatería de Joseph Medrano estaba en los bajos de una casa que tenía arrendada al marqués de Algarinejo. También el marqués de Castro Serna tenía una casa de unos 50 metros cuadrados lindado con la esquina de la calle de la Carrera. Junto la puerta de Castil de Ferro el Colegio de la Compañía de Jesús de Motril poseía un mesón de unos 500 m2 que en este año de 1752 tenían arrendado al Nicolás Ruiz Zapio. Además, poseían tres casas en la placeta alquiladas a Francisco Gerónimo, Joseph Pérez y Francisco Martin. Al patronato que había fundado el capitán Andrés de Miranda y Quirós, pertenecía una casa cuyo producto del arrendamiento se destinaba para ayudar a los pobres del hospital y para casar huérfanas.

En 1785 en la placeta había un horno de hacer pan que pertenecía a Alonso de Adriano y en la lista de vecindario de Motril de 1786 que se conserva en el Archivo Municipal viven en la placeta de Castil de Ferro un total de 35 vecinos y se citan dos tiendas de Manuel Lorenzo y Francisco Villa.

Durante el primer tercio del siglo XIX la placeta de Castil de Ferro, siguió siendo un centro neurálgico y comercial del Motril de la época. En la fachada este de la plaza la familia Bermúdez de Castro construyen su casa señorial, que es inaugurada con una gran fiesta en 1869 y derribada en 2017. Ricardo Rojas Garvayo también solicita la construcción de su casa principal en la plaza en ese año, vendiéndole el Ayuntamiento un solar anexo para regularizar la planta de la plaza. En 1875 con motivo del nombramiento por el Ayuntamiento como hijo adoptivo de la ciudad a Martín Larios Herreros de Tejada, propietario de la fábrica de azúcar “Nuestra Señora de la Cabeza”, actual Alcoholera, se le cambia el nombre a la plaza y se le denomina plaza del “Marqués de Larios”, aunque popularmente se le sigue denominado con el nombre antiguo. En 1895 el Ayuntamiento embaldosa la plaza y se modifica el alineamiento de las casas del lateral norte en 1899. Ya en el siglo XX en 1910 en la esquina lindante con la calle de la Muralla se abrió por los socios Vicente Galindo y Francisco Rodríguez el “Cinema Sexi” de enorme popularidad en aquellos años iniciales de la centuria. En 1928 y durante la alcaldía de Carlos Castillo, se arregla colocando unos jardines rectangulares, que la popularizaron con el nombre de plaza de “Los Jardinillos”.

La Plaza de los Jardinillos en 2015.

Durante la II República se le puso el nombre de plaza del “Capitán Fermín Galán” y en 1937, tras la ocupación de Motril por los fuerza nacionales, el nuevo ayuntamiento, presidido por Manuel Garvayo Bermúdez de Castro, la denominó plaza “18 de Julio” y se remodela mejorando los jardines y colocando en el centro una farola y un banco a su alrededor. A mediados de los años 60 se coloca en el centro de la plaza un sencillo monumento que antes estuvo en la plaza de Capuchinos, constituido por una columna toscana sobre basamento de piedra y faroles de hierro forjado, rematado todo con una antiquísima cruz llamada de “Las Eras” que desde el siglo XVII estuvo situada en la entrada a Motril por el camino de las Ventillas. A principios de 1979 el nuevo ayuntamiento democrático oficializa el nombre por el que popularmente se le había conocido desde la década de los años 20: plaza de “Los Jardinillos”. La última remodelación de la plaza se hace en el 2001, dándosele la configuración actual.

Muchas veces nos limitamos a pasear por sitios sin saber la historia que esconden detrás y, sin lugar a dudas, la Plaza del Jardinillos, antigua Plaza de Castil de Ferro; es uno de esos lugares que merecen que conozcamos un poco de su pasado, que a la misma vez es historia de Motril.

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