Domingo A. López Fernández
El granadino Francisco Estarli pregona las excelencias de la fiesta mayor motrileña
Tras un año de ausencia, en la mañana del domingo, 6 de marzo, el Teatro Calderón de la Barca se erigía nuevamente en tribuna de excelencia para cantar y ensalzar la fiesta señera de nuestra Semana Santa. Desde hace años, el primer domingo de cuaresma es una jornada memorable en la que todas las corporaciones penitenciales de la ciudad se ven representadas en un acto que ennoblece su silente trabajo de todo un año con el fin de darles el protagonismo que merecen por mano del pregón oficial que organiza la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad. Todas y cada una de las corporaciones pasionistas de Motril tienen aquí asegurada su pequeña contribución a la historia, aquella que habla de su fundación, de sus titulares, de su recorrido procesional y, sobre todo, del fervor y devoción que despliega una imagen sagrada en la calle para sus propios hermanos y para el público que asiste a su contemplación. El pregón oficial de nuestra Semana Santa tiene ya años de historia, de forma que ha quedado institucionalizado para bien y magnificencia de una fiesta sagrada que es santo y seña para el cristiano. Episodios puntuales como el de la pandemia que nos asiste durante dos años consecutivos ha podido socavar levemente los puntales que sostienen esta celebración y aunque el pregón solo quedó suspendido en el año de 2021, vuelve ahora por sus fueros cual ave fénix porqué es parte de nuestro ser y de nuestra esencia espiritual y cofrade.
El domingo, a las 12:00 hrs de la mañana, todos los círculos cofrades de la ciudad tenían una cita obligada en el Teatro Calderón de la Barca, donde además se encontraban convocadas diversas instituciones locales, civiles y corporativas, además del público en general, y ello, como forma de adhesión a un acto que engrandece la devoción del pueblo, pero también el nombre de la ciudad. A esa hora, en la antesala del viejo coso teatral, un reclamo de gran trascendencia hacía fijarse en el cartel original de la artista sevillana Nuria Barrera que es el oficial de nuestra Semana Santa y que representa la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor en la calle.
Comenzado el acto, accedía al escenario Jesús Ortiz, vocal de formación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad, para dar la bienvenida a todos y presentar al director de la Banda de Música de Salobreña, Jorge García Quirantes. De inmediato, Jesús Ortiz pedía dedicar un minuto de silencio por la paz de Ucrania. Sobre el escenario, y con el telón ya alzado, la Banda de Música de Salobreña, que con un número cercano a sesenta componentes había solicitado compartir públicamente su solidaridad con todos los presentes por la paz del mundo. Dando continuación al programa diseñado, se daba principio a la interpretación de la marcha “Esperanza de vida”, original de Manuel Marvizón, emotiva y sentida composición que por su título ha sido seleccionada en memoria y solidaridad del pueblo ucraniano. A continuación se han podido escuchar, asimismo, las marchas “Virgen del Valle”, “Passio Granatensis”, “Madre tu Dulce Nombre” y “Triana”. Extraordinaria la interpretación de la Banda de Música de Salobreña, que fue obsequiada con intensos aplausos del público presente. Para Jorge García, todas las marchas se han podido tocar con mucha alma después de dos años de esa obligada inactividad pública que ahora se retoma. Según avanzó a EL FARO, su siguiente actuación tendrá lugar el día 26 de marzo en el pregón oficial de Semana Santa de Salobreña y, con ella, el concierto de marchas procesionales que ofrecerá el lunes santo en la localidad de Lobres junto al compositor granadino Víctor Ferrer. Finalmente, sus tres salidas procesionales, dos en la villa de Salobreña, la primera acompañando al Cristo de la Humillación en la tarde del miércoles santo y la otra, el Viernes Santo, formando parte del cortejo oficial del Santo Sepulcro. Su otra salida procesional tendrá lugar en la vecina ciudad de Almuñécar, donde ha de presidir el acompañamiento musical de la Virgen de la Esperanza, titular mariana a la que vienen siguiendo durante 22 años consecutivos.
Tras un breve receso, nuevamente subía el telón para presentar en el escenario la mesa de autoridades que encabezaba la alcaldesa de la ciudad, Luisa Mª García Chamorro, el consiliario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Motril, D. Alberto Sedano, el presidente de dicha Agrupación, Manuel Terrón, el pregonero, Francisco J. Estarli García, su presentador, Emilio Martín Sánchez y Alejandro Vilar Moreno, concejal de Comunicación Institucional, Juventud y Fiestas. De seguida tomaba la palabra el Sr. consiliario de la Agrupación para hacer resaltar los duros momentos que se están viviendo por causa de la guerra y pedir a todos un momento de reflexión y de oración por el pueblo que está sufriendo el dolor de la guerra.
Iniciado el acto del pregón en sí, accedía al atril Emilio Martín Sánchez, el presentador del pregonero, persona a quien le unen fuertes lazos de amistad, juntamente con los propiamente familiares. Emilio es granadino, aunque motrileño de adopción desde hace ya bastantes años. Es hombre curtido en los círculos cofrades de su ciudad natal, en la que ha formado parte de señeras cuadrillas de costaleros como las de la Esperanza Coronada, la de San Agustín y la de las Tres Caídas. Y, ya en Motril, la llama viva de la pasión le ha hecho integrarse en la hermandad de Jesús del Perdón, en la que ostenta el cargo de capataz y en la que ha sido parte activa del cambio a costal del paso de su titular.
En su labor de presentador aludió primeramente a los orígenes granadinos del pregonero. De Francisco Estarli dijo que sus años de juventud están marcados por el sentimiento cofrade, siendo sus primeras corporaciones de acogida la del Señor de los Favores y la de Santa María de la Alhambra Coronada. Más su gran devoción es el Cristo de San Agustín, hermandad en la que ha desempeñado varios cargos directivos. También, bajo los faldones, ha sido costalero del sagrado protector de la ciudad de la Alhambra, capataz del paso de su Madre, la Virgen de la Consolación, y vice-hermano mayor del Señor de las Tres Caídas, donde igualmente ha marchado a costal y ha reiterado su cargo de capataz del paso. En su discurso, Emilio Martín definió al pregonero como un visionario de su tiempo en el movimiento costalero que surge en el barrio del Realejo granadino. Ha sido, afirmó, un renovador de la Semana Santa granadina al crear la primera casa de hermandad, la edición del primer boletín permanente y un periódico cofrade. Su inquietud y ganas de engrandecer concretos campos de la religiosidad de sus gentes le van a llevar a recuperar, entre otros aspectos, los altares de la fiesta del Corpus Christi que se habían perdido, inventarse la llamada “Navidad cofrade”, el concurso de belenes y la creación de los Reyes Magos en las casas de hermandad.
Para el presentador, las cuadrillas de costaleros son un mundo que sugestiona al pregonero, pues ha sido fundador de la titular de la Victoria y la de la Esperanza y Gran Poder. Y qué decir de los medios de comunicación, campo en el que se mueve a la perfección y en el que ha desempeñado el cargo de director del programa “Saeta” y el de “El Llamador” de Canal Sur Radio, además de ser editor y presentador de la Semana Santa en Canal Sur Televisión. En la actualidad es codirector del programa de divulgación cofrade “Quinto Evangelio” de Radio Cofrade Granada. Su otra pasión, la labor en bordados, orfebrería y taracea le han ligado a Motril y sus hermandades, siendo de señalar las de Oración y Victoria, Perdón y Misericordia, Salud y Consuelo o la Vera Cruz. Finalmente, y por lo que respecta a su faceta de pregonero hay que resalta que ha exaltado a la Hermandad de la Soledad Coronada de Huéscar, a la Virgen de las Nieves, Patrona de Las Gabias, y a la Hermandad de los Gitanos de Granada, además de ser el protagonista del renombrado Pregón del Realejo en el año de 2021. Varios aspectos más hicieron realzar la figura del pregonero, pero el presentador opto por darle paso con unas sentidas palabras salidas desde lo más hondo de su corazón, pues como bien dijo “Motril, te espera/tu espera ha sido su ilusión/y tu ilusión, tu Esperanza renovada”.
Desde el atril, Francisco J. Estarli inicia su discurso con un canto a la ciudad que en este día le acoge: “Tu vega, tu mar, tu cielo, tu pasión. A ti Motril, hermoso galeón varado en la vega que afama tu nombre. A ti Motril, dársena de los sueños cofrades, en el mar nuestro que baña tu hermoso perfil. A ti Motril, azucena cristalina de pura belleza que por la Cabeza alcanza el cielo. A ti… Ante este atril, a ti te hablo Motril, gozoso proclamo tu fe, desnudo mis palabras para vestirlas de tu credo, para que mi voz sea tu reflejo y decirte, alto y claro, que me siento tu Pregonero. Y en ti pongo mi corazón”.
Tras el canto a la ciudad de Motril el pregonero quiso agradecer a la junta de gobierno de la Agrupación de Hermandades su elección para este cargo que ennoblece a la ciudad de Motril y a su Semana Santa, porque con ello “habéis dignificado mi condición cofrade…, y me honráis con la alta distinción de proclamar la singular Semana Santa motrileña y confieso que colmáis las ilusiones de este cofrade que la admira, al tiempo que reconoce y respeta el pundonor y la entrega del motrileño para con sus hermandades y su tierra”. Su agradecimiento fue infinito para su presentador, Emilio Martin, y para con todos los presentes, porqué con ellos “la proclama cofrade, se hace voz que prende la llama y enaltece el sentimiento recio del motrileño que en sus cristos y vírgenes encuentra la acogida fraternal, la luz y la senda verdadera por la que transcurre la vivencia devocional de esta Muy Noble y Leal ciudad de Motril y a cuya heráldica habría de añadirse la de Muy Cofrade, conforme al valor imperturbable de su condición como creyente”. Su verbo fino, directo y acompasado se dirige ahora para exaltar la fe que mueve a los motrileños en sus sagradas imágenes, Gran Poder, Vera Cruz, Soledad, Salud y Consuelo, Nazareno…, y todas las que conforman las estaciones de penitencia de una semana grande para el pueblo. Todas y cada una de ellas tuvo dedicada una sentida frase, un momento de singular emoción, un dedicado rezo devoto y una particular invocación para que sigan desplegando sobre la ciudad el manto de su protección.
El pregonero vuelve ahora sus pasos hacia la ciudad de Motril, a la que el sentido de su pregón quiere hacer protagonista en esta nueva Jerusalén que se asienta a orillas del Guadalfeo y el Mediterráneo. Tuvo igualmente palabras de recuerdo para todos aquellos hermanos cofrades que ya no están con nosotros, “a aquellos que ya pasaron más allá de la Gorgoracha a la otra orilla y se asoman a los balcones de la gloria” y que quiso personificar en la persona de Juan Antonio Escribano, “baluarte de lo motrileño”, al que desde su tribuna todavía añora por sus afables y aleccionadoras tertulias donde el motrileñismo siempre se hacía presente. Concluía esta primera parte de su pregón con un canto a las cofradías, porque en tiempos de pandemia, estas corporaciones perviven en las entrañas motrileñas y en su semana santa; Motril hace guardar en su corazón la eterna procesión, “la más bella alabanza a la muestra total de amor por siempre vivida”.
La segunda parte de su discurso se hace verbo en una bendición a Motril, porque como bien dice, sigues al Señor al afirmar que lo cofrade vive en la aurora del encuentro con Dios, al que recibimos en la triunfal entrada en Jerusalén a lomos de un borrico. Lo hace entre palmas y olivos desde la iglesia Mayor, para continuar su camino por recónditas calles y recordar con ello las figuras de los desaparecidos cofrades del alma Cecilio Arcas y José Luis Cabarrocas. Sigue con ello otra bendición, la que recuerda a Motril “porqué rezas al Señor”. Para él, lo cofrade es el incesante caminar por la vía que alcanza a Dios, la oración. A su juicio, en la oración, el cofrade fija su camino penitente y su acceso directo a Dios. Con la oración el cofrade alcanza la ofrenda de la plegaria a los titulares y persiste en su senda en las capillas, en los cultos, en las medallas y las estampas o cuando seguimos a los titulares en su paso por las calles formando en su cortejo. Tras el domingo de ramos, el lunes santo tiene nombre de Humildad y Victoria, al que Motril se postra de rodillas. Es ésta, dijo, una agustina hermandad en la que la familia Ruiz Blanco tiene mucho que decir. En este recorrido cofrade, Jesús Nazareno atesora el número de su historia ahora que tras su reorganización han hecho vida cofrade desde que hace 387 años fuese fundada su corporación un 7 de marzo de 1635. Junto al Nazareno, su Virgen de la Esperanza tintada de verde y con personas a las que se debe un recuerdo especial como Fátima del Valle y Teresa Bustos.
De nuevo en palabras del pregonero vuelve a señalar a Motril bendito porque sigues al Señor y lo cofrade se sustancia en la carga del madero, porqué en él se alcanza lo que le viene a buscar. Así afirmó que en Motril rezamos a lo más granado de su estatuaria, en la que el escultor Domingo Sánchez Mesa es el artista que ha dado forma a su devoción. Martes Santo tiene nombre de Perdón, miércoles santo de Gran Poder y Buena Muerte en la ya madrugada. Ese martes santo es día grande para el Señor de las manos atadas que sigue en su caminar por calles de realce como el callejón de las Monjas. Y, a su lado, han pasado personas de gran devoción al titular tales como María Díaz, Pepe Castillo, José Morales, Antonio Hernández o Carlos Jiménez.
Finalmente, vuelve a ese bendito Motril porque alabas al Señor y porque en calidad de cofrade no cesa en la veneración de sus imágenes sagradas. El pregonero tiene ahora palabras para la imagen del Cristo de la Salud y su Madre en la advocación del Mayor Consuelo, que para el motrileño es como el puerto seguro en que se resguarda del duro bregar y en el que sana. Y el viernes, con el Yacente, se mezcla la tradición y la historia con un pasado lejano que hace conservar la esencia cofrade. Y junto a él, la Soledad, que camina el sábado santo tras su Hijo muerto y desenclavado de la cruz.
Concluye el pregonero su discurso con un definitivo Bendito seas Motril porqué amas al Señor, porque lo cofrade vive en el misterio del amor. Ahora sus palabras son para la Vera Cruz y Expiración. Para el, la resurrección comienza en Motril el Viernes Santo, pues de la mano de esta hermandad alcanza el auténtico espíritu de superación cofrade. Tuvo palabras de aliento para su hermana mayor, María Jiménez Muriel, por su labor en pro de la hermandad. Y con ella, la devoción al Dulce Nombre de Jesús que abre las puertas del cielo para que Motril pise los caminos de cera con los que gana la eternidad.
Es hora ya de concluir su extenso mensaje de fe y fervor y que mejor manera de hacerlo con una exaltación: ¡A las calles, a disfrutar la belleza, ¡ A las calles, a sentir el amor!, ¡A las calles, a gozar la promesa!, ¡ A las calles, a pisar Motril, a dejar, de nuevo, la huella del fervor!,¡ A las calles, cofrades, a vivir, a vivir, a vivir la pasión de Motril! Y con ello, el inefable “He dicho”.
Finalizada su exaltación, un completo auditorio levantado en pie prorrumpe en aplausos que se hacen interminable por momentos. Llega ahora el momento de las felicitaciones y abrazos de familiares, amigos y hermanos de hermandad de todas las cofradías motrileñas, escenas que finalmente quedarán plasmadas para la posteridad en las incesantes fotografías que tienen como protagonistas a Francisco J. Estarli y Emilio Martín, pregonero y presentador del pregón oficial de Semana Santa de este año de 2022.