EFEMÉRIDES DE FIN DE SEMANA
Domingo, 26 de diciembre de 2021
Autor: Antonio Gómez Romera
CRISTÓBAL COLÓN FUNDA LA “VILLA DE NAVIDAD”
Hoy se cumplen 529 años (lunes, 1492) de la fundación de la primera población española en tierras americanas, la “Villa de Navidad”.
Prolegómenos y descubrimiento
El 17 de abril, los reyes, Isabel y Fernando, firmaron las «Capitulaciones» de Santa Fe, haciendo de Cristóbal Colón (1451-1506): Gran Almirante del Mar Océano, Vice-Rey de las Indias y propietario y gobernador de todas las tierras que descubriera. El 3 de agosto, al alba, Colón parte desde Palos de la Frontera (Huelva) con tres barcos, dos carabelas y una nao: La Pinta, La Niña y la Santa María. El historiador, periodista, bibliófilo y americanista José María Asencio y Toledo, (1829-1905) reseña en su célebre obra “Cristóbal Colón: su vida, sus viajes, sus descubrimientos” (1891), las particularidades de este singular viaje y parte de las personalidades que le habían de acompañar. Concretamente refiere que: «En la nao Santa María enarboló el Almirante el pabellón real de Castilla y Aragón. En ella se embarcaron con Cristóbal Colón el alguacil mayor de la Armada Diego Arana, primo hermano de Doña Beatriz Enríquez, Rodrigo Sánchez de Segovia, inspector general o veedor por los Reyes y Rodrigo Escobedo, escribano real. Iba por maestre el dueño de la nave Juan de la Cosa y por piloto Sancho Ruiz, llevando también a bordo al físico de Moguer maese Alonso, al cirujano maese Juan y a 40 marineros más». El también historiador y erudito Cesáreo Fernández Duro (1830-1908), en su obra “Disquisiciones náuticas” (Madrid, 1877), aporta igualmente las características de la nave capitana, afirmando que“La Santa María era de construcción sólida, 120 a 130 toneladas, dos castillos altos en popa y proa, tres palos verticales y bauprés, con aparejo redondo en el mayor y trinquete y con mesana latina”.
El 10 de octubre, tras dos meses y una semana de navegación, la tripulación se siente engañada y con miedo de no volver a ver jamás las costas españolas. Por fortuna, un trozo de madera talada roza el casco de la Pinta y después se recoge un ramo portador de pequeñas flores, lo que indica que la tierra estaba cerca. En la noche del 11 al 12 de octubre todos los ojos escrutan el horizonte y a las 2 de la madrugada, un cañonazo de La Pinta avisa del avistamiento de tierra firme. Al salir el sol, la visión era maravillosa. Los marinos pudieron admirar una isla tropical cubierta de una vegetación lujuriante bordeada de playas de arena blanca y en medio de un agua turquesa. Es la isla de Guanahaní (San Salvador, Las Bahamas). El mismo Cristóbal Colón, en su “Diario” hace constar sus primeras impresiones de aquel descubrimiento refiriendo que: «Creo que allí es el Paraíso Terrenal, adonde no puede llegar nadie, salvo por voluntad divina. Y creo que esta tierra que ahora mandaron descubrir Vuestras Altezas sea grandísima y haya otras muchas en el Austro de que jamás se hubo noticia».
Sucedió durante el Primer Viaje
El lunes, 5 de diciembre, la flota del almirante Cristóbal Colón arriba a la isla que va a nombrar como «La Española» (Antillas Mayores), que además de ser la más grande del conjunto de islas del Caribe tiene un probable yacimiento de oro en su interior, por lo que reúne las condiciones buscadas para el asentamiento de su expedición. Nuevamente Colón hace constar en su Diario las singulares características de las nuevas tierras dejando a la posteridad su innovadora visión. Así refiere que: «Las aguas son siempre muy claras y se ve el fondo… Son estas islas muy verdes y fértiles y de aires muy dulces, y puede haber muchas cosas que yo no sé…». Colón enviará un grupo de hombres al mando de Rodrigo de Escobedo («escribano de toda la armada») a la isla denominada Santo Tomás para hablar con el gran cacique que les procurará presentes e información sobre un territorio llamado “Cibao”, que tenía grandes minas de oro. El martes, 11 de diciembre, escribe Colón en su Diario: «Quería ver aquel entremedio de estas dos islas por ver la isla Española, que es la más hermosa cosa del mundo decían que la isla de Bohío era mayor que la Juana a que llaman Cuba…».
El sábado, 24 de diciembre, Cristóbal Colón decide reunirse con el gran cacique de la isla, Guacanagarii, y navega desde el Cabo de Santo Tomás hasta Punta Santa. A las 12 de la noche, la nao “Santa María” encalla en un banco de arena, frente a la referida Punta Santa (hoy, Bahía del Cabo Haitiano) y comienza a hacer agua. Bajaron toda la carga del casco de la nao “Santa María”, intentando que pesara menos y reflotara por encima del banco de arena, pero todos los intentos son inútiles. No ha habido pérdidas humanas, pero la nao ha quedado inservible. Aunque Cristóbal Colón ve en éste desgraciado suceso una conspiración por parte de la tripulación, un mes antes, Martín Alonso Pinzón había partido con La Pinta sin su consentimiento para explorar y descubrir nuevas tierras por su cuenta. Colón teme que vuelva cargado de oro o que parta rumbo a Castilla para apropiarse del descubrimiento, mientras él vaga por la costa en busca de metales o especias que mostrar para dar valor a su viaje, preocupado por la ausencia de su capitán y con ganas de emprender el camino de regreso. Desde esta perspectiva, el accidente de la “Santa María» es una catástrofe porque deja a la tripulación con un solo barco. Pero de pronto, en la angustia, Colón vislumbra la oportunidad: La “Santa María” es un amasijo de tablas, cuerdas y provisiones y Dios ha lanzado este anuncio en Nochebuena, porque quiere que los españoles construyan un fuerte y permanezcan en la isla. El 26 de diciembre, el Almirante acuerda una alianza con el cacique Guacanagarii, toma los restos y el armamento de la nao “Santa María” y comienza a construir un fuerte que va a llamar “Villa de Navidad”, en recuerdo del día del naufragio. La nao “Santa María” iba artillada con cuatro lombardas de 10 centímetros de calibre y 1,50 metros de largo, con proyectiles de piedra. Durante los 9 días siguientes se lleva a cabo la limpieza del terreno y la deforestación de la zona. Después construyen un foso que rodea un espacio interior, donde sitúan cabañas de madera y una torre fortificada. El fuerte está localizado frente al lugar del naufragio, entre la desembocadura del río Guárico y la Punta de Picolet, en la costa noroccidental del moderno Haití.
Colofón
El día 5 de Enero, regresa Martín Alonso Pinzón con algo de oro y noticias de nuevas exploraciones. Cristóbal Colón decide retornar a España con las dos naves restantes (las carabelas La Niña y La Pinta), dejando en el fuerte a 39 hombres armados con provisiones suficientes (bizcocho y vino, semillas, etc.) para que lo esperaran y a las órdenes del cordobés Diego de Arana, escribano y alguacil de la expedición. También quedaron, como tenientes de Arana, Pedro Gutiérrez, repostero de estrado del rey Fernando II de Aragón y criado del despensero mayor, y el segoviano Rodrigo de Escobedo, escribano de la armada y sobrino de fray Rodrigo Pérez. Un zurgiano, Maestre Juan, para curar llagas, un carpintero de ribera, un calafate, un tonelero, un artillero y un sastre. Un real documento firmado por los Reyes Católicos en Medina del Campo el día 28 de Febrero de 1.494 y dirigido a Juan de la Cosa, especifica que: “Acatando algunos buenos servicios que nos habedes fecho esperamos que nos faredes de aquí adelante, especialmente porque en nuestro servicio e nuestro mandado fuisteis por maestre de una nao vuestra a los máres del océano, donde en aquel viaje fueron descubiertas las tierras e islas de la parte de las Indias e vós perdisteis la dicha nao e por vos lo remunerar e satisfacer, por la presente vos damos licencia e facultad para que vós o quien vuestro poder hobiere, podades sacar de la cibdad de Jerez de la Frontera o de otra cualquier cibdad ovilla o lugar de Andalucía 200 cahices de trigo”.