EL FARO
El titular de la tarjeta bancaria es un varón de 69 años con problemas de salud el cual conoció a una mujer con la que entabló una amistad. Posteriormente y en tan solo cinco meses, su cuenta pasó tener un saldo de más de 72.000 euros a encontrarse en números rojos
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a una mujer de 55 años con antecedentes policiales por otro hecho de características similares, a la que se le atribuye la presunta autoría de un delito de estafa mediante el uso reiterado de la tarjeta bancaria propiedad de un amigo de 69 años enfermo, cuya cuenta bancaria pasó de tener más de 72.000 euros a estar en números rojos.
La investigación comenzó tras recibir la denuncia del perjudicado y su hija
Las investigaciones se iniciaron una vez que la víctima, un señor de 69 años con problemas de salud, junto con su hija, realizaron una denuncia en la que daban cuenta de que cuando la hija se personó en el domicilio de su padre para asistirlo por una enfermedad, observó varios documentos con extractos bancarios que mostraban como le habían vaciado la cuenta, pasando de tener más de 72.000 euros de saldo a estar en números rojos en un periodo de tiempo de unos cinco meses. En ese momento tuvo conocimiento de la existencia de una nueva amiga de su padre que frecuentaba su domicilio en el periodo coincidente con los reintegros, e indagando, llegó a percatarse de que habían borrado su número de teléfono de los contactos del teléfono de su padre.
Agentes del Grupo de Hurtos de la Comisaría de Distrito Norte de Granada iniciaron las gestiones y, entre otras averiguaciones, tuvieron conocimiento de que tanto la víctima como una señora, frecuentaban algunos establecimientos y en concreto en uno de hostelería solían desayunar o tomar consumiciones, siendo la mujer quien abonaba la cuenta pero siempre con la tarjeta de crédito del varón. En cuanto a la forma de que ésta pudo obtener el número pin de la tarjeta, lo más probable es que lo viese en alguna ocasión en él lo introdujo al realizar algún pago.
Los policías comprobaron la realización de un importante número de reintegros por el importe máximo permitido en la tarjeta, 1.000 euros, en un cajero situado en las proximidades del que situaron como domicilio de la amiga, la cual una vez identificada, fue detenida como presunta autora de un delito continuado de estafa.
Esta no ha sido la primera ocasión en la que la arrestada lo ha sido por sustraer dinero a un varón, ya que en julio del año pasado, agentes del mismo grupo investigador la detuvieron al tener evidencias que apuntaban a que aprovechaba las visitas que hacía al domicilio de un señor de 80 años enfermo, para sustraer pequeñas cantidades de dinero en metálico que el anciano guardaba en casa, llegando a sustraerle al menos 800 euros.
La detenida ya ha pasado a disposición de la autoridad judicial.