¡Urge un exorcismo ya!
Entre nuevas formaciones secesionistas que reivindican la vuelta al medieval reino de Granada, jueces cuasi de la inquisición a quienes Vox se les queda a la izquierda, arzobispos tridentinos que cada vez que abren la boca sube el pan nuestro de cada día -póngase pronto bueno monseñor que Granada no es la misma sin sus filípicas-, inicios de año reuniendo lo más granado del facherío patrio, al son de las fanfarrias de la reconquista, trenes con carcasa del siglo XXI y precios de Wall Street que transitan por vías del XIX, a Granada solo le faltaba un buen aquelarre satánico y ya lo tenemos.
Nos ha venido, nada menos, que de la mano de la iluminación navideña, porque aunque tradicionalmente debiera ser motivo e alegría y regocijo para niños, mayores y sobre todo comerciantes, ahora, por obra y gracia de un alcalde socialcomunista, seguro que además sumo sacerdote del averno, dichas luces se han convertido en una señal inequívoca, de que en Granada estamos invocando a Belcebú, nada menos que desde la plaza del Carmen, sede de nuestro Ayuntamiento.
Ha tenido que ser Vox, faro y guía del occidente cristiano y paladín del patriotismo pata negra, el que junto al algunos ciudadanos ejemplares, alumnos aventajados de Torquemada, hayan dado la voz de alarma, para denunciar la conspiración satánica que amenaza a la catolicísima Granada, con la complicidad de la empresa Ximenez, líder mundial en el sector de la iluminación, que ha sucumbido al hechizo del maligno, Paco Cuenca, colándonos en la iluminación navideña, cruces invertidas con demoníacos seres serpenteantes enroscándose en ellas, lo que sin duda, es el anuncio del inminente advenimiento del anticristo que se adueñará de España, empezando por la ciudad que venció a los últimos moros de Europa.
Menos mal que en su impagable trabajo en pos de la salvación de nuestras almas, Olona y sus celosos centinelas del catolicismo tridentino, a quienes se han sumado fervorosamente las huestes del PP, nos han alertado de que si Lucifer ha puesto sus llameantes y pozoñosos ojos en la muy noble y celebérrima ciudad de Granada, es porque su alcalde se ha convertido en el sumo pontífice del averno en este valle de lágrimas ¡Quien lo diría con esa cara de buena gente que se gasta «El niño de la Chana».
Semejante antesala del apocalipsis se está produciendo mientras el impostor comunista del Vaticano, se reúne con una ministra rojaza de tomo y lomo, nada menos que en la cátedra de San Pedro, quien por cierto acabó sus días en una cruz invertida, como la que ahora ilumina la navidad granadina.
¿Pero es que nadie se ha dado cuenta? ¿Nadie ha atado cabos? Menos mal que están Vox y Macarena Olona para descubrir el complot satánico que nos amenaza y exigir la dimisión inmediata del alcalde, a quien, por cierto, le empiezan a asomar los cuernecillos y las pezuñas de su señor Satanás.
Impagable la tarea de las escuadras granadinas de Vox, con su centurión Onofre a la cabeza, enviando un pergamino a la sede de Ximénez Group, en la villa de Puente Genil, alertándoles del hechizo de que son víctimas, para colarnos el anticristo en la iluminación navideña. Lástima que en Zaragoza, donde el PP gobierna con su ayuda, no hayan estado tan vigilantes y las mismas satánicas luces que alumbran malignamente las calles de Granada, lo hagan sacrílegamente junto a la Virgen del Pilar.
Me cuentan que al recibir la noticia, la exitosa empresa multinacional ha entrado en trance, sin saber como Belcebú ha podido poseer a sus diseñadores que iluminan navidades, ferias, carnavales, fiestas y eventos de ciudades como Vigo, Barcelona, Madrid, Nueva York, Moscú, Londres o Dubai. No saben si Luzbel se les habrá colado en sus instalaciones presentes en 45 países de los cinco continentes, o si quizás ya están en marcas como, Tiffany’s, Swarovsky ,o Desigual para las que también trabajan, o quizás en los diseños de iluminación que han recibido de Angel Schlesser, Devota & Lomba o Elio Berhanyer. Algún síntoma de posesión demoníaca debe haber en la sede de Ximénez Group, ya que me cuentan que las carcajadas de quien leyó la carta de Onofre, se escucharon hasta en el Guadalquivir.
Para contribuir a la confusión ya pronosticada en el Apocalipsis: «Debido a la confusión que reinará, por lo menos una parte de los enemigos de Dios se matarán entre sí…», la asociación Satanistas de España, la única de este tipo reconocida oficialmente por el Ministerio del Interior, ha asegurado que contrariamente a lo que piensan los ultracatólicos que se manifestaron este pasado sábado en la Plaza el Carmen contra las demoníacas cruces invertidas que salpican las luces navideñas de la ciudad, ellos no tienen nada que ver, porque dicen que «Las cruces invertidas son uno de tantos clichés popularizados en películas y medios de comunicación que, sin embargo, los satanistas normalmente no utilizan como simbología satánica». No se lo crean, si Macarena dice que no puede traer a su niño a Granada ante semejante amenaza diabólica, es que Satán campa a sus anchas por Plaza Nueva, Bib Rambla y calle Navas, algo menos por la zona norte, porque con los cortes de luz, no hay aquelarre que lo aguante.
Con este panorama no me negarán ustedes que urge un exorcismo, para devolver al redil a esta bendita tierra. No sabemos si la doctrina de nuestra santa madre iglesia, permitirá a una mujer oficiar el exorcismo pertinente, ni si en Vox considerarán a su compañera Olona, «casi tan capaz» como cualquiera de los correligionarios que la acompañan, pero sin duda sería la idónea para expulsar al maligno de esta bendita ciudad y ya de paso del cuerpo de Paco Cuenca, que está el pobre en un sinvivir.
En ausencia del Arzobispo, convaleciente de un accidente de tráfico, que para mi es otra consecuencia de estas luces satánicas. Imaginen el próximo dos de enero, en la plaza Carmen y antes de la tremolación del Pendón, a Macarena como suma sacerdotisa y a su monaguillo Onofre, rociando con agua bendita al alcalde y a las lámparas leds, gritando en latín aquello de: “Te ordeno Satanás, sal de Paco y sus bombillas, siervos de Dios…Te ordeno, Satanás, príncipe de este mundo, que reconozcas el poder de Jesucristo… Vete de esta criatura… Te ordeno, Satanás, sal de Paco y de sus luces, vete, vete en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Durante ese dramático momento, Macarena puede incluso pedir el nombre al diablo que posee la persona.
La sacerdotisa de la España que madruga, podría incluir en el exorcismo, la expulsión de los inmigrantes, la suspensión de las leyes de igualdad y contra la homofobia, el nombramiento como presidente del Tribunal Supremo del juez Piñar, la restauración del derecho de pernada, la obligatoriedad de la enseñanza religiosa, la restauración del Tribunal de Orden Público y la supresión de las comunidades autónomas, aunque ella este dispuesta a ser candidata a la presidencia de una de ellas.
Y ya con esto tendríamos el exorcismo completo y Granada y su alcalde volverían al redil de esa España Una, Grande y Libre que nunca hubieran abandonado, de no ser por esta maldita posesión demoníaca ¡Heeeeeyyy Macarena… Ahá!