EL FARO
- En la operación resultaron detenidas ocho personas a las que se considera presuntas autoras de delitos de tráfico de cocaína, cultivo de marihuana y defraudación del fluido eléctrico
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un presunto clan familiar asentado en Motril, que estaría dedicado al tráfico de cocaína y al cultivo de marihuana. Se han practicado cinco registros domiciliarios situados en la zona de la Huerta Carrasco, presuntamente establecidos como puntos de venta de drogas y han resultado detenidas ocho personas de entre 25 y 58 años, miembros de una misma familia. Se han intervenido más de 79,7 gramos de cocaína, una plantación con 29 plantas de marihuana, 12.770 euros en efectivo, varias joyas y otros efectos relacionados con la actividad investigada.
Detectado un incremento en las actividades de venta y distribución de cocaína en Motril
El estudio y análisis de las diferentes actuaciones e intervenciones policiales sobre sustancias estupefacientes realizados en los últimos meses, permitieron a los agentes de la Comisaría de Motril detectar un notable incremento en el consumo de derivados cocaínicos, lo que relacionaron con un sensible incremento en las actividades de venta y distribución de dicho estupefaciente en Motril. Asimismo, las labores de investigación desarrolladas en relación con las recientes actividades de venta y distribución, permitieron captar, de diversas fuentes y de forma confidencial, cierta información referida a la existencia de diversos puntos de venta de drogas en la zona de la barriada de la Huerta Carrasco. Dichos lugares estarían siendo especialmente prolíficos en las últimas semanas y gestionados por diversos miembros de un mismo clan familiar.
En el mes de enero del presente año, la Policía Nacional inició las pesquisas que permitieron establecer como hipótesis policial que algunos de los más prolíficos centros de distribución de cocaína, en dicha barriada, se localizaba en una serie de viviendas situadas en un bloque en concreto, al parecer, todos ellos regentados por personas vinculadas a la misma familia. Una vez que se centraron los domicilios interesados, se observaron conductas típicas del tráfico de drogas, esto es, gran parte de las personas que accedían a ellos lo hacían por un corto espacio de tiempo, a lo sumo varios minutos, tras lo cual los abandonaban precipitadamente. Durante el periodo en el que se desarrolló la investigación, se llevaron a cabo más de una veintena de aprehensiones de sustancias estupefacientes a otros tantos clientes potenciales de los señalados puntos de venta.
De igual modo, los dispositivos de vigilancia y seguimiento desarrollados, permitieron identificar a las personas presuntamente vinculadas a dichas actividades, así como el modus operandi seguido por el grupo investigado, que estaría caracterizado por la utilización de puntos diferenciados para desarrollar sus acciones, unos estarían establecidos para vender la sustancia estupefaciente, otros para almacenar o guardar la mercancía y el beneficio obtenido por estas actividades, además de otra vivienda dedicada al cultivo de marihuana.
Por último, los agentes llevaron a cabo un total de cinco registros domiciliarios, en los que intervinieron 79,7 gramos de cocaína, 12.770 euros en efectivo, diversas joyas, diversos objetos relacionados con la actividad investigada. Asimismo, localizaron una plantación interior de marihuana dotada de la infraestructura necesaria para favorecer su crecimiento y floración con 29 plantas, que contaba con una conexión ilegal a la red de suministro eléctrico, por lo que también se les considera presuntos autores de un delito de defraudación del fluido eléctrico.
