EL FARO
La alcaldesa, Luisa María García Chamorro, ha visitado hoy el emblemático y popular establecimiento en el que, según su propietario Manuel Moreno, se han arreglado millones de pinchazos de bicicletas de varias generaciones
No habían pasado ni tres años de la finalización de la II Guerra Mundial cuando abrió sus puertas el que, hasta hoy, ha sido el comercio abierto más antiguo de cuantos existen en la ciudad: Ciclo Deporte. Un popularísimo establecimiento que jamás cambió su emplazamiento, la céntrica calle Nueva, y que fue conocido en Motril, España y el Mundo con el apelativo concedido a su fundador y padre de su actual propietario, Manuel Moreno, ‘El Chaquetas’.
Hoy, Moreno se despide, por jubilación, con un auténtico tesoro de imágenes, recuerdos, amigos e historia viva de una ciudad que se resiste a perder su última tienda de siempre. La alcaldesa, Luisa María García Chamorro, ha querido oficializar una visita de despedida “que viene rodeada del cariño de toda la ciudad y de mucho sabor agridulce”.
La alcaldesa ha agradecido a Manuel Moreno toda su dedicación, heredada de su progenitor “y el hecho entrañable de que tengas todo un récord, el de haber arreglado millones de pinchazos a varias generaciones de motrileños, esos mismos que compraron y estrenaron sus bicicletas en este lugar que tenían tan cerca de sus casas y en el que siempre encontraron profesionalidad y amor por el trabajo”.
Junto a la concejala de Comercio, Susana Peña Gómez, la primera edil ha destacado “el valor histórico del legado que nos deja este comercio y su entronque con el devenir de los acontecimientos de la ciudad durante los últimos 73 años”. García Chamorro ha subrayado que “a buen seguro, todos los motrileños tendrán un recuerdo muy especial con este lugar”.
Instalaciones hoy ya casi vacías, con sabor a adiós y el más que merecido descanso de Manuel, que estuvo al pie del cañón durante décadas: “sólo cerré con motivo de la muerte de mis padres y por la jura de bandera de mi sobrino”.
Aún quedan algunas viejas bicicletas; algunas sorprendentes y ya casi olvidadas en la memoria colectiva. Y, con un pinchazo detrás de otro, se fue dibujando en silencio parte del legado humano, popular e incluso histórico de una ciudad que, desde mediados del siglo XX hasta el presente ha cambiado tanto que hoy es irreconocible… menos el significado que, para los motrileños, tiene el nombre de ‘El Chaquetas’.