EL FARO
Supondrá, además, la salinización del acuífero de la vega motrileña
La Asociación Buxus ha presentado alegaciones al proyecto y adelanta que, de no modificarse sustancialmente, lo llevará ante los órganos ambientales europeos y los tribunales si fuese necesario.
El ‘Proyecto de mejora y modernización de la Comunidad de Regantes de Motril, en los términos municipales de Motril y Torrenueva Costa’, promovido por la citada comunidad de regantes y sometido actualmente a trámite de Autorización Ambiental Unificada, pretende la sustitución del actual sistema de regadío a través de acequias por un sistema entubado que supondrá un enorme impacto ambiental que afecta a la calidad de las aguas subterráneas, los ecosistemas dulceacuícolas e, incluso, al paisaje y el microclima de la zona, según denuncia Buxus.
Básicamente, el proyecto presentado afecta a los más de 200 km de acequias que con un caudal de 1058 l/s abastecen a 1946 Has de regadío tradicional. El entubamiento de estas acequias supondrá un conjunto de graves impactos.
La red de acequias de la Vega de Motril constituye uno de los patrimonios culturales y ambientales más importantes del municipio. No puede entenderse Motril ni su historia sin sus acequias que regaron la vega y abastecieron a la ciudad. Constituye un patrimonio cultural que presumiblemente se remonta al siglo VIII y del que tenemos constancia escrita desde el siglo XVI. A ella y a su relación natural con la vega se encuentra ligado el desarrollo de la ciudad, su industria, su sociedad y su cultura que incorpora un rico patrimonio etnográfico, referido a enseres, oficios, técnicas de cultivo, herramientas y, por supuesto, una enorme y singular riqueza lingüística asociada a ella, manifiestan desde la asociación.
Desde el punto de vista ambiental constituye un complejo sistema ecológico de casi 2000 Has. que ofrece áreas óptimas para la reproducción, alimentación y refugio de una comunidad faunística altamente diversificada (anfibios, reptiles, diversos grupos de aves, mustélidos, micromamíferos, ictiofauna) que los utiliza además como corredores de biodiversidad. Contribuye a la creación de un microclima húmedo debido a la extensión de la superficie de canales, posee un importante papel hidrogeológico, ya que el agua que se infiltra como consecuencia de los excedentes de riego contribuye a la recarga de los acuíferos, y representa la principal red de evacuación de aguas pluviales del municipio, de tal modo que, sin su intervención, sería imposible desaguar la escorrentía de gran parte del territorio.
«Las acequias contribuyen a crear un paisaje único por la presencia continua de vegetación y de agua, apoyado en muchas ocasiones en caminos asociados que constituyen espacios de uso y disfrute para los ciudadanos, de una gran belleza, también de incidencia turística», señalan.
Son, así, herramientas de adaptación al cambio climático, que nos dan una gran variedad de servicios ambientales fundamentales que fomentan la captura y almacenamiento de CO2, generando también confort térmico y, por lo tanto, reducción del uso de energía. Reducen los riesgos por fenómenos hidrológicos extremos, y crean beneficios psicológicos y sociales sobre la salud, subraya Buxus.
Diferentes estudios de la Universidad de Granada han puesto de manifiesto la importancia del actual sistema de regadío en el mantenimiento de las aguas subterráneas del acuífero de la Vega de Motril y en la contención de la salinización. Su modificación pone en riesgo esta enorme reserva de agua de 50 km2 de extensión y más de 60 millones de metros cúbicos de agua. De acuerdo con estos datos, el actual sistema de regadío aporta una recarga próxima a los 10 millones de metros cúbicos anuales y su cese haría avanzar la cuña salina hasta 600 metros hacia el interior, afectando gravemente a la calidad de las tierras e impactando directamente contra el espacio natural protegido de la Charca de Suarez, donde se reproducen más de 200 especies de vertebrados algunas catalogadas como «en peligro de extinción» como a focha moruna o el fartet, argumenta la asociación ecologista.
El proyecto propone como solución la construcción de una tubería de abastecimiento hasta la charca de Suárez con un caudal de 0,6 l/s que pretende sustituir los casi 300 l/s de infiltración que actualmente recibe el acuífero lo que resulta claramente insuficiente para la viabilidad del sistema.
La Asociación Buxus entiende que el proyecto podría ser viable si se incorporan algunas medidas correctoras tales como el mantenimiento de una red de acequias principales por las que discurra un caudal ecológico suficiente que permita el sostenimiento de las comunidades de flora y fauna, realice las funciones de recarga del acuífero y sostenga el actual régimen hídrico de la Reserva Natural Concertada Charca de Suárez, así como de su calidad química.
Este caudal puede proceder de los ahorros de consumo procedentes del entubamiento de las acequias y su cálculo debe realizarse con rigurosidad, aplicando las herramientas existentes y, si fuese necesario, mediante la instrumentación de la zona afectada, fijando el periodo de tiempo necesario para la recolección de datos y el ajuste del modelo. Para ello creemos imprescindible la participación del Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada que lleva años trabajando en la zona.
«Llamamos la atención de la administración ambiental de la Junta de Andalucía y el ayuntamiento de Motril sobre la trascendencia e impacto de este proyecto, que puede causar graves afecciones ambientales y que requiere de un control exhaustivo», avisan.
La Asociación Buxus recuerda que la Charca de Suárez se encuentra inscrita en el Inventario Español de Zonas Húmedas con el número IH614006, publicado en el BOE de fecha 14/2/09, es Reserva Natural Concertada y que tanto el espacio como las especies protegidas existentes en el ámbito de la Vega de Motril se encuentran sometidas a lo recogido en la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y la Fauna Silvestres de Andalucía. De no incorporarse las medidas propuestas, esta asociación defenderá los valores ambientales de estos espacios ante los órganos ambientales de la Unión Europea y los tribunales si es necesario, concluye el comunicado de la asociación.