José Manuel González/EL FARO
Este miércoles 18 de agosto de 2021 se cumplen 21 años desde que se produjo la extraña desaparición de María Teresa Fernández
María Teresa Fernández Martín desapareció el 18 de agosto del año 2000, por lo que se cumplen 21 años sin saber nada de su paradero, a pesar que la Policía Nacional en los últimos años no ha dejado de indagar, buscar e investigar nuevas pistas que pudieran esclarecer este caso que, por otra parte, traumatizó a toda una familia desde su punto de partida y, por consiguiente, a todos sus paisanos de la ciudad de Motril.
María Teresa tenía 18 años cuando despareció y estaba en la Avenida de Andalucía de Motril, en un semáforo a doscientos metros de una parada de autobús, junto al Cerro de la Virgen. Eran las nueve y media de la noche y su padre la acababa de llevar en coche hasta allí, porque iba a encontrarse con unos amigos para marchar hasta el recinto ferial y ver un concierto -que nunca llegaría a presenciar- con motivo de las fiestas patronales del año 2000.
Su padre le ofreció dinero, pero ella ya llevaba 2.000 pesetas de las de entonces y dinero suelto, y le dijo que no le hacía falta más. Mientras esperaba el autobús, envió un mensaje a su novio, que trabajaba en un bar junto a la playa, en el que le decía “Puede que tarde, pero voy. Espérame”.
María Teresa, en aquel año de su desaparición, era delgada, medía 1.70 metros y tenía el cabello rubio y largo. Llevaba un pantalón largo de color burdeos, una camiseta de tirantes azul marino y unas deportivas.
EL FARO, con motivo de tan triste fecha, recoge una vez más las palabras de la familia, en este caso, de la madre de la joven, Teresa Martín, quien relata desde la más absoluta tristeza, “un año más sin María Teresa, ya hace 21 años que nos la arrancaron de nuestro lado, cuántas lágrimas derramadas, mi niña dónde estás. Por qué Dios mío, por qué, mi hija pequeña, la alegría de mi casa, con ella se me fue parte de mi corazón, desdé entonces te estamos buscamos sin parar, nuestra vida no es la misma sin ti”, explica Teresa, dirigiéndose a su pequeña.
“Lo peor que le puede pasar a unos padres es la desaparición de una hija, esta situación es desgarradora, el dolor y el sufrimiento te consumen poco a poco; mi niña quiero que sepas que siempre estás en mi pobre corazón, que cada día se hace más duro vivir sin saber de ti, papá y mamá te echamos mucho de menos, necesitamos saber dónde estás, y que el tiempo que nos queda de vida podamos descansar un poco sabiendo dónde estás”, remarca Teresa Martín.
La madre de Teresa Fernández, concluye su desgarradora situación, implorando, “pido cada día al cielo saber dónde estás mi niña, te queremos tanto que seguir viviendo sin ti se nos hace cada día más difícil, pero una cosa puedes tener clara hija mía, mientras tengamos un hilo de vida te seguiremos buscando, allí donde estés. Te mando un abrazo enorme y un beso de esos que tú nos dabas y que tanto echamos de menos, papá y mamá».
Monolito
El Ayuntamiento de Motril prepara la colocación de un monolito en recuerdo de María Teresa, quien desapareció hace 21 años este miércoles, 18 de agosto, en una céntrica calle del municipio costero cuando se dirigía a encontrarse con un grupo de amigos.
Así lo ha indicado su padre, Antonio Fernández, quien ha detallado que el homenaje será extensivo a otros desaparecidos en España con la previsión de que el monolito pueda ser inaugurado el próximo 9 de marzo, Día de las Personas Desaparecidas sin Causa Aparente.
La familia ha pedido que la escultura se instale a los pies del Cerro de la Virgen, en las inmediaciones de la Oficina de Turismo donde se vio por última vez a la joven, cuya habitación en la casa familiar se conserva tal y como cuando ella estaba, ha detallado Fernández, quitando un cambio de cortinas, y la pintura de las paredes en «el mismo color».
Paseo de los desaparecidos
El recuerdo de la joven motrileña desaparecida, María Teresa Fernández Martín, también está muy presente en la ciudad de Murcia, donde se ha inaugurado, a principios de julio, el Paseo de los Desaparecidos, en el que se han instalado placas con los nombres de personas que sus familias siguen buscando tras años de ausencia inexplicable.
Una de las placas lleva el nombre María Teresa y su fecha de desaparición (18-08-2000), “ha sido un día duro pero muy emotivo, porque siempre que se recuerde a los desaparecidos es un paso más para que no queden en el olvido” ha manifestado Teresa Martín, madre de la joven motrileña, quien ha estado acompañada por su esposo Antonio Fernández, el padre.
La búsqueda incesante
Desde el primer momento de la desaparición, transcurridas 48 horas, sus padres iniciaron una campaña de búsqueda, repartiendo carteles con su fotografía por todas las comunidades autónomas, manifestaciones multitudinarias mensuales para evitar que el caso cayese en el olvido. También contactaron con pescadores y camioneros para que llevasen la imagen de su hija a todos los rincones del país y anunciaron recompensas en páginas web a quien aportara pistas sobre su paradero.
Desde el inicio, los padres de María Teresa, Antonio y Teresa, descartaron la posibilidad de que su hija se escapara de casa, porque no había razones para ello.
La policía continúa con la investigación mientras han ido pasando las semanas, los meses y los años hasta alcanzar el vigésimo sin saber nada de su paradero y, en principio, sin tener aparentemente nuevas pistas que puedan llevar hasta su localización para que la familia, especialmente, sus padres y hermanas puedan descansar y rebajar la tensión, la angustia y el drama que les acompaña desde aquel fatídico 18 de agosto del año 2000.
El caso no está ni mucho menos en el olvido, pues la Policía Nacional sigue pendiente de cualquier indicio, por lo que la esperanza se mantiene viva mientras a la espera de una pista certera que pueda esclarecer este caso que, desde un principio, está rodeado de muchas incógnitas, dudas y preguntas sin respuestas.