R.E.F.
Las delegaciones de Empleo y Educación implantan un modelo de trabajo, único en Andalucía, que acerca a las aulas la realidad del mercado laboral y ayuda a los estudiantes en la toma de decisiones
Un total de 6.058 estudiantes granadinos de diferentes ciclos educativos han participado en un proyecto piloto de orientación integrada liderado por las Delegaciones Territoriales de Empleo y Educación de la Junta en Granada que previene el abandono escolar temprano y el desempleo, conecta los centros educativos con la realidad del mercado laboral y dota a los escolares de las herramientas necesarias para gestionar su trayectoria educativa y profesional de forma autónoma. Son algunas de las claves del Modelo de Orientación Integrada, implantado en la provincia con gran éxito y cuyos resultados han sido presentados esta mañana por la delegada territorial de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo y directora provincial del SAE, Virginia Fernández, junto a los coordinadores del proyecto, María José Calvo, en representación de la Unidad propia del SAE Severo Ochoa y Miguel Ángel Gómez, del Equipo Técnico Provincial de Orientación Educativa y Profesional de la Delegación de Educación y Deporte.
Según ha explicado la delegada, hace siete años los dispositivos de orientación de ambas delegaciones establecieron una alianza para desarrollar un sistema integrado de información y orientación profesional que permitiese la coordinación y complementariedad de los recursos existentes. “La idea era establecer un sistema de trabajo colaborativo que facilitase al alumnado de Formación Profesional, de la Educación Obligatoria Secundaria y de la Formación Permanente conocer el funcionamiento del mercado laboral, ayudarles a explorar y desarrollar sus capacidades como futuros trabajadores, sus motivaciones e intereses y acompañarles de forma integral en un proceso de orientación para su desarrollo laboral y profesional. Este modelo, que comenzó a gestarse en 2014 y que desde 2017 ya está plenamente implantado en Granada, guía y apoya a las personas a lo largo de toda su vida dotándoles de las herramientas necesarias para enfrentarse a la toma de decisiones tanto durante su etapa educativa como en su posterior acceso al mercado laboral.
Esta iniciativa se ha materializado a través de diferentes proyectos adaptados al perfil, las familias profesionales cursadas y edad de los alumnos: los orientadores laborales y educativos han trabajado tanto en los centros de Educación Permanente como en institutos impartiendo talleres especializados y de entrenamiento en la búsqueda de empleo, motivacionales y de conocimiento laboral para alumnos de la ESO, entre otros. En total, hasta la fecha se han realizado 1.112 actuaciones dirigidas a alumnos de 4º de ESO, FP Básica, FP de Grado Medio y Superior y alumnos de Formación Permanente; en ellos han participado 387 profesionales de la orientación de los ámbitos educativos y laboral y un total de 6.058 estudiantes granadinos (1.584 de ellos sólo durante el curso 2020/2021 marcado por la pandemia). En cuanto a los proyectos desarrollados en los centros, los coordinadores han citado algunos como ‘Tres pasos’, ‘Ventanas’ o ‘La hora de los valientes’, enfocados a vivir la experiencia de búsqueda de empleo a través de un proceso de selección simulado, al conocimiento de las exigencias del mercado laboral y las motivaciones más productivas o las competencias más demandadas por las empresas.
Un ejemplo para otros servicios del país
Además, la delegada ha celebrado que la experiencia y los resultados de este Modelo de Orientación Integrada puesto en marcha en Granada han sido tal que fue uno de los siete proyectos elegidos de los 60 que se presentaron en el Primer Laboratorio de Innovación de la Junta de Andalucía (INNOLAB). También fue seleccionado como ejemplo de buenas prácticas en las pasadas Jornadas de Orientación Profesional celebradas en Madrid y que reunieron a las mejores iniciativas de los servicios de orientación públicos de todo el país. Virginia Fernández se ha enorgullecido de que “este hito haya supuesto que muchos servicios de orientación nacionales hayan puesto sus ojos en el modelo creado y desarrollado en Granada con intención de conocer su método y sistema de trabajo. Pero es que también, la propia Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Educación, ya nos ha trasladado su deseo de exportarlo al resto de provincias andaluzas”.
Estos reconocimientos demuestran la eficacia de un sistema de orientación integrado con sello granadino que en pocos años ha mejorado tanto la coordinación de todos los dispositivos públicos de la provincia implicados en esta materia como el servicio prestado al colectivo de estudiantes, guiándolos laboralmente durante su etapa educativa y entrenándoles para adquirir las competencias y actitudes que exige hoy en día el mercado de trabajo.
Colaboración y respeto mutuo
Por su parte, los coordinadores del proyecto han detallado que en el mismo han participado las 15 Unidades Propias de Orientación del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y el Equipo Técnico de Orientación Educativa y Profesional de la Delegación de Educación “aunando esfuerzos, estrategia y sistema de trabajo para ofrecer un servicio de orientación de calidad a los ciudadanos”. Según han explicado, estos servicios, tanto en el ámbito laboral como en el educativo, ya existían pero no intervenían en los mismos ciclo de vida de las personas que requería esta atención: los orientadores educativos trabajaban con los estudiantes durante su etapa formativa, mientras que los laborales intervenían una vez que estas personas cerraban su ciclo educativo y acudían a las oficinas del SAE en busca de orientación.
Según ha añadido María José Calvo, “vivimos en un mundo en continua transformación de conocimiento, social y tecnológico que fuerza a los ciudadanos a enfrentarse a múltiples transiciones, lo que dificulta la toma de decisiones y que, a veces, se traduce en abandono escolar, desempleo o colectivos en riesgo”. Conscientes de ello, este proyecto nació al amparo de una normativa europea, nacional y autonómica en la que se hacía mención a esa necesidad de crear una estructura común de orientación. “En el año 2014, nadie había empezado a trabajar siguiendo esta idea, por lo que para nosotros ha sido un honor ser de los primeros en establecer un modelo integrado de distintas estructuras que se han alineado para participar en un proyecto común a nivel institucional, político y técnico implicando a los profesionales de la orientación en toda la provincia de Granada”.
Por otra parte, Miguel Ángel Gómez ha subrayado que “nuestro proyecto de vida es un proceso inacabado que pretende la búsqueda de la mejora infinita, experimentando el presente para viajar al futuro, de ahí el seudónimo de ‘Infinitando’, nombre inicial del proyecto piloto». En su fase embrionaria, en 2014, “sentamos a 234 orientadores educativos y laborales, los escuchamos y dimos voz a sus necesidades, les formamos y creamos la primera comunidad de prácticas de Granada. Fue la semilla de todo lo que ha ocurrido después”.
Esta iniciativa también ha contado con la opinión de los centros educativos y agentes económicos y sociales de la provincia tras su participación en las mesas sectoriales de formación, de donde se extrajeron el pasado año y por primera vez los perfiles profesionales que buscaban hoy en día las empresas granadinas para poder diseñar la programación de los cursos de Formación Profesional para el Empleo (FPE).