LOS CUENTOS DE CONCHA

TANTO LA QUERÍA

CONCHA CASAS -Escritora-

Se mordió los puños, se tomó tres cervezas, encendió  todos los cigarros que había jurado no volver a fumar, miró el reloj hasta casi desgastarlo, esperó angustiado dominando sentimientos antiguos y apegos ancestrales, intentando apartar de su mente la imagen de ella en brazos de su amigo.

La había conocido cuando los sueños apenas si han sido esbozados, cuando todo es posible todavía, y la rutina no se ha empeñado en destruir lo que casi ni se ha construido, cuando la palabra amor ocupa todo el espacio, un espacio que con ella había conseguido mantener. Vivía para ella y ella lo hacía para él.

Cada uno había cargado con sus experiencias, todavía escasas y las habían sumado en su pequeño haber. Con él conoció las primeras caricias y solo las manos de él despertaron en el cuerpo de ella, sensaciones tan plenas de vida, que se le antojaron cercanas a la muerte. Él le hablaba de otros cuerpos, de otras caricias, y de otros momentos robados al éxtasis. Y de tanto contarle y tanto hablarle, ella acabó añorando lo que no conocía, y por eso, entre los dos, ese día acordaron poner remedio a lo que la atormentaba y por eso él se mordía los puños y por eso también, encendió todos los cigarrillos que nunca pensó que se iba a fumar, porque ella estaba acumulando experiencias, para luego compartirlas con él.

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