HABLEMOS DE OTRAS COSAS
Voy a intentar no escribir del “bicho”, maldito bicho.
Mi Motril sigue peor que nunca. Los comerciantes cerrando cada vez más. Las calles dan pena verlas, vacías, muertas, fantasmas… da miedo, o casi el ver a las personas, las pocas que se atreven a salir, deambulando, como perdidos, como zombis, por las calles. Los hosteleros, quejándose, cada vez más. Esos no cambian. Siguen haciendo más leña del árbol caído.
Nos quejamos, no sin motivos, de que la mayoría de los propietarios de los locales, no quieren renegociar los alquileres. Cosa ésta, hasta normal, es lógico, que nadie quiera perder un duro, ni aún haciéndose conscientes, haciéndose participes, de las circunstancias tan especiales, las que nos han tocado vivir. Pero ellos, los arrendatarios, los hosteleros, siguen pensando con la mentalidad de siempre. Para hacer un duro, de más, se lo quitan al empleado. Ya sea del salario, ya sea del seguro, ya sea… sabe dios y ellos de donde. El caso es ganar, ganar y volver a ganar… -como decía “el sabio de…” no sé donde, no me acuerdo-.
De otra parte, los trabajadores, léase camareros, personal de cocina, cocineros… gentes de gremios aparejados a la existencia y necesidades de de ésta, etc., no saben ya de donde van a vivir. Los sueldos cada vez más escuetos, y las facturas y los “debe” cada vez puntuales a su cita; las horas, cada vez más apretadas, en fin, un dislate…
Si algunos, han podido, subsistir, gracias a estar en el paro o en ERTE, otros, la mayoría, que trabajaba en negro; sí, señores, sí, no me hagan mohines ni aspavientos, es algo que todos conocemos y que todos hacemos la vista gorda; “trabajo en negro”, es decir, que no estaban ni siquiera dados de alta, y por lo tanto, no pueden cobrar NADA, no puede percibir ni un mal euro…, se han convertido en unos parias, inexistentes, pues no interesa el reconocer su existencia en éstos lares. Y que sin embargo, se ven obligados a subsistir como pueden, o convirtiéndose en una lacra que necesita cada día más.
“De éstos barros, estos lodos” que dice el dicho, o el refrán, como me gusta decir a mí.
Si tiempo atrás no hubiésemos hecho la vista gorda, sea quien sea quien tenia que haber puesto limite a tal existencia, ante la situación que se estaba creando, ahora no estaríamos tan apretados, tan necesitados.
Todo, vamos, casi todo, o al menos en su gran mayoría, sigue igual, sigue sin esperanza de ningún tipo. Pues la vacunaciones, que van a paso de tortuga, o eso dicen, pero tampoco garantizan nada, es raro el día, que a alguien no le da una trombosis, u otros efectos secundarios. Ahora salen diciendo que una de ellas, las vacunas, necesitará de una tercera dosis, es decir, un tercer pinchazo, esto es de locos, de verdad, de locos. Si es que no se aclaran. En fin, ya veremos en que queda todo esto. ¡O no!
De otra parte, como decía al principio, no quiero hablar de la pandemia, palabreja esta que nos hemos aprendido bien. Pues como digo, voy a intentar escribir de otra cosa. Motril, como recientemente señalaba una formación política, parece que ha contratado una alfombra verde para sus calles; o cuando menos, esa es la sensación que dan algunas de ellas, cuando se pueden ver, y pisar, cientos, por no decir miles, de hierbajos, matas en algunos casos, brotando por entre sus adoquines, o asfaltos, o fachadas… De pena, vamos, Motril y sus calles, están de pena, y la señora, haciéndose fotos y más fotos en los lugares que visita. Que no dejan de ser los lugares por ellos, y su equipo, escogidos, y que casualmente, siempre coinciden con lugares, relucientes y bien cuidados. Cuando no con la nueva apertura de algún negocio adicto al ¿régimen?
Mientras otros, aprovechan las circunstancias y se están haciendo de oro. Y si no, como estoy harto de decir, cuando todo esto pase, cuando esto termine, pues tiene que terminar alguna vez; solo habrá que preguntar a algún lugareño, a quien pertenece una casa, cualquiera, o un local, o una cochera, o un ático… veremos y comprobaremos una vez más como: “de toda crisis, salen unos beneficiarios”, beneficiarios éstos, que casualmente coincidirán con los mismos de siempre, o sea: “los que pueden”, lo que han podido, y podrán… siempre, en todas las crisis es igual…
Pero bueno, todo pasa, y lo nuestro es pasar… Que decía la copla: Pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar…
Un abrazo, como no, cariñoso y, por supuesto, VIRTUAL (ya queda menos). Animo. ¡Ah! Y por favor, no lo olviden… INTERACTUEN.
PD: El título, es más una petición que un encabezamiento. Está visto que yo no puedo hablar de otra cosa. Lo siento.