Domingo Aº López Fernández
Cronista Oficial de la ciudad de Motril
En este día, la junta de gobierno de la hermandad del Gran Poder ha querido recordar la estación de penitencia de sus jóvenes asociados
Tradicionalmente, desde hace unos años, el sábado de pasión siempre ha estado ligado en Motril a una procesión infantil que recorría el barrio de las Monjas con dos pequeñas imágenes bajo la advocación del Santísimo Cristo de Burgos y María Santísima de la Trinidad. Esta sencilla manifestación de fe venía a actuar como una corporación cofrade con todas sus reglas, aunque sin gozar de institución patronal, de forma que en el año de 2012 pudo quedar integrada en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en sección de grupo joven. Su salida siempre ha sido fijada para la tarde del sábado de pasión, día que todos sus integrantes recordaban ayer, pues por segundo año consecutivo no han podido efectuar su ejercicio penitencial. Sin embargo, los pequeños no olvidan sus principios y la institución de la que dependen, y este año han decidido mostrar a sus titulares en la casa hermandad a modo de paso procesional, hecho que han trasladado al director espiritual de la cofradía para que les honre con sus oraciones. Durante toda la tarde la casa hermandad ha permanecido con sus puertas abiertas para recibir la visita de sus jóvenes componentes, vecinos y fieles en general. En este aspecto merece la pena destacar la ofrenda que ha realizado una joven hermana de cuatro años de edad, Sarayma, quien vestida de mantilla ha depositado un ramo de flores sobre el altar de sus titulares.
En este día, la junta de gobierno de la hermandad del Gran Poder ha querido recordar la estación de penitencia de sus jóvenes asociados y ha solicitado la bendición de su director espiritual, D. Alberto Sedano. Por ello, tras concluir la función principal de instituto de la hermandad de la Santa Cena, el párroco se ha podido trasladar hasta la casa hermandad del Gran Poder para seguir el ritual. Previamente, dos jóvenes componentes, han cantado “la Saeta”, el poema original de Antonio Machado, momento en el que los sentimiento de los hermanos han brotado a flor de piel. Posteriormente el párroco ha entonado sus oraciones, rogando igualmente por todas las personas que en estos momentos de pandemia están pasándolo mal, así como a los enfermos y desvalidos. Finalmente, Adrián Sabio, capataz del paso del Cristo de Burgos, ha reproducido una sentida marcha procesional en el interior de la casa hermandad para dar por finalizado el acto.
Posteriormente, el director espiritual de la hermandad se ha desplazado hasta la iglesia de las RR. MM. Nazarenas para departir con la comunidad religiosa unos breves minutos y proceder igualmente a entonar los rezos de rigor. Emotivo acto, pues el llevado a cabo por el consiliario de las cofradías motrileñas en el seno de la hermandad del Gran Poder, señera corporación cofrade del miércoles santo en la que prima el sentido de mortificación y penitencia al momento en el que la oscuridad de la noche comienza a hacer brillar la luz del amanecer.