SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
Como a un alto porcentaje de la población le pasó durante el confinamiento yo también cogí unos kilitos de más, 5, sumados a los 4 que ya me sobraban…. No creo que fuera el bombón diario que me impuse desde el día 1 de confinamiento, junto con el café de las cuatro, para endulzar un poco el encierro. Yo hacía deporte, no abusaba de las comidas y ni un bizcocho hice, así que sin duda alguna, la tranquilidad es lo que me hizo engordar. Llegado el verano llevé a cabo una proeza que jamás volveré a repetir, aunque tuvo sus frutos, ¡ponerme a dieta en pleno mes de julio! con el veranito por delante (tapeos, comidas familiares, chiringuitos,…). A dieta hay que ponerse en marzo, como Dios manda.
Una de esas noches de verano, yo, persona inquieta, apasionada de mi trabajo, con una necesidad de evolución constante le decía a mi marido: ¿Sabes?, me apetecería hacer algo interesante, darle un enfoque nuevo a mi profesión. ¡Pedid y se os dará! dicen. A la mañana siguiente, abro Facebook y justo me asalta un anuncio de Fisiochallenge que decía algo así como: ¡No dejes pasar esta oportunidad, últimas horas para que te apuntes al «Reto de 21 días que transformará tu vida»!. Sin saber muy bien de qué se trataba no lo pensé dos veces y pulsé con el ratón el botón que decía «HAZ CLICK aquí». El reto consistía en recibir cada día una ponencia y una masterclass práctica de métodos punteros en fisioterapia basados en el movimiento y la terapia, impartidas en algunos casos por los creadores de dichos métodos, y en otros por personalidades relevantes a nivel nacional e internacional. Emocionada comienzo el día 1 del reto. A las 8 de la mañana (hora que me impongo para que no interfiera con el resto de actividades de la jornada) me planto como un clavo delante del ordenador. Fran Tarantino, fisioterapeuta creador de Fisiochallenge, nos da la bienvenida y nos presenta su método: «Entrenamiento Propioceptivo”, del que ya soy entrenadora avanzada. Día a día vamos conociendo a cada uno de los ponentes, tanto en su trayectoria profesional como personal, aspecto que hace más interesante el reto. Desde el primer momento realizo todas las clases prácticas sintiendo en mi propio cuerpo las ventajas de cada método, clases que sigo practicando incluso después de terminar el reto, mientras continuaba con mi plan dietético. Mi sorpresa fue cuando, habiendo perdido 4 kg y mirando una foto comparativa con el inicio de mi dieta, parecía que había perdido 12 kg y no 4 como realmente perdí; aparte del aspecto mucho más tonificado de mi cuerpo así como la mejora de mi postura. Y no sólo eso, había perdido ¡8 cm de cintura! (lo normal es perder 1 cm por cada kg de peso) .Pero además, mi lumbalgia crónica, que me obligaba a acudir con frecuencia a mi fisioterapeuta, desapareció y hasta hoy. Evidentemente estos resultados me animaron a realizar algunas de las increíbles formaciones que acababa de descubrir: Entrenamiento Propioceptivo, Easy flossing y los tres niveles del método Low Pressure Fitness, maratón de cursos cuyos conocimientos empiezo a aplicar desde el minuto uno en mi consulta de fisioterapia, disfrutando de los beneficios que voy obteniendo en mis pacientes y que ya estaba comprobando por mí misma. Pasados unos meses, terminadas todas las formaciones, integrados prácticamente todos los conocimientos en mi consulta diaria y yo con 9 kg menos de peso y 17 cm menos de cintura puedo concluir que, realmente Fisiochallenge, el reto de 21 días transformó mi vida, no solo a nivel profesional sino también a nivel personal.
Gracias Fisiochallenge, gracias Fran Tarantino. Y gracias al Universo, a Dios o a lo que sea que escuchó mi petición una noche de verano.