José Manuel González/EL FARO
En la ‘tercera ola’ el centro hospitalario requirió del triple de camas UCI respecto a las que habitualmente dispone un hospital comarcal como el de Motril
La pandemia provocada por el Covid-19 ha supuesto un reto para todo el personal del Sistema Sanitario Público conllevando un cambio estructural y funcional de la mayoría de los centros y unidades tanto en atención primaria como en atención hospitalaria.
En el caso del Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada, constituida por 81 centros de Atención Primaria y un hospital comarcal, una de las Unidades afectadas ha sido el área Quirúrgica, que se ha visto obligada a reconvertirse tanto estructural como funcionalmente para poder dar respuesta a la demanda aumentada de camas de UCI, que en el caso de la “tercera ola” requirió del triple de camas UCI respecto a las que habitualmente dispone un hospital comarcal como el de Motril.
Para poder responder a las necesidades de cuidados intensivos de pacientes NO COVID que requerían de ingreso en UCI, y dado que está estaba ocupada por pacientes COVID, el hospital de Motril adaptó como UCI-2 la zona de Reanimación quirúrgica. Esto supuso una merma de las camas disponibles para los pacientes que se recuperaban tras una intervención y requirió de la intensa colaboración de los especialistas en anestesiología, que han estado apoyando a los médicos Intensivistas realizando labores propias de esta especialidad.
El resultado de todo esto fue una importante reducción de la actividad quirúrgica programada, que obligó al inicio de la pandemia a intervenir tan solo pacientes con patología urgente, con patología tumoral o con patología preferente no demorable y supuso una reducción de la actividad quirúrgica programada al 15%.
Durante los siguientes picos de la pandemia, los de las llamadas “segunda” y “tercera ola”, la reducción de actividad quirúrgica fue menor, realizándose un 30% y un 40% de actividad programada respectivamente. Durante este periodo se realizaron también intervenciones a aquellas personas con patologías que no requerían ingreso hospitalario, además de las urgentes, oncológicas o no demorables.
A pesar de los esfuerzos por ir sucesivamente aumentando la actividad quirúrgica en función de la evolución de la pandemia, la inevitable reducción que se produjo en todo el proceso ha supuesto un aumento del número de pacientes pendientes de ser intervenidos, por lo que el Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada ha puesto en funcionamiento un plan de choque para recuperar toda la actividad quirúrgica que fue aplazada a causa de la pandemia en el hospital de Motril.
El plan, con el que se pretende revertir esta situación, consiste en recuperar la normalidad de la actividad ordinaria de la mañana, y realizar intervenciones también en horario de tarde, incluidos los días laborables de Semana Santa, todo ello si la situación epidemiológica lo permite, de tal manera que se consiga alcanzar una actividad quirúrgica de un 150% respecto a la realizada habitualmente con el fin de ir eliminando poco a poco las esperas acumuladas.