Por, Domingo A. López Fernández
Cronista Oficial de la ciudad de Motril
Fotos: EL FARO
En España, el primer viernes del mes de marzo tiene un nombre devocional, el del Santísimo Cristo de Medinaceli, advocación que representa a Cristo preso y cautivo en el momento en el que es presentado al pueblo por el gobernador romano Poncio Pilatos. Se trata de una devoción muy difundida en nuestra comunidad, pues ciudades como Málaga, Almería, Algeciras o San Fernando, por citar solo algunas, celebran su santoral con gran magnificencia y una fervorosa respuesta de los lugareños. Sin embargo, hay que reconocer que la devoción principal, la matriz, se encuentra en la capital de España, concretamente en la basílica que hoy regentan los RR.PP. Capuchinos, templo en cuyo camarín se venera una antigua imagen con esta advocación que fue rescatada de Marruecos por los Padres Trinitarios.
La devoción al Cristo de Medinaceli se encuentra asimismo muy arraigada en nuestra ciudad dado que fue en el año de 1943 cuando una imagen con esta concreta advocación quedo entronizada en la iglesia Mayor de la Encarnación. La efigie del “Cautivo” llegaba a Motril gracias al gesto altruista de D. Vicente Sevilla Cazorla y Dª Concepción Lachica Cuevas, motrileños residentes en Madrid, quienes habían decidido donarla al templo Mayor de su ciudad junto a numerosos ornamentos para el culto divino. La imagen fue bendecida por D. Salvador Huertas Baena el día 7 de noviembre y fue definida por aquel entonces como una “talla interesante y fidedigna reproducción del famoso Cristo de tan castiza veneración en Madrid”. Hace unas décadas, el entonces hermano mayor de la hermandad de Jesús Preso, Manuel Mota, consiguió conferir al Santo Cristo de Medinaceli una mayor trascendencia en el ámbito devocional, labor que a su fallecimiento fue asumida por el conocido cofrade José Gómez Martín, que es quien hasta ahora desempeña con enorme celo y virtud el legado que le ha sido otorgado.
Pese a las anómalas circunstancias que nos rodean, este año de 2021 la parroquia de la Encarnación ha celebrado un triduo en honor de Jesús de Medinaceli que ha tenido lugar durante los días 3, 4 y 5 de marzo. En los tres días se ha impartido la santa misa a las 20:00 horas de la tarde, aunque el día de su función principal se ha celebrado igualmente en la mañana, a las 11:00, con idea de facilitar la asistencia a los fieles de avanzada edad que no pueden hacerlo en la tarde. Es de resaltar que todos los días la iglesia es puntualmente desinfectada para evitar el contagio del Covid-19 y que durante la santa misa se guarda en los bancos la previsible distancia de seguridad que marcan las autoridades.
Este primer viernes del mes de marzo la iglesia de la Encarnación abría sus puertas a las 9:45 hrs de la mañana, momento en el que ya se encontraban presentes numerosos fieles junto a su pórtico. Como es habitual, el Cristo de Medinaceli ha sido realzado sobre un sencillo altar que han erigido sus tradicionales artífices, José Gómez y Eduardo Rodríguez, junto a la pila bautismal. Además, este año, la imagen ha sido preservada por un cordón de seguridad que ha evitado la costumbre de posar las manos en los pies del Cristo. Durante todo el día ha sido incesante la presencia de fieles para orar junto a la imagen y pedir hoy más que nunca el cese de esta cruel pandemia que está diezmando la población mundial. Es de destacar igualmente que en la mañana se hacía presente en el templo una representación municipal que encabezaba la alcaldesa de la ciudad, Luisa Mª García Chamorro, juntamente con el teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Escámez, la teniente de alcalde de Formación y Empleo, María Ángeles Escámez, y la concejala Susana Peña. Ya en la tarde, a las 20:00 hrs, daba comienzo la eucaristía que ha impartido D. José Albaladejo y que ha contado con la presencia del Coro de las Angustias, agrupación vocal que dirige magistralmente a la guitarra Toñi Ortega y que cuenta ya con más de cuarenta años de existencia. Tras la homilía, el párroco ha invocado la bendición del Santísimo Cristo de Medinaceli y la protección de nuestro Padre San José, cuya imagen se encuentra presente en el presbiterio en conmemoración del año jubilar que le ha conferido el Papa para este año de 2021.
Finalizado el triduo, la iglesia ha permanecido abierta durante largos minutos para dar respuesta a la devoción de los feligreses que han querido dedicar al Santo Cristo de Medinaceli sus últimas oraciones. En esos momentos el organizador, José Gómez, ha dedicado unas breves palabras a EL FARO para trasmitir su gratitud al pueblo de Motril por acompañarle otro año más en estos cultos que por devoción del pueblo ya se han hecho tradicionales. Su valoración no ha podido ser más positiva, pues afirma que “la gente ha respondido fenomenalmente bien ya que a la hora de la apertura de la iglesia había fieles junto al pórtico y desde entonces no han cesado de acudir, incluso a la hora del mediodía en la que el templo no ha cerrado sus puertas. El pueblo de Motril nos ha sabido acompañar con gratitud en la lectura del Santo Rosario, el triduo y la santa misa con que han finalizado los cultos”. Igual de satisfecho se mostraba el párroco de la Encarnación, que ha igualmente ha querido dar las gracias con un sencillo mensaje en el que anima “a no perder la fe en el Cristo de Medinaceli que sigue siendo el Cristo que se entregó generosamente por nosotros y es el Cristo que nos sigue protegiendo y amándonos”. Finalmente Eduardo Rodríguez ha querido resaltar a EL FARO el trabajo que realizan durante todo el año para lograr llevar a cabo esta conmemoración avanzando asimismo que en estos momentos se encuentran inmersos en la tarea de conseguir que el Santo Cristo de Medinaceli pueda salir en procesión al cumplirse su aniversario tras ochenta años de presencia ininterrumpida en nuestra ciudad. No sabemos, dijo, “si la procesión se realizará en el mes de marzo como colofón a su triduo, o en el mes de noviembre para recordar así el acto de su bendición”. En cualquier caso avanzó que siguen laborando por el engrandecimiento de la fe en su sagrado titular y ya han logrado una donación que este año que viene va a fructificar en una nueva peana para su altar.