CARTAS AL DIRECTOR.-
Querida Luisa María García Chamorro:
Me presento, mi nombre es Laura Hernández Villalba, tengo 22 años, nací y vivo en su misma ciudad. Motril.
Con mi más sincero respeto y cariño a toda la población motrileña, me veo en la obligación de remitirle este humilde mensaje. Sé y entiendo por la situación tan dura que estamos pasando, y no quiero reincidir mucho en esto, porque es un tema bucle desde que empezó en marzo, que no es plato de buen gusto para nadie, lo duro y amargo que está siendo todo, también para usted, que desde de su cargo a veces tiene que tomar decisiones por las que estoy segura, a nadie le apetecería decidir. Por eso siempre valoro su trabajo y el de todos los altos cargos, que mejor o peor hacen su trabajo, que es tan digno como cualquier otro.
Después de esta pequeña introducción, no me alargo más de lo que necesito para decirle, que como ya sabe, los motrileños necesitan TRABAJAR. Ganarse el pan de cada día, porque no sé si será madre, pero ahora vienen las navidades, y ya van a ser bastante agridulces, como para que haya familias que no puedan celebrar esta fecha tan señalada. Que no puedan dar a sus hijos o a sus familias lo que, en una situación normal, si podrían darles. O no.
Esta tarde, he cogido mi cámara porque me apetecía subir al mirador de La Gorgoracha y hacer fotos de ese sitio tan bello y que para mí significa tanto. Suelo venir bastante y es un sitio muy transitado por ciudadanos que como yo, vienen a disfrutar de este lugar: niños, ciclistas, senderistas, gente haciendo deporte, personas cuidando su salud más que nunca y respirando un poco de aire puro, que toda esta vegetación nos permite tener. Pero cada día que vengo, me voy un poco más triste.
Siendo sincera yo no soy ejemplo a seguir, no soy la ciudadana ejemplar. Seguramente cometa muchos errores de los que ni sé de su existencia. Falta conciencia global y responsabilidad ciudadana, es cierto. Pero esto a corto plazo es algo que tiene arreglo. Y viendo estas fotos, el corazón se me encoje.
Cree puestos de trabajo, que sean rentables a largo plazo, porque el campo siempre hay que cuidarlo. Porque es lo único que nos queda. Creo que mi mensaje es claro. Y creo que usted lo habrá entendido.
Con todo el cariño hacia el sitio en el que vivo, sea donde sea.
Un abrazo de los que ahora mismo no se los pueden dar.
Laura Hernández, Motril (Granada) 14-noviembre-2020
