NUEVAS MEDIDAS
No me queda otro remedio que volver a hablar, escribir, de lo mismo… De que sino, del maldito bicho, del COVID 19. He tenido oportunidad de leer diferentes artículos sobre el mismo. A cual de ellos más interesantes, e ilustrativos sobre el problema que nos atenaza… Me quedo con algunas notas de varios de estos artículos.
Por ejemplo, estoy de acuerdo que debería existir o haber una auditoria externa; pero una auditoria que no buscase con estos males, o de esta gestión, sino muy por el contrario, una auditoria que aprendiese o mostrase los errores que han podido cometerse, es decir, los errores acumulados. Los políticos, al barrer cada uno para su lado no hacen sino menoscabar nuestro verdadero poder: el poder del conocimiento, ya sea de datos, ya sea de enfermedades, ya sea de lo que fuere…
Como sigue diciendo éste hombre, por otro lado, creo yo, gran conocedor del tema, o de los temas…, pero como digo, sigue diciendo: no nos podemos permitir el estar a estas alturas de las circunstancias, no nos podemos permitir estar buscando profesionales, contando con la situación y las fechas en las que nos encontramos, y menos aún con los datos que tenemos. Puede, continua, que como se dice por ahí tengamos una de las mejores sanidad del mundo, pero según de que…
El verdadero problema, es cuando los dirigentes empiezan a tomar decisiones malas, o cuando menos mal entendidas, o mal encauzadas, y que a fin de cuentas por buscar una tranquilidad y un sosiego en la ciudadanía, lo que logran es el efecto contrario.
Me explico, diciendo, que todo va bien, que todo va mejor, no se consigue nada; por ello este hombre está de acuerdo y yo con él, en que debe haber alguien que le pare los pies a los gobernantes, sean del color que sean, es decir, debe existir alguien, o algo, que en un momento dado sirva para decirles: que no va bien…, vamos alguien o algo que les hable claro, que les diga de una vez por todas que sino se hace de otra manera, esto en general se está gestionando mal. Y creo, que estoy de acuerdo con él… la verdadera realidad es que se está gestionando mal; pero, tanto de una lado como de los otros… todos, repito, todos, lo están gestionando fatal… y si no, a las pruebas, o los datos, me remito.
Esto, esta pandemia, el bicho, o como ustedes gusten en llamarlo, pero la verdad, es que cada vez tenemos más la certidumbre, que no se está gestionando bien, algo está fallando en esta insulsa gestión. En eso yo creo que todos estamos de acuerdo, pertenezcamos al bando que pertenezcamos, si es que pertenecemos a alguno; pero como digo, todos coincidimos en lo mismos: se está haciendo algo mal, no sabemos el que, pero algo está mal.
Las normas se aprueban de un día para otro, sin ton ni son; con lo que la inmensa mayoría de los mortales, tenemos la creencia de que se hacen al tumtum, se hacen con el solo deseo de agraviar al contrario. Las declaraciones televisivas o mediante comunicados, varían a cada instante, donde dije digo, ahora digo diego. En fin, tantas y tantas pistas nos dan, que no nos queda otra que pararnos a pensar en su lugar, y esto, amigo mío, es pésimo, esto es negativo a todas luces.
De otra parte, estamos asistiendo a una manada de ¿vividores?, si podríamos llamarlos así, cuando no, oportunistas, que aprovechando, como siempre, el mal común ellos se lucran, o cuando menos alcanzan renombre. No deberíamos dar lugar a ello. No deberíamos dejarlos brillar, si no es con luz propia, y nunca a nuestra costa.
Yo vuelvo por mis fueros, y aunque pertenezco, por las circunstancias, a uno de esos gremios mas afectados, vuelvo a repetir, que esta guerra es de salud frente a economía, ni mas ni menos. Y que ha llegado, acaso, tiempo atrás, de decir en que bando estamos cada uno. Si bien, tanto los horarios, como las medidas represivas que se están tomando, dañan a un sector muy concreto de nuestra economía, nos debemos parar a pensar que preferimos: si salir de ésta, o acabar con todo… pensémoslo, solamente pido eso, pensémoslo.
Es cierto y verdadero, que está dañando a una gran parte del país; es cierto y verdadero que está dañando a una parte económica más que atenazada ya de por sí; pero no es menos cierto que como dijo no recuerdo quién: “España se ha convertido en un país de camareros del mundo…” y esto es lo que nos debería hacer pensar, a lo mejor -y añado yo- solo a lo mejor, no es eso lo que deseamos para nuestro país, para nuestro futuro. Pero si lo deseamos, si pretendemos seguir luchando contra molinos, a lo mejor, o mejor dicho, a lo peor, solo estamos negando lo evidente, solo estamos desfasados.
Bueno, si bien se me ocurren muchas cosas más que contarles, no creo que sea el momento… Un abrazo, cómo no, cariñoso y por supuesto, VIRTUAL, (ya queda menos).
¡Ah! Y por favor, no lo olviden… INTERACTUEN…