EL VERBO PROSCRITO

         POLVOS QUE NUNCA SERÁN LODOS

JUAN JOSÉ CUENCA, ESCRITOR

Quizás no existan muchas cosas de las que nos apetezca presumir (entre otros motivos porque a lo peor no tenemos nada de que hacerlo), pero hay algo que es común en todos los mortales, algo que nos brota en el pecho inflándolo para pavonearnos y presumir de lo buenos que somos en la cama. Normalmente (y erróneamente) atribuimos el buen sexo a su duración. Nunca nos hemos llegado a poner de acuerdo en si es mejor un polvo rápido y salvaje, donde los ojos se te dan la vuelta y se tornan blancos o el sexo tranquilo, sensual y duradero. Ahora la ciencia nos desvela el tiempo exacto que debe durar el sexo para ser considerado bueno.

Seguro que más de una vez casi todos nos hemos preguntado cuánto tiempo debe durar la relación sexual para que sea ampliamente satisfactoria para las dos partes. El doctor Brendan Zietsch de la Universidad de Queensland llevó a la práctica un estudio con 500 parejas que fueron dotadas de un cronómetro. Se les pidió que lo pusiesen en marcha al comenzar el acto y que lo pararan al llegar el hombre al orgasmo. Así descubrió que el tiempo de seducción suele durar entre 33 segundos y 44 minutos, con una media de tiempo de 5,4 minutos. La verdad es que no parece mucho ni tampoco quiere decir que ese sea el parámetro que haya que seguir sí o sí para tener una relación sexual satisfactoria, pero sepan ustedes que ese mínimo tiempo puede considerarse dentro de la normalidad. Pero si es usted de esos que son capaces de estar bombeando y jugando durante horas, no pasa nada. Siempre que su pareja también lo aguante. Curiosamente esta investigación concluyó, además, que los hombres mayores no podían durar más que los jóvenes (algo que ya sospechábamos sin ningún tipo de estudio). El uso de condones o la circuncisión tampoco aumentaba el rendimiento.

Otro hallazgo que sorprendió en el estudio fue que las parejas mayores invertían menos tiempo en el sexo, su acto era más corto, al contrario de lo que se venía creyendo (probablemente esta idea era traficada por hombres mayores para alimentar su ego).

Asociamos sexo a duración y es un error. No se trata de batir ningún récord y sí de despertar emociones, sensaciones y chispas en los ojos. Siempre creímos que los más jóvenes, aquellos que comienzan a adentrarse en sus primeras experiencias sexuales a una edad más tierna, tenían un sexo más corto (por aquello de la fogosidad) y menos satisfactorio. Ahora este estudio nos revela que estábamos equivocados. Damos poca o ninguna importancia a los juegos preliminares que son una parte fundamental del sexo y solemos centrarnos en lo que es el coito propiamente dicho. La cantidad de tiempo invertido idóneo según la ciencia quizás nos sorprenda y nos haga respirar tranquilos a más de uno, pensando que todo este tiempo atrás nos hemos estado preocupando por nada. 5,4 minutos, señoras y señores. Quién lo diría. Aunque los habrá tan laboriosos que incluso necesitarán un descanso en mitad de la faena para reponer fuerzas y meterse en el cuerpo un tentempié, así mismo los hay que estarán pensando que les sobra tiempo con lo que dicta la ciencia. Luego depende de cada persona el saber elegir y reconocer que compañero/a de juegos sexuales es el que mejor se adapta a sus necesidades.

Los mitos en torno a la sexualidad, a la realización del acto sexual, son muchos y variados. A nosotros y a nadie más corresponde el experimentar para satisfacer nuestras necesidades más íntimas y recorrer el intenso y perturbador camino del sexo con los ojos como chiribitas.

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