R.E.F.
- El presunto autor de los delitos de hurto y estafa es varón de 22 años de edad, con antecedentes policiales
- La víctima había sido alojada durante una noche en el domicilio del detenido, echando en falta su cartera tras ser expulsado del mismo a la mañana siguiente
- La tarjeta sustraída fue utilizada durante un mes para realizar pequeñas compras en numerosos comercios, alcanzando una cifra total cercana a los 2.000 euros
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a un varón de 22 años de edad, con antecedentes policiales, como presunto autor de los delitos de hurto y estafa tras haberse apropiado de la tarjeta bancaria de un amigo, efectuando compras con ella en diversos establecimientos por una suma total cercana a los 2.000 euros. El detenido ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.
La víctima denunció los hechos unos meses antes
El denunciante y víctima de los hechos, un compatriota del presunto autor y de su misma edad, denunció en dependencias policiales la apropiación de su cartera a finales del mes de julio pasado. En ese momento declaró haber pasado una noche, a primeros del mes de junio, en casa de un amigo ubicada en un bajo de la barriada de la Chana, desconociendo el nombre de la calle. A la mañana siguiente, el amigo que le había dado cobijo durante la noche, le echó de la vivienda de forma inesperada y de malas formas. Una vez en la vía pública fue cuando advirtió que ya no tenía la cartera que habitualmente portaba, siendo el domicilio de su supuesto amigo el último lugar donde tenía conciencia de haberla visto. Tras insistir en numerosas ocasiones, preguntando al ahora detenido por la cartera, este siempre contestaba no saber nada con respecto al paradero de la misma. En su interior, además de una tarjeta bancaria, la víctima guardaba su tarjeta sanitaria y otros documentos personales.
Casi 2.000 euros en compras realizadas durante un mes
Pasado el tiempo y sobre mediados del mes de julio la víctima, que no tuvo la precaución de anular la tarjeta, se percató de que una persona desconocida había estado realizando compras con la tarjeta desaparecida en diferentes establecimientos de la ciudad desde mediados del mes de junio, todo ello por un importe total muy cercano a los 2.000 euros. Su sorpresa fue mayúscula, teniendo en cuenta que en la cartera no guardaba las claves asociadas que permitirían su uso.
A pesar de los pocos datos aportados por el denunciante la investigación policial consiguió identificar y localizar al presunto autor de los hechos, un nigeriano de 22 años con antecedentes policiales y al que le constaba un decreto de expulsión por encontrarse en situación de estancia irregular en nuestro país. Dicha persona fue detenida y ya ha sido puesta a disposición de la autoridad judicial.