Por, Domingo Aº López Fernández, Cronista Oficial de la Ciudad de Motril
La devoción y el fervor a la Patrona persisten en la Villa pese al Covid-19
Este año de 2020 es totalmente aciago en todos los niveles de la sociedad. Sectores económicos como el comercio, turismo, actividades económicas, educación…etc., se están viendo afectados negativamente por los efectos de la terrible pandemia que se cierne sobre el país. En verdad, desde marzo, el llamado Covid-19 ha trastocado los modos y formas de vida de los españoles muy a su pesar, aunque es lo que toca por cuestiones meramente científicas. A nivel religioso y en el plano comarcal igualmente se han tenido que dictar medidas de seguridad que impidan el contagio, lo que ha conllevado a la suspensión de numerosas fiestas de gran tradición en la costa granadina. Así ha ocurrido con la celebración de las fiestas marineras a Nuestra Señora del Carmen, las patronales de Almuñécar y Motril y las que están por venir, las de Nuestra Señora de las Angustias y la Divina Pastora de Capuchinos. Octubre inicia su mes con una celebración de gran raigambre en Salobreña como es la festividad a Nuestra Señora del Rosario, pero al igual que ha ocurrido con las mencionadas, este año la villa se ha visto obligada a suspender los actos públicos en su honor, de la misma forma que en el mes de julio lo tuvo que hacer con las fiestas a la Virgen del Carmen en el anejo de La Caleta. Es curioso, pero a pesar de lo que está cayendo, la devoción a la Virgen del Rosario no mengua y a diario se puede contemplar el fervor de los salobreñeros junto a la hornacina que custodia la imagen patronal en la calle del Rosario. La devoción es manifiesta y el tesón y esfuerzo de los lugareños está procurando que desde el pasado año se hayan realizado algunas actividades que pretenden proteger el señalado patrimonio artístico de la villa y su preservación en el tiempo.
En consonancia con lo señalado, en el mes de noviembre de 2019 era retirada la imagen de Nuestra Sª del Rosario de la “ermita” donde recibe culto público para proceder a su reparación. Dicha imagen no es la original que preside la iglesia parroquial sino la que anualmente se puede contemplar encabezando la ya bien reconocida “Romería del Sur”, celebración que tiene lugar el domingo más cercano a su onomástica. Un fervoroso devoto de la Virgen, Daniel López, afirma que desde que en los años cincuenta comenzasen las primeras romerías en honor a la Virgen han sido muy diversas las actividades conmemorativas en su honor e, incluso, itinerarios que marcaron historia tales como los que llevaron a la Patrona hasta el anejo de Lobres o la barriada de Las Caleta. Según afirma, en estos principios fue Patrimonio quien indicó que la imagen original de la Santísima Virgen, fechada en el siglo XVI, no podía estar expuesta a tantas horas de sol o en contacto con la humedad del mar y que había que preservarla para evitar su deterioro. Es por ello que en antiguas fotografías conservadas en la villa se puede contemplar un vehículo en el que se porta una imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa, hoy tristemente desaparecida junto a una pequeña imagen de la Virgen del Rosario original de los talleres de arte cristiano de Olot que pertenecía a una familia del pueblo que gentilmente la cedía para la romería.
El acrecentado fervor a la Virgen del Rosario y su arraigada devoción hace que en los inicios de los años noventa la Hermandad Patronal que por aquel entonces goza de una gran relevancia decida construir una pequeña “ermita” en la calle Rosario. El fin no es otro que dar culto público a una efigie bajo esta advocación que quede expuesta a la veneración de los fieles y que anualmente pudiese salir en el cortejo romero. Los vecinos de la calle Rosario y toda la villa en general se volcaron por completo en la compra de la imagen que finalmente se pudo adquirir en un taller sevillano del que se desconoce su maestro. Paralelamente se llevaron a cabo los trabajos de construcción de la “ermita” que pudieron ser costeados con donativos públicos y el trabajo de la propia hermandad patronal juntamente con la colaboración de la institución municipal. La “ermita” fue finalmente erigida en el año de 1992, siendo bendecida por el entonces querido y añorado párroco D. Francisco Lombardo, y con esta disposición la nueva imagen de la Virgen del Rosario haría su primera romería popular en aquel señalado año.
Desde aquella efeméride han transcurrido ya veintiocho salidas romeras que han provocado el lógico deterioro de la imagen. Las tórridas horas de sol a que estaba expuesta la imagen y la humedad propia del entorno movieron a un grupo de devotos a procurar su reparación pues se hacían muy palpables las fisuras en la madera, la falta de policromía y los repintes realizados con el transcurso del tiempo. Así pues, la talla de la Virgen volvió a ser retocada en la tierra donde fue concebida, Sevilla, y presentada a sus devotos el pasado día 15 de septiembre. La celebración eucarística tuvo lugar en la iglesia de San Juan Bautista y fue presidida por el sacerdote D. Jorge Nieto, cura párroco de la villa, quien hizo recalcar la acción de gracias por la llegada de la efigie a la vez que ofrecía la santa misa a los miembros de la hermandad fallecidos. Aprovechando que la presentación de la imagen coincidía con la festividad de los Dolores de María el párroco aludió en la homilía a su papel maternal en la vida del cristiano independientemente de la advocación que se trate. María es siempre madre pues así la entregó Jesús a todos a través del discípulo amado en el momento de la crucifixión y así se expuso en la lectura del día extraída del evangelio según San Juan (19,25-27).
Tras la solemne celebración de la santa misa varios fieles se acercaron a venerar la imagen guardando y cumpliendo en todo momento las medidas de seguridad establecidas para prevenir el contagio. Posteriormente, una vez llegada la efigie a la calle Rosario, fueron muchos los vecinos que la acompañaron con cirios encendidos, a la par que otros aplaudían públicamente desde puertas y ventanas con lágrimas en los ojos. Como emotiva anécdota se puede mencionar que una devota mujer contemplaba la imagen a la vez que murmuraba ¡Madre mía cuanta falta nos has hecho¡ Otro momento memorable fue alzar la imagen antes de posarla en su hornacina al grito de ¡Viva la Virgen del Rosario¡ vítor que fue secundado por todos los fieles presentes. Cabe destacar también que se han realizado una serie de mejoras en dicha hornacina para prevenir el deterioro de la imagen tales como la eliminación de humedades y posterior pintado interior y exterior. Así mismo, la colocación de un filtro protector que evita el impacto de la radiación solar ultravioleta sobre la imagen en un 90%, juntamente con un nuevo escudo para la peana de la Virgen.
Efectivamente este año no habrá fiestas patronales ni la tradicional procesión de alabanza por las tristes circunstancias de la pandemia, pero desde estas líneas podemos afirmar que la serie de actuaciones relatadas hablan por sí solas del fervor y la devoción a Nuestra Señora del Rosario en la villa de Salobreña. Solo resta destacar que desde el día 1 de octubre lucen en las calles del pueblo las balconeras encargadas por la hermandad con la efigie de la Virgen que recuerda su festividad. Asimismo, en el día de ayer se verificaba la ofrenda a la Patrona en la que se ha solicitado la entrega de una única flor y un donativo para familias necesitadas cuya recaudación será entregada a Cáritas Interparroquial.