R.E.F.
El Ayuntamiento y la asociación en Órgiva han hecho entrega del talón a los miembros de la Junta provincial de Granada
La solidaridad ha vuelto a hacerse eco en Órgiva gracias a la iniciativa llevada a cabo por el Ayuntamiento de Órgiva y la Junta Local de la Asociación contra el Cáncer del municipio. El alcalde, Raúl Orellana, acompañado por los miembros del equipo de gobierno y de los de la AECC, ha hecho entrega esta mañana al presidente de la Junta provincial de la asociación en Granada, José Javier García Montero, de la recaudación lograda en la actividad Caminando contra el cáncer. El talón, por valor de casi 4.000 euros, irá destinado a financiar proyectos de investigación que permitan un mejor diagnóstico y tratamiento del cáncer.
El acto de entrega del talón se ha llevado a cabo junto a la Fuente de las Tinajas de Órgiva. El alcalde de la localidad, Raúl Orellana, ha señalado que “en una situación tan complicada como la de ahora una vez más ha salido lo mejor de cada persona, como es el caso de los miembros de la Asociación Española contra el Cáncer y en la preparación de actividades conjuntamente con el Ayuntamiento. La marcha solidaria Caminando contra el cáncer es una de ellas, gracias a la que se ha podido aportar una cantidad de dinero para seguir cubriendo las necesidades de esta gran asociación”.
Por su parte, el presidente de la Junta provincial de la AECC en Granada, José Javier García Montero, ha destacado el gesto “especialmente en este año tan complicado, y que haya pueblos tan solidarios como Órgiva que todos los años se suma a cualquier actividad.” Y también la presidenta de la Junta Local de la Asociación contra el Cáncer de Órgiva, Celia Molina, ha agradecido “el gesto de las personas que colaboraron con la compra de las papeletas a pesar de no haberse celebrado finalmente el acto debido a la pandemia”.
Y es que la marcha solidaria Caminando contra el cáncer (con un recorrido por la ruta de los Olivos Centenarios) se iba a celebrar a mediados del pasado mes de marzo, pero tuvo que suspenderse tras decretarse el estado de alarma debido a la crisis sanitaria derivada del Covid-19, algo que no impidió que la gente comprara las tarjetas de participación que estaban a la venta aun sabiendo que no se iba a celebrar. Porque la solidaridad no tiene límites.