EL VERBO PROSCRITO

CUERNOS Y FANTASÍAS

JUAN JOSÉ CUENCA -Escritor-

Si nos detenemos a pensar en los amantes que tuvimos alguna vez, aquellos que fueron pero ya no son, en la mayoría de los casos lo hacemos sin pena ni gloria, como un episodio pasado que no merece ser recordado. Otras, quizás cuando nos entra morriña después de descubrir una foto largamente olvidada en el cajón del armario donde guardamos las cosas inservibles o descubrimos una carta que nunca tiramos porque siempre habrá tiempo y lugar, nos entra una especie de quemazón en el estómago y se nos acelera un poco el pulso. No lo nieguen: nos pasa a todos aunque sea muy de vez en cuando. Un olor, una canción que nos trae gratos recuerdos o un lugar que se visitó junto a alguien puede ser el detonante de un respingo nostálgico.

Cuando practicamos sexo también solemos fantasear con aquellos ex que en su momento nos brindaron un recuerdo maravilloso en la cama. La fantasía es libre y vuela en altas cotas que pueden dispararse al tocar el interruptor adecuado. Pues eso, según un estudio científico las mujeres fantasean más con sus ex parejas que los hombres. Y no es que los hombres no lo hagan, pero parece ser que en este caso las féminas ganan por goleada. Sorprendentemente seis de cada diez mujeres anhelan un encuentro sexual con su ex pareja.

Freud definió las fantasías sexuales como “representaciones no destinadas a ejecutarse” y, cómo no, tienen como tema principal las propias relaciones sexuales. Aunque pueden producirse voluntaria o involuntariamente en nuestra mente, no suelen comentarse con otras personas por vergüenza a pesar de ser bastantes comunes. Las fantasías sexuales comienzan en la pubertad y duran lo que duremos nosotros. A pesar de lo que se ha creído siempre, el varón no tiene porqué tener ni mayor actividad sexual ni, por consiguiente, más fantasías sexuales. Está probado que mujeres y hombres fantasean al mismo nivel, pero de diferente forma.

Cabe dentro de la normalidad que de vez en cuando nos preguntemos por nuestros ex e intentemos adivinar cómo de diferente habría sido nuestra vida si no hubiésemos dejado a esa persona. Para contentarnos, pensamos que si en su día dejamos esa relación era porque no funcionaba pero eso no evita que, en un momento dado, no pensemos en tener sexo con nuestro ex. Más mujeres que hombre sufren el llamado síndrome “el césped es más verde del otro lado”, en el que la comparación de su actual pareja con un amor del pasado es desfavorable. Todos estos datos se desprenden de una encuesta realizada en un portal de citas para gente casada de una web británica, entre mil personas. Esto no debería alarmarnos en principio y más aún cuando los datos provienen de un portal de citas que tiene como premisa promover la infidelidad, pero bien es cierto que un 56% de las mujeres dijeron haber tenido el mejor sexo de su vida en otra relación, frente al 29% de los hombres que dijeron lo mismo.

Aunque para consolarnos (los hombres, digo) hay que considerar que, al final, las mujeres tienden a buscar pareja estable y duradera no con aquél con quien ha tenido mejor sexo, sino que priorizan otros atributos más “sensatos” como el ser fiel o un buen padre, trabajador… Este hecho que las hace fantasear en el sexo con sus ex no entraña ningún peligro, siempre que no se pase a la acción.

Por otro lado la encuesta también revela que un 32% de las mujeres tendrían un encuentro con su ex pareja si ésta la contactara por Facebook, pero no se especifica si esas mujeres en cuestión tenían o no pareja en ese momento. Por el contrario, los hombres somos menos nostálgicos en lo relacionado con el sexo y nuestras ex parejas. Menos de la mitad (49%) confesaron haber pensado sexualmente en sus anteriores romances, frente a un 24% que sí regresaría a un antiguo amor.

Así, se podría deducir de todo este estudio que las mujeres (al menos la mayoría) fantasear fantasean más que los hombres, pero éstos últimos llevarán a cabo en un porcentaje más alto esa fantasía hasta el plano de la realidad.

Será que no nos conformamos con menos.

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