José Manuel González/EL FARO
· La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, adopta esta medida para contar con todos los dispositivos y recursos municipales para hacer frente al avance del COVID-19
· El decreto de activación del Plan recuerda a los empleados públicos municipales su deber de estar disponibles y localizables y que pueden ser adscritos a otros servicios esenciales
El Ayuntamiento de Motril ha activado el Plan de Emergencia Municipal (PEM), tras la declaración del estado de alarma en el país derivada de la epidemia del COVID-19 y ante la evolución de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el virus que se está produciendo en la ciudad. El objetivo de esta medida es reforzar la coordinación con otras administraciones, garantizar los servicios públicos y poner todos los dispositivos y recursos de la administración local para hacer frente al avance de la pandemia en el término municipal de Motril. El Plan integra varias áreas prioritarias entre las que se encuentran las Políticas Sociales y la atención en el área de Acción Social y la Seguridad Ciudadana y posibilita la utilización de medios materiales y humanos, públicos y privados, en la lucha contra el coronavirus.
La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, ha tomado la decisión de activar el plan de forma total, ya que la emergencia afecta a la totalidad del municipio, y en su nivel 2, que corresponde a aquellas emergencias que, previsiblemente, por su evolución o naturaleza, producirá daños considerables sobre personas. García Chamorro ha explicado que su decisión de activar el Plan de Emergencia responde a la voluntad del Ayuntamiento motrileño de aumentar los niveles de “previsión, planificación y prevención” ante la crisis. Además, la activación del PEM permitirá a los servicios de protección civil del Consistorio actuar rápida y eficazmente, al movilizar los recursos necesarios, tanto públicos como privados, y aplicar las medidas y procedimientos adecuados y coordinados ante la alerta sanitaria.
La dirección del Plan de Emergencia Municipal de Motril recae en la alcaldesa, a la que se habilita para activar los mecanismos y procedimientos de respuesta del Plan, dirigir y coordinar las actuaciones tendentes al control de la emergencia, adecuar la activación del Centro de Coordinación (CECOP) local, establecer objetivos y misiones prioritarias, solicitar los medios extraordinarios que fueran necesarios y determinar la información que debe darse a la población sobre las medidas de protección a tomar y pautas a seguir. La primera edil ha asegurado que la activación del PEM permitirá además “reforzar las directrices dadas por el propio Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Gobierno de España, adoptar aquellas medidas de urgencia que se requieran y dar una respuesta rápida a las situaciones de emergencia, además de establecer los órganos de mando, coordinación y comunicación”.
“Deber inexcusable” de los empleados públicos
Igualmente, el decreto de activación del Plan de Emergencia recuerda a todos los empleados públicos del Ayuntamiento motrileño su deber de estar disponibles y localizables para su integración en los servicios operativos del propio plan y que pueden ser adscritos a los grupos contra incendios y salvamento, seguridad, sanitario, apoyo logístico y Acción Social. Los empleados públicos quedan sujetos al régimen disciplinario por la omisión o incumplimiento de las instrucciones recibidas y la realización de sus funciones públicas cuando sean requeridos a tal fin se tipifica como un “deber inexcusable”.
El Plan de Emergencias Municipal, que ordena la planificación de las emergencias locales, permitirá concretar unos protocolos de seguridad que garanticen la salvaguarda de los ciudadanos. El PEM establece la coordinación de todos los cuerpos de seguridad locales (Policía Local, Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento y Protección Civil), así como la de otros servicios implicados que pudieran requerirse. En los últimos años, se ha activado el Plan durante las inundaciones en Varadero y Santa Adela, en diciembre de 2009, y durante las inundaciones en Carchuna-Calahonda, en noviembre de 2011.