Por, Domingo A. López Fernández, historiador y Cronista Oficial de la Ciudad de Motril
Fotos: EL FARO
Carmen María Muñoz Andrade pronuncia el pregón oficial de Semana Santa
La recién estrenada cuaresma ha vuelto a adelantar en la mañana de hoy, primer domingo del mes de marzo, la esencia de nuestra fiesta mayor, la Semana Santa, en el escogido escenario del Teatro Calderón. Era, desde luego, día de gala, y allí se han dado cita autoridades locales y militares junto a asociaciones de la ciudad pero, sobre todo, círculos cofrades y las juntas de gobierno que les representan para arropar a la pregonera que este año tiene el honor de cantar las excelencias de nuestra semana mayor, la motrileña Carmen María Muñoz Andrade. Si algo ha llamado la atención nada más acceder al patio de butacas ha sido, desde luego, la sencillez del ornato con respecto a años anteriores, pues sólo preside el escenario el estandarte de la Agrupación de Hermandades y Cofradías junto al escudo de la ciudad. El proscenio, igualmente, refleja la parquedad del decorado que ha pedido la pregonera, en el que destaca un friso de flores donde predomina el color blanco virginal de su centro y el iris morado de sus flancos. Ambos señalan el hondo sentimiento que prima en el día de hoy en la pregonera, el blanco mariano que ensalza a su Virgen del Mayor Dolor y a su también madre María Santísima de la Misericordia, y el morado de su titular, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Sencillez desde luego impuesta, pues solo su palabra es la que ha de protagonizar en el día el sentir espiritual de una mujer cofrade que vive y ha vivido la espiritualidad de la semana santa desde su más tierna infancia. Desde luego, tuya ha de ser la palabra.
El pregón oficial de Semana Santa de 2020 iniciaba su preámbulo con la intervención de la Asociación musical Mi bemol de Itrabo, cuya batuta dirige el músico Juan Hernández López y que ha impresionado por la juventud de sus miembros y la calidad de sus interpretaciones. Nacida en el año de 1995, cuenta ya con un amplio bagaje en señeras procesiones de semana santa y ha desplazado en el día de hoy a cuarenta y cinco de sus miembros para deleitar a los presentes con marchas procesionales de renombre tales como “Virgen del Valle”, “Coronación de la Macarena”, “Gran Poder”, A ti Manué” y “Pasan los campanilleros”. Contrastada calidad han mostrado desde luego todos sus miembros, aunque particularmente es digno de destacar el solo de trompeta que ha interpretado uno de sus jóvenes componentes, Pedro Antonio Martínez, que ha provocado el deleite del público presente.
Finalizada la actuación tomaba la palabra el consiliario de la Agrupación de Hermandades y cofradías de la ciudad, D. Alberto Sedano, quien recordó al público presente que nos encontramos en cuaresma y que por tanto es un tiempo de gracia en el que hemos de recibir el perdón de Dios y no olvidar que en cada “levantá” hemos de tener presentes a los que sufren, pues son portadores de un Cristo vivo. Sus últimas palabras fueron de aliento para el tiempo que pronto hemos de vivir y que espera que lo disfrutemos todos en cada estación de penitencia. A continuación, desde el atril, Macarena López Gómez agradecía a la pregonera que hubiera depositado en su persona el honor de hacer su presentación, aunque como bien dijo, Carmen María Muñoz no necesita de presentación alguna. De ella dijo que era una persona joven con una gran experiencia cofrade, sentimiento que le nace desde su cuna. Refirió igualmente como la pregonera iniciaba sus primeros pasos cofrades como nazarena en la cofradía del Perdón, aunque su satisfacción plena se cumple cuando viste el capillo negro y el hábito morado de su Cristo del Gran Poder. En su haber cuenta como mérito el ser la primera mujer en formar parte de la junta de gobierno de la hermandad y desempeñar fielmente el cargo de secretaria de la misma. En esencia cofrade ha hecho de todo, desde vestir a su Madre, María Santísima del Mayor Dolor, a ser patera de lujo bajo las trabajaderas del Cristo de la Fe, acompañar de mantilla a su Virgen de la Misericordia o actuar como presentadora del programa radiofónico Ser cofrade. Macarena López finalizaba su intervención afirmando que Carmen María Muñoz escribe un nuevo capítulo en su vida y que es seguro que su pregón “no dejará indiferente a nadie porqué su corazón es cofrade”.
De seguida Carmen María Muñoz accedía al atril para iniciar su canto con un recuerdo a su Patrona, la Virgen de la Cabeza, a quien definió como “blanca azucena y estrella de la mañana”, para a partir de aquí hacer un sentido recuerdo a todas las imágenes de pasión que reciben culto en la ciudad. Entrando de lleno en su discurso sus primeras frases fueron para recordar su cuna y los lazos familiares que le han inculcado su intensa fe. Es tiempo de cuaresma y nos esperan, dijo, “cuarenta días de plegaria y oración. Porque ante todo es tiempo de reflexión, de reconocer que somos pecadores, que tropezamos y erramos”. Tuvo igualmente un cálido recuerdo al inefable Cecilio Arcas cuando en el año de 1992 firmó junto a su entonces hermano mayor, Juan Manuel Jiménez, el hermanamiento de dos corporaciones que presiente han de seguir unidas para siempre, la Borriquita y su Cristo del Gran Poder. A partir de aquí hizo el recorrido espiritual que hace fuerte y sentida la semana santa motrileña. Comenzó por el Dios de los niños, aquel que con alegría y montado a lomos de un borrico abre los desfiles procesionales de la semana mayor. Continuó con el pasaje de Jesús Orante y Nuestra Señora de la Victoria “que siempre me ha pellizcado el corazón”, y el Cristo del Perdón, al que define en posesivo porque fue su primer cortejo procesional. Pero en la intensidad de su discurso afirmó que se sintió atrapada por el Señor del Gran Poder, aunque desde luego “ni el tiempo ni la distancia me han alejado del Preso del Carmen”. Asimismo aludió al Cristo de la Salud, imagen devota a quien de niña solía visitar con su abuela. “Ahí, en primera persona pude conocer al Señor de la Salud”. Por desgracia la cruda enfermedad que hace mella hoy en día también llegó a la familia, y ahí es donde comprendió que “donde termina la Salud, empieza a brillar el Consuelo. En ese momento reparé en la presencia de la Madre que está siempre junto a Él”. En este recorrido espiritual de advocaciones cristíferas se acercó al Jueves Santo y la llegada de Jesús al que conocen como “El Maestro”. Para ella “Jesús de Pasión es maestro en lo divino y en lo terreno”. Esperanza y Nazareno, Vera Cruz, Silencio, Santo Sepulcro, Yacente y Soledad engrandecen asimismo las estaciones de fe de un pueblo que recuerda con devoción la pasión y muerte de Cristo. No podía dejar de aludir a su Cristo del Gran Poder. Lo dejó para el último como solemne colofón a su discurso. Es su hermandad, en la que “descubrió que Dios vive en paz entre los muros de un convento nazareno”. Y con el rezo de un singular padrenuestro despedía su discurso dirigiéndose a su Cristo, que es su astro y su lucero.
Puede decirse que la pregonera del año 2020 ha lucido con voz propia en su discurso. El pregonero suele tener alma de poeta, pero aquí Carmen María ha trocado los versos por la fina sintaxis de unas frases que llegan al corazón y que enraízan en la fe de Cristo, esa misma que ha podido vivir desde su más tierna infancia. La emoción del discurso le ha procurado emocionarse en diversas fases del mismo, momento en el que el público asistente le ha procurado un cálido aplauso. Un acierto, sin duda su elección, pues en su canto esta joven cofrade ha dado muestras de su arraigada fe y de su intenso fervor cofrade, esencia viva del sentimiento que en la noche de cada miércoles santo despliega en su cortejo en cumplimiento de su penitencia.
Carmen María Muñoz finalizaba su pregón con un sonoro aplauso del público presente para recibir al momento las felicitaciones de los miembros representativos de las cofradías y de amigos y familiares. Aun así tuvo un pequeño inciso para relatar a EL FARO sus sentimientos al referir que “ahora que ha pasado todo me siento muy agradecida por que me hayan elegido como pregonera. Es todo un orgullo; me siento muy motrileña y hoy quería lanzar ese mensaje de que tenemos que amar a la ciudad y a la semana santa de nuestra tierra porque desde luego es una gran semana santa”.