LA CUARESMA ES MUCHO MÁS QUE UN PERIPLO CRISTIANO…
No hace falta ser católico, apostólico y romano, ni si quiera ser religioso o cofrade, o por el contrario ser agnóstico o ateo para darse cuenta que hoy el calendario marca el inicio de la Cuaresma, los preceptivos cuarenta días para alcanzar el Domingo de Ramos. Así pues -que diría el clásico- independientemente de sus creencias o tendencias, es bueno reflexionar sobre el movimiento semanasantero -cristiano y cofrade- que se palpa en la ciudad de Motril, y que sin duda alguna, arranca en esta jornada con mayor vehemencia.
En este punto, hemos de resaltar la labor que está desarrollando la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Motril que, con su Junta de Gobierno a la cabeza, ha revolucionado en muy poco tiempo las “formas” de una tradición arraigada en la que se miran y sienten muchas personas, pertenezcan o no al denominado mundo cofrade.
Pero antes de tocar el presente, hemos de echar la vista atrás para dar las gracias a todas las personas que, de una u otra manera, han pertenecido a esta institución, con sus aciertos y desaciertos -que de todo ha habido-, en la idea que trabajaron siempre desde la certeza de quien pone su mejor intención. Así que, sin filtro alguno, gracias infinitas a los que nos trajeron hasta aquí, trabajando en tiempos pretéritos en beneficio de la ciudad a través de la Semana Santa.
Hoy por hoy, hay un equipazo en la Agrupación trabajando duro, unido, fuerte y con cabeza -eso es innegable-, que además cuenta con el apoyo de las instituciones y de buena parte de la sociedad motrileña para engrandecer la Semana Santa motrileña. No hay más pretensiones -estoy convencido-, que dar rienda suelta a un sentimiento abierto a quien lo quiera coger, expresar, vivir y sumar. Motril debe asistir a este crecimiento aplaudiendo el esfuerzo de las mujeres y hombres de la Agrupación, y si toca, apoyar desde la sinceridad noble y realizar críticas constructivas. Que tire la primera piedra quien esté libre de culpa.
Los responsables del culto externo de las devociones cristianas en Motril -no olvidemos a las Juntas de Gobierno y Hermanos de las Hermandades y Cofradías- están desarrollando una labor impagable y, en el caso de la Agrupación, es evidente la cantidad de actos y acciones relevantes que se están ejecutando sin prisa, si pausa, con cabeza. Se ha cambiado el recorrido de Carrera Oficial para mayor realce de las manifestaciones públicas de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección -2020 será una Semana Santa distinta-, se han organizado con criterio las fechas de actos oficiales para llegar más a la ciudadanía, como es el caso del Pregón de la Semana Santa de Motril -próximo 1 de marzo-; se está involucrando a Hermandades no agrupadas, algunas de barrios emblemáticos de la ciudad para también hacerlos partícipes; y todo, con el apoyo del mundo cofrade y ciudadanos en general, no hay más que recordar la recién culminada segunda edición de FERIARCO, donde se ha batido récord de asistencia y participación cofrade y musical en el incomparable marco de la Fábrica del Pilar, que está llamado a ser un enclave cultural y museístico amparado en el reflejo fiel de aquel Motril azucarero que se nos marchó. Queda recuperar la herencia.
No hay que tener miedo a las novedades, a las ideas nuevas que parten de cofrades experimentados, quienes saben lo que hacen y cómo hacen. La fórmula es bien sencilla: compromiso, trabajo, mimo y cautela, sin falsos colchones ante una posible caída.
En este Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma, hemos de poner en valor que la Semana Santa motrileña se ha convertido en un referente cultural y turístico para la ciudad, en un reclamo que beneficia a todos, aunque algunos no lo quieran ver. Están en su derecho. Ahora bien, con los “espartos” presentes y conociendo nuestra idiosincrasia motrileña, vamos a darnos cuenta que estamos en un momento dulce gracias a la implicación de muchas personas que, a veces de forma anónima, se dejan la piel y su tiempo para que la cosecha sea fructífera y redunde en beneficio de la colectividad en todos los sentidos, recuerden: cultural, económico, social, turístico, etc… Negarlo -reitero- apelando a las creencias, sería equivocar el discurso. Tergiversar.
Se inicia la Cuaresma, vívala como usted quiera, como usted la entienda, libremente, pero no deje usted de entender que todo el movimiento que rodea a este periplo cristiano suma y mucho para una ciudad que necesita creer en sí misma, crecer en todos los ámbitos posibles, y la Semana Santa, señores, es una de las manifestaciones populares más grandes de Motril, con unos beneficios enormes, entre ellos, nuestra propia impronta como ciudad que respeta sus tradiciones, aunque usted no participe de ella. Respetable.
Desde la pluralidad, enhorabuena a todos los que hacen posible que Motril en Cuaresma y Semana Santa, sea mirada desde otros rincones de Andalucía y España como una ciudad referente que puede ser visitada por su grandeza cultural o turística. No hagamos del crecimiento de Motril departamentos estanco. La Cuaresma es mucho más que un periplo cristiano. Sume, no reste…. ¡Proponga…!