RELATOS DE LA HISTORIA DE MOTRIL

EL TRASLADADO DEL SANTO CRISTO DE PATAURA A MOTRIL EN EL SIGLO XVIII

Manolo Domínguez -Historiador-

La antigua alquería de Pataura situada junto la margen izquierda del río Guadalfeo a los pies de la cara oeste de los montes del Magdalite, casi frente a Lobres y junto al camino viejo que conducía de Motril a Salobreña, perteneció a la jurisdicción del concejo de Motril y fue incluida en las capitulaciones otorgadas por los Reyes Católicos tras la conquista de esta zona en 1489, nombrándose como alguacil al mudéjar Estudecay y con una población aproximada de unos 40 vecinos, unos 200 habitantes, a principios del siglo XVI.

Seguramente en los primeros años del dominio cristiano, debió habilitarse para el culto la antigua mezquita como ocurrió en el caso de Motril, para cuya primera parroquia, la de Santiago, se usó el edifico de la mezquita mayor musulmana; pero pronto fue necesario construir una iglesia en sustitución del edificio islámico.

De la construcción de la iglesia de Pataura se hizo cargo por mandato del arzobispo de Granada, el vicario motrileño Gonzalo Hernández de Herrera, iniciándose las obras sobre 1520 en el solar de la mezquita al norte de la población, bajo la traza del maestro alarife de Salobreña Francisco Fernández y el cuidado de Fernando el Bayzí, nuevo alguacil de la alquería nombrado por los reyes en 1518.

Apenas si nos han quedado documentos sobre esta iglesia, pero por algunos datos conocemos que se construyó con paramentos de ladrillo y cajón de mampostería al estilo mudéjar y constituida por una sola nave rectangular con capilla mayor incluida y apenas diferenciada, de unos modestos 20 metros de longitud por 7 de ancho aproximadamente, cubierta con armadura de madera de álamo, comprada por el vicario a los mudéjares Luis Alauxí y Juan Xarilí, también de tracería mudéjar de par hilera.

El exterior debió ser muy austero sin decoración ninguna y solamente la portada, situada en la fachada sur tenía portada de arco de medio punto y dos óculos para dar luz al interior del edifico. La torre campanario de planta cuadrada, tres cuerpos de alzada y tejado a cuatro aguas, se situaba junto al testero norte de la edificación.

De su interior tenemos escasos datos, sólo sabemos que poseía una única nave y cinco altares; el retablo de la capilla mayor fue costeado por el vicario Herrera y que se tenía una gran devoción a la imagen del Santísimo Cristo de Pataura, una antigua talla de gran calidad artística que, con su retablo y camarín, fue siempre reputada como una milagrosa, famosa y valiosísima obra de arte. Posiblemente la imagen debió ser encargada por el vicario Hernández de Herrera y desconocemos quien fue su escultor. Su pila de agua bautismal era de cerámica blanca.

La situación de Pataura provocó que se encontrase en una zona muy afectada por las continuas avenidas del río, lo que contribuyó a su ruina y despoblación. La habitaban unas 400 personas en 1560, tras la expulsión de los moriscos sus habitantes quedaron reducidos a la mitad, repoblándose con unos 230 moradores cristianos en 1574. Para 1752 sólo quedaban viviendo en la alquería unas 50 personas, aumentando temporalmente con otras 70 que venían a trabajar durante la zafra al ingenio situado al sur de ella.

En 1737 una gran avenida arrasa cientos de marjales en la vega de la alquería y produce daños en las casas y en la iglesia. De nuevo en 1778 otra enorme inundación destruye tierras y casas y penetra el agua dentro de la iglesia, causando cuantiosos daños en los altares y en la estructura del edificio. La mayor parte de los vecinos abandonan la alquería y quedan habitadas únicamente unas 7 casas. La iglesia se cierra y exclusivamente se abre los domingos para la misa.

El estado de casi ruina del edificio hace que el cabildo de la Iglesia Mayor de Motril decida trasladar en 1780 la imagen del Cristo de Pataura junto con su retablo y camarín a la parroquia motrileña, lo que ocasionó una fuerte polémica, ya que el presbítero Simón Hernández, capellán del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, pretendía que la sagrada efigie del Cristo se instalara en una capilla lateral de la iglesia del Cerro que, en opinión de los sacerdotes de la Iglesia Mayor, no reunía las condiciones necesarias ni las dimensiones para colocar el retablo y camarín de Pataura.


La Iglesia Mayor de Motril desde 1780, alojó la venerada imagen del Santo Cristo de Pataura…

La confrontación subió tanto de tono que al final tuvo que intervenir el arzobispo de Granada para zanjar la cuestión y ordenar como se debería hacer el traslado y la instalación de la Sagrada Imagen.

Vino el arzobispo a Motril y acompañado por el cabildo eclesiástico visitó la iglesia de Pataura el 20 de febrero de ese año de 1780, determinando definitivamente que el Cristo de Pataura, retablo y camarín se instalaran en la parroquia, ordenando a la Junta de Fábrica de la Iglesia que viesen el lugar más adecuado para su colocación.

Se examinaron todas las capillas de la Iglesia Mayor y se decidió colocarlo en una capilla que estaba sin uso y tapiada toda la luz de su arco de entrada, excepto una pequeña puerta para almacenar en ella objetos inservibles de la iglesia. Esta capilla estaba situada entre el Sagrario y la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, es decir la segunda capilla a la izquierda del Altar Mayor, que había sido capilla de las Animas y dedicada en la actualidad al Nazareno.

Para ello se derribaría la pared hasta el arco antiguo y se abriría la ventana que daba al callejón de la Sacristía que también estaba tapiada. La capilla indudablemente habría que repararla para que acogiese a la milagrosa, antigua y costosa talla del Cristo de Pataura.

Se encargó al maestro tallista Manuel Rejano, que ya había realizado el retablo de la capilla del Nazareno sobre 1767, que fuese la a iglesia de Pataura para desarmar el retablo y camarín que allí había, para después montarlo en Motril. Para las obras del acondicionamiento de la capilla se contrató al maestro albañil Juan de Alcántara.

Creemos que terminadas todas las reparaciones se trasladaría la antigua imagen de Santo Cristo a la nueva capilla, abandonando definitivamente la ruinosa iglesia de Pataura que había sido su casa seguramente desde las primeras décadas del siglo XVI. La iglesia de la antigua alquería fue derribada definidamente el 1796, trasladándose los pocos restos de altares que quedaban y el ara del altar mayor a la parroquia motrileña.

Durante el siglo XIX y principios del XX el Cristo de Pataura permaneció en la Iglesia Mayor y seguramente su imagen desapareció en los sucesos de la Guerra Civil.

Una curiosa historia sobre una de las imágenes religiosas que más devoción suscitó entre los habitantes de la desparecida Pataura y entre los motrileños de pasados siglos.

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