Expertos en alérgenos, el uso de drones, gestión del duelo o en TIC aplicadas a diferentes sectores, entre las especialidades que más reclamará el tejido empresarial
La delegada territorial de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo en Granada, Virginia Fernández, ha presentado ante un centenar de empresas, agentes sociales y económicos de la provincia las conclusiones del estudio ‘Encuentros Sectoriales: Potenciando el Binomio Formación-Empleo’, un diagnóstico realizado para detectar los perfiles profesionales que necesitarán las empresas granadinas a corto y medio plazo.
Según ha recordado la delegada, el estudio se inició el pasado mes de julio con el objetivo final de adecuar la oferta formativa de la Consejería de Empleo a las necesidades del mercado de trabajo granadino, conforme a la demanda actual de las empresas. Así, se crearon seis mesas de trabajo (agroalimentaria; transporte, comercio y logística; construcción; hostelería y turismo; servicios a la comunidad y tecnología y comunicaciones) compuestas por empresarios, asociaciones y agentes sociales significativos de cada sector, así como técnicos del Servicio Andaluz de Empleo y de la Delegación Territorial de Empleo. A la información puesta en común en dichas mesas, se añadieron en una segunda fase los datos recabados durante las entrevistas realizadas a 117 empresas de la provincia, escogidas en función de las áreas territoriales y del sector al que pertenecían.
Así pues, entre las conclusiones que arroja el estudio destacan la necesidad de formar a demandantes de empleo (o trabajadores en activo) en tareas concretas o técnicas específicas relacionadas con oficios tradicionales o novedosos como por ejemplo: deshuesador de jamones, expertos en gestión del duelo, esquiladores o encofradores. La formación en idiomas es una demanda común entre el tejido empresarial, que reclama un alto nivel de los más comunes (C1) y el manejo de otros idiomas cuyo conocimiento no es tan habitual entre los demandantes de empleo, como pueden ser el ruso, el chino o el japonés.
Según recoge el estudio, el empresariado granadino considera que las actividades que van a emerger en los próximos años y que, por lo tanto, requerirán unas necesidades de formación futura son, entre otras:
- En el sector agroalimentario: expertos en nutrición, industria saludable, trabajos forestales o en el uso de agua del mar para la agricultura. Este sector detecta necesidades de formación para guardeses, productos subtropicales, robótica o electromecánicos.
- En el sector comercio, transporte y logística: demandarán profesionales en transporte especializado, comercio electrónico o almacenamiento inteligente. Las empresas del sector necesitan trabajadores formados en comercio exterior, reparación de móviles, nuevos sistemas de pago, escaparatistas o perfiles más tradicionales como deshuesadores de jamón y floristas.
- En la construcción: prevén también la necesidad de perfiles expertos en construcción sostenible o el uso de drones. Actualmente, demandan formación para ferrallistas, encofradores, especialistas en gases fluorados, en el uso de drones o en prevención.
- En el sector de turismo y hostelería, pedirán expertos en TIC aplicadas al sector y en ‘turismo de experiencias’. Necesitan trabajadores formados en alérgenos, mantenimiento de maquinaria específica, nuevas técnicas de cocina o conocimientos de idiomas menos comunes.
- En servicios a la comunidad: se necesitarán especialistas en alumnado con necesidades especiales, turismo adaptado, entrenadores personales o TIC aplicadas a la dependencia. Las empresas demandan formación en técnicas de cuidado de personas con problemas de conducta, detección e intervención en casos de violencia a personas dependientes, lenguaje inclusivo o en gestión del duelo.
- En el sector de tecnología y comunicación: las empresas buscarán especialistas en robótica, inteligencia artificial o gestores de I+D+i. En la actualidad, necesitan trabajadores formados en instalaciones de fibra óptica, gestión comercial de páginas web, telecomunicaciones, tratamiento masivo de datos o en la Ley de Protección de Datos.
La delegada ha informado que, con las conclusiones de las ocho provincias, la Consejería de Empleo va diseñar la nueva programación formativa en base a la constitución de un grupo de trabajo en los servicios centrales. Ya se ha iniciado la fase de estudio, evaluación y análisis “para que la futura oferta formativa sea lo más acorde posible a las necesidades detectadas en cada sector y esté en consonancia con los principales requisitos del tejido económico provincial”. La labor de este grupo de trabajo de la Consejería se centrará en extraer todos los datos de las conclusiones de los informes provinciales para elaborar después un banco de proyectos formativos con el que poder comenzar con las licitaciones de los programas a principios de año.
Por su parte, el presidente de Cámara Granada, Gerardo Cuerva, ha felicitado a la Junta de Andalucía por una iniciativa que ha permitido trabajar juntos a sindicatos, empresas, administración y organizaciones empresariales en uno de los grandes retos que tiene la provincia que es contar con un sistema formativo que permita «generar empleo y desarrollo económico y social». En ese sentido, Cuerva ha apuntado a dos de los grandes desafíos en esta materia: concienciar a trabajadores y empresarios de que en el siglo XXI «la formación debe ser permanente en los entornos laborales» y reducir la brecha que hoy existe entre lo que se imparte en las aulas y las necesidades de las empresas «que hoy por hoy ya no están cubriendo un elevado porcentaje de sus puestos de trabajo por falta de formación».