El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos, ha mostrado “su preocupación” ante el elevado número de casas de apuestas y juegos que comienzan a proliferar en ciudades y pueblos andaluces. En este sentido, ha advertido que “si no se pone remedio estaremos ante un grave problema de salud pública como es la ludopatía”. Actualmente, la ludopatía está considerada como una enfermedad crónica, previo diagnóstico de los médicos.
Según el último informe de la Junta de Andalucía de 2018, las admisiones a tratamiento por juego patológico en centros públicos andaluces ha alcanzado su número más alto desde que empezaron a notificarse en 2003, con 1.083, de los que el 95% son hombres con una media de edad de 37 años, aunque un 1,5% son menores de edad. Los adictos al juego patológico suponen el 88,3% de las 1.226 admisiones a tratamiento por adicciones sin sustancia, 151 más que el año anterior, el 92,6% de ellos hombres.
Villalobos ha puesto el ejemplo de la provincia de Huelva, con 121 locales que albergan máquinas tragaperras y juegos de azar en su interior, es la que tiene más salones de juegos por habitantes de Andalucía, al contar con 31 por cada 100.000 habitantes a fecha de marzo de este año.
El presidente de la FAMP “ha invitado” a los ayuntamientos a incrementar los proyectos de prevención y de intervención comunitaria, especialmente los destinados a población infantil, adolescente y joven con el fin de fomentar hábitos de vida saludables y el buen uso de las nuevas tecnologías. Y, especialmente, evitar la cercanía con los centros escolares y de rehabilitación.
La petición de ubicar los salones de juegos en una posición alejada de los centros escolares fue llevada al Pleno del Parlamento de Andalucía el pasado 9 de octubre. El Grupo socialista realizó una proposición de ley con objeto de poner un límite a las salas de juegos y apuestas y prevenir el juego patológico que afecta a los jóvenes andaluces. La iniciativa, que contaba con el apoyo de Adelante Andalucía, fue tumbada por el Partido Popular, Ciudadanos y Vox.
Esta proposición pedía una modificación de la normativa que rige en Andalucía el juego y las apuestas: El texto recogía que “en ningún caso se otorgasen autorizaciones para instalar establecimientos específicos de juego a menos distancia de 500 metros de colegios públicos o privados, parques infantiles, lugares de ocio juvenil, polideportivos o estadios deportivos”.
Villalobos ha recordado que “la prevención de las adicciones se presumía como otra de las competencias que debía ostentar el Gobierno andaluz, en tanto que estaría obligado a promover diferentes campañas de concienciación en los jóvenes, con la consiguiente formación de las personas encargadas de asesorar a este colectivo”. En este sentido, ha pedido “sensibilidad” al Ejecutivo andaluz porque los alcaldes y alcaldesas estamos viendo que la “ludopatía” puede ser un grave problema de salud pública que afecte a la juventud.
La ludopatía es una alteración progresiva del comportamiento por la que el individuo siente una incontrolable necesidad de jugar, menospreciando cualquier consecuencia negativa. Se trata de una adicción donde no se consume ninguna sustancia, aunque a veces va acompañada de otras sustancias como tabaco, alcohol o drogas. Esta adicción genera una pérdida de control en la persona, además aparece la tolerancia, aumento de la conducta para obtener los efectos deseados e interfiere de forma grave en su vida cotidiana, a nivel familiar, social y laboral.