QUO VADIS GRANADA

Agustín Martínez -periodista-

“Quo vadis” es una expresión latina que significa «¿A dónde vas?» y que la tradición atribuye a San Pedro, cuando en medio de las persecuciones a los cristianos emprendidas por el Emperador Nerón en el año 64, Pedro escapa de Roma por la Vía Apia, pero en el camino se encuentra con Jesucristo que iba cargando una cruz. Al verlo, le pregunta: «¿Quo vadis Domine?» (¿A dónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»).

Sirva esta introducción para situarnos en el título de esta columna, en la que me pregunto ¿A dónde vas Granada?. Una pregunta de todo punto procedente, ante las diferentes situaciones por las que navega nuestra ciudad y nuestra provincia.

Desempleo, precariedad y desestructuración social, han llevado a convertir a nuestra provincia en el auténtico invernadero de la marihuana de Europa. Parados y familias con bajos ingresos se han lanzado al cultivo de la marihuana en pisos, naves, fincas y trasteros, para poder llegar a fin de mes. Un escenario que coloca a Granada a la cabeza de Europa en este lamentable ranking, solo por detrás de Turquía o Italia.

¿Quién no ha detectado el peculiar aroma de la maría en algunas zonas de la ciudad? ¿Quién no ha comentado sus sospechas sobre una posible plantación en su itinerario diario?. La cosa no es nueva, pero sin duda se ha agravado en los últimos tiempos.

Si tenemos en cuenta que 600 macetas suponen unos 30.000 euros por cosecha, o lo que es lo mismo 120.000 al año, tenemos la ecuación perfecta, para que en Granada muchas personas se hayan lanzado de hoz y coz al “apasionante” mundo del narcotráfico.

Baste decir que la Guardia Civil ha intervino durante 2018, un total de 123.000 plantaciones ilegales en la provincia, casi 10 toneladas de cogollos, más de 2500 kg de marihuana, lo que supone el 10% de la maría de todo el país, lo que se tradujo en que casi 500 personas fueran puestas a disposición judicial. En 106 de los 174 municipios de la provincia se produce cannabis, porque donde antes se cultivaba tabaco, ahora tenemos el gran negocio de la marihuana.

Solo en el mes de julio se incautaban 8000 plantas de maría en Granada; en septiembre se han intervenido 51 plantaciones en toda la provincia, en un mapa que recoge actuaciones en Pinos Puente, Castilléjar, Santa Fe, Cogollos Vega, Chauchina, Loja, Monachil, Valle del Zalabí, Sorvilán, El Valle, Murtas, Villamena, Vegas del Genil, Moraleda de Zafayona, Güéjar Sierra, Órgiva, Santa Fe, Granada, Láchar, Huétor Santillán, Atarfe, Pinos Genil, Cenes de La Vega, Deifontes, Peligros, Las Gabias, Fuente Vaqueros, Cijuela, Caniles, Cúllar Vega, Albolote y Dúrcal.

En estas intervenciones la Guardia Civil se incautó de casi seis mil plantas de cannabis y puso a disposición judicial a 62 personas por delitos contra la salud pública por cultivo de droga.

Esta situación ha despertado el interés de los medios de comunicación nacionales, que están dedicando, o van a dedicar espacios monográficos a este insólito panorama, que coloca a Granada en un escaparate que nunca debería ocupar como principal productora de marihuana en suelo nacional.

Dicen los expertos que la primera cosecha cubre los gastos y con la tercera ya se obtienen beneficios; teniendo en cuenta que solo hacen falta tres meses por cosecha, en poco más de seis meses ya se obtienen beneficios.

25 grados de temperatura, 15% de humedad, equipos de aire acondicionado, ventiladores, filtros, focos de calor y mucha, mucha electricidad, que se obtiene enganchándose ilegalmente a la red, son los únicos requisitos para este pingüe negocio, que ha colocado a Granada, como principal proveedora de marihuana para los mercados de media Europa.

El escaso reproche social que despierta esta actividad entre la ciudadanía, hace si cabe más difícil, la lucha contra esta realidad que provoca toda una serie de problemas a miles de familias, como es el caso de los constantes cortes de luz que han supuesto el reciente encierro de vecinos y entidades sociales de la zona norte de la capital, donde según datos de ENDESA, se defrauda más del 80 por ciento de la electricidad consumida.

La magnitud de estos datos ponen de manifiesto la importancia de un problema que hay que afrontar de inmediato y de forma integral. No basta con mirar hacia otro lado y restarle importancia a una realidad que está suponiendo un auténtico efecto llamada, para problemas que en muy poco tiempo, van a tener una muy difícil solución.

Que la marca Granada no sea ya solo la de una de las ciudades más hermosas del mundo, la de la sierra, la costa, la Alhambra, la ciudad universitaria, la de la investigación biosanitaria, sino que empiece a ser la de la meca europea de la marihuana, es un hecho extraordinariamente preocupante, porque la excelencia está reñida con todo lo que lleva aparejado el mundo de la droga.

Así que “¿Quo vadis Granada?”

Agustín Martínez -periodista-

La Voz de Granada

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