R.E.F.
Cada vez se va tomando más nivel e interés en las convocatorias que preparan estos amigos, en las que lo único que pretenden es engrandecer cada vez más, si cabe, el mundo de las Hermandades y Cofradías de la ciudad de Motril. La cita era para ayer noche en el Palacio Ruiz de Castro. La tertulia cofrade El Pertiguero, convocó a los medios de comunicación, cofrades, amigos y público en general para la tertulia de balance sobre la pasada Semana Santa. El grupo de contertulios prometía dar una “ponencia” sobre los pros y contras de la Semana Grande y así sucedió; la mesa estaba compuesta por Antonio J. Aguilera, ex vice hermano mayor del Nazareno. Jorge Berrio, Director de la Banda de Música El Carmen de Dúrcal. José Manuel Blanco, costalero. Alejandro García, costalero y Javier Salgado, Capataz.
La moderación sucedió a cargo del conocido cofrade, de la vecina localidad de Almuñécar, José Carlos Rodríguez; quien supo conducir de una manera magistral el debate de la noche ante una repleta sala. No quedó duda de que tenían ganas de hablar claro y no sólo los contertulios, sino también el público asistente que intervino, casi constantemente, en el desarrollo de la escaleta de temas. De una manera totalmente respetuosa y sin abandonar la seriedad y sensatez de los temas que se trataron, se fue desgranando todo lo que nuestra Semana Santa, y al frente de ella las Juntas de Gobierno de las Hermandades y Cofradías, deben ir realizando para ponerse a la altura que merecen estar. La crítica, totalmente lícita, se fue sucediendo en torno a costaleros, nazarenos, música, pero sobre todo a las Juntas de Gobierno. La noche, entre el público y los contertulios, fue hilvanando un ramillete de interrogantes que pasan por la necesidad de “ponerse las pilas”, dejarse de amiguismos y desidias para coger rumbo serio hacia un futuro responsable y prometedor de nuestra Semana Grande. La formación, cualificación y experiencia para estar al frente de una corporación, en líneas generales, brilla por su ausencia, a tenor de lo expuesto en la cita de un modo aparente. Quedó claro que la impronta que nos dejan algunos cortejos es el vivo retrato, ya sea positivo o negativo, de la Junta de Gobierno que preside la cofradía, según sea su capacidad y experiencia, así se verá reflejado. Se discrepó de una manera seria sobre los llamaos “cortijos”, que es como se conocen popularmente a las Juntas compuestas por cuatro amiguetes y a las que no pueden, o es casi imposible, acceder a ningún hermano que no sea de ese círculo. Muy criticada fue la ausencia de miembros de la Gestora de la Agrupación y de Hermanos Mayores de las distintas cofradías, aparentemente no gusta escuchar en qué se puede mejorar, ponerse al nivel de los tiempos que corren y una responsable ejecución de las obligaciones que el cargo tiene. Aunque se hicieron muy cortas y quedaron varios temas en el tintero, pero se podrían resumir las dos horas como una jornada de autocrítica dura, pero respetuosa y sensata, a todas luces. El Muñidor, A golpe de llamador, La Chicotá y Darío Ortega, fueron algunos de los medios de comunicación cofrades que asistieron a una jornada de convivencia que supo a poco ante el interés suscitado.