R.E.F.
Medio Ambiente ha introducido desde 2006 un total de 53 ejemplares en éste y otros espacios como Cazorla y Segura y las Villas
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha liberado hoy dos nuevos pollos de quebrantahuesos en el Parque Natural Sierra de Castril para afianzar el asentamiento de las poblaciones de esta especie en éste y otros espacios naturales próximos.
La delegada de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, que ha participado en la suelta junto a escolares y colectivos, ha destacado la importancia para el adecuado funcionamiento de los ecosistemas del quebrantahuesos, una especie que quedó extinguido en Andalucía en los años ochenta.
Oria ha recordado que estas aves carroñeras cumplen un papel primordial en el funcionamiento de las cadenas tróficas, ayudando a acelerar el proceso de retorno de nutrientes y energía al sistema, al tiempo que contribuyen a reducir el riesgo de epidemias por exposición a cadáveres de otros animales.
Incluida en el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófogas , aprobado por la Junta en 2011, el quebrantahuesos es el mayor de los “buitres” europeos, según ha destacado la delegada, quien ha precisado que entre 2006 y 2018 se han liberado entre los Parque Naturales de Cazorla, Segura y las Villas y Castril un total de 53 ejemplares.
Todos ellos equipados con transmisores GPS y procedentes de la reproducción en cautividad del Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP) del que forma parte el Centro de Cría de Guadalentín (Cazorla), gestionado por la Fundación Gypaetus y creado en diciembre de 1996 en el marco del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Junta de Andalucía. Con él se persigue reproducir esta especie en cautividad y formar un stock genético que asegure la supervivencia de las poblaciones europeas de esta rapaz y el éxito del programa andaluz de reintroducción.
De hecho, gracias a estos transmisores GPS, se conoce que 23 de los ejemplares liberados continúan vivos y emitiendo señales, 11 no emiten señal pero se tiene constancia de que están vivos, 15 han muerto, mientras que de los 4 restantes no se sabe nada al dejar de funcionar los aparatos que portaban y sus últimas localizaciones son de hace varios años, aunque no se descarta que sigan vivos porque recientemente se han observado algunos ejemplares no identificados.
El incremento de la supervivencia es condición indispensable para conseguir el asentamiento de una población reproductora. Después de la puesta en marcha de las actuaciones del Plan para la erradicación del uso del veneno en el Parque Natural de las Sierras de Castril, en 2011, ningún quebrantahuesos ha muerto envenenado en este espacio.