EL FARO
Durante un mes y medio, un rebaño de 597 ovejas de raza segureña, provenientes de El Fargue (Granada), pastarán en este espacio, de aproximadamente 50 hectáreas
La Alhambra vuelve a recuperar la actividad del pastoreo en el olivar de la Dehesa del Generalife. Desde hace más de 80 años, el ganado no transitaba por este espacio, situado en la parte más alta del Cerro del Sol, por encima de las Huertas medievales del Generalife, los Alijares y la Silla del Moro, y cercano a los restos arqueológicos del palacio de Dar al-Arusa.
Durante un mes y medio, un rebaño de 597 ovejas de raza segureña con cruce de murciana, de las cuales 10 son machos y el resto hembras, procedentes de la Alquería de El Fargue (Granada), pastan ya en esta superficie, de aproximadamente 50 hectáreas. Durante el tiempo que estén el territorio de la Alhambra, se le proporcionará al pastor agua y cobijo suficiente para el ganado.
La delegada del Gobierno de la Junta en Granada, Sandra García; el director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández; acompañado por la delegada de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, han presentado esta experiencia piloto, que se pone en marcha por segundo año consecutivo, junto al pastor que cuida del ganado, Francisco Plaza, que ha recorrido los 7 kilómetros que separan El Fargue de la Dehesa del Generalife junto al ganado a través de la Colada del Fargue, una histórica vía pecuaria deslindada y existente para tal fin.
Los representantes institucionales han valorado esta iniciativa y han reconocido que la práctica de la trashumancia “constituye en la actualidad un patrimonio vivo. El traslado de ganado de unas tierras a otras siguiendo los beneficios estacionales ha originado un rico patrimonio cultural y etnográfico”.
En este sentido, la delegada del Gobierno ha incidido en la importancia de “recuperar usos, costumbres y oficios que se están perdiendo y olvidando. Los ganaderos están haciendo una labor fundamental de prevención de incendios, evitando así tener que realizar las actuaciones de desbroce preventivo de incendios”.
Para finalizar, el responsable del Conjunto Monumental ha señalado que “la Alhambra es un paisaje cultural de altísimo valor. Los animales, la ganadería tuvieron una etapa intensa en la época zirí y beréber y en el reino nazarí. De hecho, en el Generalife, se encuentra la Puerta de los Carneros, donde se ubicaba el ganado del sultán”.
Tras su experiencia del pasado año, el pastor Francisco Plaza reconoce que “trabajar en la Dehesa del Generalife es una maravilla. Ya no se encuentran lugares como éste, tan ecológicos y sanos”. Espera volver el próximo otoño con sus ovejas.
Es la tercera generación de pastores y espera que su pequeño hijo de diez años siga sus pasos, aunque insiste en que como “con cualquier profesión, hay que tener vocación y pasión. El oficio de pastor es muy duro. Soportando frío, calor, lluvia… Pero siempre en contacto con la naturaleza”.
En un futuro, el Patronato de la Alhambra y Generalife también tiene previsto volver a utilizar los animales de carga (mulos) para determinados trabajos: labrado de tierras, porte de materiales de construcción en sitios no transitados por vehículos y la saca de material vegetal en zonas sin acceso a maquinaria.
El pasado 11 de abril de 2017, el Consejo de Ministros declaró la trashumancia patrimonio cultural inmaterial.