UNA IGLESIA PARA LA DESAPARECIDA ALQUERÍA DE PATAURA EN 1520
La antigua alquería de Pataura situada junto a la margen izquierda del río Guadalfeo a los pies de la cara oeste de los montes del Magdalite , casi frente a Lobres y junto al camino viejo que conducía de Motril a Salobreña, perteneció a la jurisdicción del concejo de Motril y fue incluida e n las capitulaciones otorgadas por los Reyes Católicos tras la conquista de esta zona en 1489, nombrándose como alguacil al mudéjar Estudecay y con una población aproximada de unos 40 vecinos, unos 200 habitantes, a principios del siglo XVI.
Seguramente en los primeros años del dominio cristiano, debió habilitarse para el culto la antigua mezquita como ocurrió en el caso de Motril, para cuya primera parroquia, la de Santiago, se usó el edifico de la mezquita mayor musulmana; pero pronto fue necesario construir una iglesia en sustitución del edificio islámico.
De la construcción de la iglesia de Pataura se hizo cargo por mandato del Arzobispo de Granada, el vicario motrileño Gonzalo Hernández de Herrera, iniciándose las obras sobre 1520 en el solar de la mezquita al norte de la población, bajo la traza del maestro alarife de Salobreña Francisco Fernández y el cuidado de Fernando el Bayzí, nuevo alguacil de la alquería nombrado por los reyes en 1518.
Apenas si nos han quedado documentos sobre esta iglesia pero por algunos datos sabemos que se construyó con paramentos de ladrillo y cajón de mampostería al estilo mudéjar y constituida por una sola nave rectangular con capilla mayor incluida y apenas diferenciada, de unos modestos 20 metros de longitud por 7 de ancho aproximadamente, cubierta con armadura de madera de álamo, comprada por el vicario a los mudéjares Luis Alauxí y Juan Xarilí, también de tracería mudéjar de par hilera.
El exterior debió ser muy austero sin decoración ninguna y solamente la portada, situada en la fachada sur tenía portada de arco de medio punto y dos óculos para dar luz al interior del edifico. La torre campanario de planta cuadrada, tres cuerpos de alzada y tejado a cuatro aguas, se situaba junto al testero norte de la edificación.
De su interior tenemos escasos datos, sólo sabemos que poseía una única nave y cinco altares; el retablo de la capilla mayor fue costeado por el vicario Herrera y que se tenía una gran devoción a la imagen del Santísimo Cristo de Pataura, una antigua talla que, con su retablo y camarín, fue siempre reputada como una milagrosa, famosa y valiosísima obra de arte. Su pila de agua bautismal era de cerámica blanca.
La situación de Pataura provocó que se encontrase en una zona muy afectada por las continuas avenidas del río, lo que contribuyó a su ruina y despoblación. La habitaban unas 400 personas en 1560, tras la expulsión de los moriscos sus habitantes quedaron reducidos a la mitad, repoblándose con unos 230 moradores en 1574. Para 1752 sólo quedaban viviendo en la alquería unas 50 personas, aumentando temporalmente con otras 70 que venían a trabajar durante la zafra al ingenio situado al sur de ella.
En 1737 una gran avenida arrasa cientos de marjales en la vega de la alquería y produce daños en las casas y en la iglesia. De nuevo en 1778 otra enorme inundación destruye tierras y casas y penetra el agua dentro de la iglesia, causando cuantiosos daños en los altares y en la estructura del edificio. La mayor parte de los vecinos abandonan la alquería y quedan habitadas únicamente unas 7 casas. La iglesia se cierra y exclusivamente se abre los domingos para la misa.
El estado de casi ruina del edificio hace que el cabildo de la Iglesia Mayor de Motril decida trasladar en 1780 la imagen del Cristo de Pataura junto con su retablo y camarín a la capilla de las Animas de la parroquia motrileña, encargando los trabajos de desarmar y armar el citado retablo y camarín al maestro tallista Manuel Rejano y al maestro de obras Juan de Alcántara.
Otra enorme riada ocurrida en 1790 la despobló finalmente, permaneciendo alguna casa habitada ocasionalmente como cortijo y la iglesia se cerró al culto definitivamente.
Para 1796 la iglesia estaba prácticamente en ruinas y servia refugio esporádico a vagabundos y delincuentes, el Arzobispado decidió desacralizarla y ordenar al maestro albañil Antonio Díaz Alcántara su total derribo, trasladándose los pocos restos de altares que quedaban y el ara del altar mayor a la iglesia de Motril.
En 1821 otra gran avenida destruyó lo que subsistía de las ruinas de las casas y del ingenio y en 1847 aún se podían ver los cimientos de la iglesia y los restos del cementerio, siendo definitivamente enterrados al ponerse en cultivo el solar que había ocupado la antigua alquería.
Durante la II Republica, trabajadores encargados de trabajos comunitarios para el arreglo de caminos descubrieron de nuevo la cimentación de la iglesia y algunas tumbas del camposanto que fueron de nuevo sepultadas por orden del Ayuntamiento motrileño, perdiéndose definitivamente la memoria de donde estaban situados.
En la actualidad nada podemos encontrar de aquella antigua población y de su iglesia, únicamente unos escasos documentos conservados en archivos que al menos guardan algo de la historia de Pataura que, según algunos antiguos cronistas, fue el origen de Motril.
Interesante resumen de lo que se sabe sobre Pataura,
Uno de los posibles orígenes de Motril.
Y de paso se alude a los montes de Magdalite, desde los que hay vistas excelentes de Motril.
Cierto, y todo gracias a nuestro articulista Manolo Domínguez. Gracias D. Julio. Saludos.