Un homenaje póstumo para que siempre quede en la memoria su trayectoria y su dedicación con varias generaciones de jóvenes almuñequeros
Así reza desde este sábado la placa situada en el umbral de la puerta de acceso a la Casa de la Juventud de Almuñécar tras ser descubierta por la alcaldesa, Trinidad Herrera, en presencia de la viuda de Pedro Torres Zurita.
Este era el momento que cerraba un emocionado y “muy especial” acto de homenaje póstumo a una persona “que entregó su vida a Almuñécar y a los jóvenes, ayudando así a mejorar la sociedad”, según manifestó previamente la alcaldesa en su intervención ante una salón de actos de la citada Casa de la Juventud llenó de familiares, compañeros y amigos.
Trinidad Herrera destacó de Pedro Torres que fue una persona “tocada con extraordinario don del compromiso y entrega a los demás”. Y añadió: “En su vertiente política, se mantuvo activo hasta el final de sus días; en su vertiente profesional y humana, siempre creyó y apostó por los jóvenes como el gran valor de la sociedad, a los que intentó conducir por los senderos firmes y seguros del deporte, el teatro y la constancia en el trabajo firme del futuro que algún día alcanzarían”, señaló.
“Hoy, que este centro lleve el nombre de Pedro Torres Zurita, no es por tanto fruto de ningún azar, sino de la gratitud de muchas generaciones de hombre y mujeres, que una vez tuvieron en él, no solamente al maestro, sino al compañero y amigo. Aquellos niños y jóvenes de entonces los recordarán y seguramente le dirán a sus hijos, con orgullo y nostalgia: este hombre fue mi maestro”, dijo la alcaldesa.
Y es que homenajeado y recordado Pedro Torres fue estuvo dedicado durante más de 40 años a la enseñanza, fue presidente del Club Baloncesto de Almuñécar, concejal de Ayuntamiento sexitano, delegado local de la OJE, donde formó la banda de cornetas y tambores, además dirigió varias obras de teatro y ayudó a Cáritas Parroquial”.
Con anterioridad a la alcaldesa, Trinidad Herrera, recordó y destacó la trayectoria profesional de Pedro Torres, la compañera de profesión y amiga, Natividad Chacón, quien comenzó manifestando que la propuesta de dar el nombre de la Casa de la Cultura “nunca pudo ser mejor porque toda su trayectoria estuvo vinculada a la jóvenes”.
Chacón recordó que Pedro Torres, y su esposa llegaron a Almuñécar en el curso 1967-1968. “En aquella fecha, solo había una agrupación escolar: Virgen de la Antigua. La mayoría de los maestros daban escuela por los numerosos locales que había repartidos por el municipio, asi como el colegio de San Miguel, en el barrio del Castillo. Pedro Torres llegó también a dar clases en el complejo de La Resina, en el paseo San Cristóbal. En el curso 75-76, se incorpora a su querido colegio de La Santa Cruz, compaginando la docencia con otras aficiones, donde siempre llegó a contar con el apoyo de su esposa doña Carmen, también maestra.