La solidaridad y el deporte se unen en esta apasionante experiencia: cruzar el Estrecho y luchar contra la pobreza bajo el lema ‘Brazadas Solidarias’.
Además de la dureza de la distancia que hay que completar, la zona es la de mayor tránsito de buques del mundo a lo que hay que sumar la presencia de fuertes corrientes por la unión del mar Mediterráneo con el océano Atlántico por lo que la dificultad es extrema.
Los tres nadadores motrileños, Antonio Jiménez Lamíquiz, Ricardo González Sabio y María Principal pertenecen al CD Clarín, y formarán parte de una expedición compuesta por ocho nadadores.
La prueba se disputará a partir del jueves, 6 de noviembre cuando las condiciones marítimas y climáticas lo permitan. Los nadadores llevan barcos de apoyo y están en contacto permanente con el centro de control marítimo de Tarifa. En línea recta hay 14 kilómetros, unas 8 millas náuticas, pero dependiendo de las corrientes, los nadadores tienen que completar una distancias de entre 18 y 22 kilómetros, ha comentado el Teniente Alcalde de Deportes motrileño, José García.
El objetivo de esta competición es recaudar fondos para dos proyectos solidarios que organiza la Fundación Vicente Ferrer, abastecer el banco de alimentos de pueblo Saharaui y construir un centro educativo de la localidad india de Anandapur. Para ello existe una página web de mecenazgo colectivo (http://www.migranodearena.org/es/reto/4668/cruce-del-estrecho-2014-rumbo-solidario/) y también se pueden adquirir toallas de microfibra para conseguir los fondos económicos para esta causa.
Por su parte, el delegado de la Fundación Vicente Ferrer en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Carmona, ha afirmado que se trata de una prueba deportiva con trasfondo solidario que se organiza con la intención de hacer un llamamiento a toda la población sobre las diferencias que existen entre las distintas zonas del planeta. Carmona también ha recordado que se trata de un homenaje a todas las personas que han muerto cruzando el Estrecho buscando un futuro mejor.
En este sentido, uno de los participantes, Antonio Jiménez Lamíquiz ha declarado que “está previsto que la temperatura del agua ronde los 14-16 grados, además, harán paradas cada treinta minutos para reponer líquidos pero muy breves “para evitar enfriamientos y leves hipotermias”. Además, ha destacado que la travesía tiene algún valor añadido como cruzarse con túnidos y cetáceos por ser la época de paso de estas especies.
Del mismo modo, otro de los nadadores que integra este proyecto solidario, Ricardo González ha comentado que “si bien la salinidad del agua ayuda a flotar, hay que tener en cuenta que las corrientes son muy fuertes en la zona y pueden perjudicar o beneficiar al deportista dependiendo del sentido y la intensidad que tengan”.
