Motril. PUBLIRREPORTAJE
En la estación de servicio Feriche- La Posta están de enhorabuena. Según una encuesta entre usuarios de gasolineras de la Costa, son los mejor valorados por servicio y atención al cliente. Para la empresa , la satisfacción es doble porque el liderazgo se lo otorgan sus propios clientes por segundo año consecutivo. En el estudio, que se realiza periódicamente en gasolineras de toda España, los usuarios les dan una valoración global cercana al sobresaliente, especialmente en rapidez, eficiencia y amabilidad. En la mayoría de los apartados superan en más de un punto a sus competidoras en la Costa y el grado de satisfacción de sus clientes está, y muy holgadamente, por encima de la media provincial.
Javier Feriche, administrador general de la estación de Feriche-La Posta, es la cuarta generación de una empresa familiar creada en los años cincuenta por Teresa Cazorla, un tiempo espinado para aventuras empresariales femeninas, que instaló el primero de aquellos antiguos y hermosos surtidores de manivela. A comienzos de los sesenta, y tras un tiempo en Guinea Ecuatorial, Rafael Feriche regresa con toda la familia a su ciudad natal y crea la gasolinera del centro. Fruto de aquel periplo africano es un pequeño chimpancé, la famosa «mona de Feriche», que hará las delicias de los usuarios y curiosos que se acercan al surtidor.
Lo sorprendente es que aquella gasolinera, además de la única de la ciudad durante un tiempo, fue también, cuando todavía tener un coche era algo extraordinario, la estación de servicio que más vendió en toda España durante varios años consecutivos.
En los setenta, se crea la estación de la avenida Enrique Martín Cuevas, su actual ubicación en la antigua carretera de Granada. Tras un cierre obligado por la apertura de nuevas vías de acceso a la capital, Francisco Feriche, la tercera generación, la reabre a final de la década de los ochenta. Instalan la primera máquina de lavado de Motril, amplían servicios y van labrando su buen nombre. Tras la defunción de éste, es su hijo Luis el que continúa la tradición dirigiendo el negocio con gran éxito. El secreto es el trato amable y familiar, la idea de que el cliente es lo más importante.
Que no te miren mal
«El usuario vuelve si se le presta un buen servicio» — dice seguro Javier Feriche—. Y detalla: «Que no llegue y le pongan mala cara, que no le miren mal porque solo echa 5 euros. Y cuando ha venido varias veces aprendemos su nombre y sabemos lo que quiere».
Al parecer, el grado de satisfacción es tan alto que hay comerciales que se desvían varios kilómetros para repostar en Feriche-La Posta . «Cuesta el mismo trabajo ser educado que maleducado —afirma el continuador de la saga familiar—. Es una pena que en muchos negocios se esté perdiendo la cercanía con el cliente, como si formaran parte de una cadena de montaje. Una cercanía que se consigue con buenas palabras, con un saludo, con una sonrisa».
Y para lograrlo, sus empleados son la pieza esencial. Una piña de personas amables y eficientes que vertebran su éxito en las encuestas, que consiguen que el cliente se marche satisfecho. Nuria, Fran, Eduardo, Jesús, Juan Carlos,… Los que están y los que han estado. «Son un gran equipo, —reconoce orgulloso— ellos ven el día a día, participan en algunas decisiones o les pedimos consejo. La mayoría se convierten en amigos».
Seguridad y precios
El cumplimiento de las normas de seguridad y medio ambiente es otro de los cimientos de esta empresa motrileña, a pesar de las protestas de algunos clientes. «Hay personas que no comprenden —dice el administrador general de la estación— los peligros de usar el teléfono móvil o de repostar con el motor encendido, gente a la que no le entra en la cabeza que no se puede echar gasolina en una botella de agua o que no pueden fumar. Se trata de la seguridad de todos».
En política de precios, y por primera vez, son más bajos que en Granada, y parece extinguirse la guerra de este verano entre las gasolineras de la zona. Y algo más: «La gente dice que las estaciones de marca somos más caras, y es cierto —afirma Javier Feriche—, pero también ofrecemos un producto de mayor calidad, que protege el motor, alarga la vida del vehículo y consume menos. A largo plazo, el cliente se ahorra mucho dinero. Además, no somos autoservicio.
«La calidad es nuestro trabajo.»