DOMINGO LÓPEZ FERNÁNDEZ
El domingo de resurrección culminaba en Motril el drama de la pasión de Cristo tras una semana intensa en la que la ciudad ha visto pasar por sus calles once cortejos penitenciales, algunos, por desgracia, no culminados en su integridad por causa del mal tiempo reinante.
A ellos hay que sumar dos procesiones que quedan al margen de la oficialidad que impone la Agrupación de Hermandades y Cofradías, concretamente la del Santísimo Cristo de Burgos que fue suspendida el sábado de pasión ante la lluvia que comenzaba a caer al mismo momento de su salida y la del Dulce Nombre de Jesús, que en la mañana del domingo completaba su itinerario aunque anticipando la hora de regreso a su templo. Este último cortejo ejemplariza un momento de gran significación para los cristianos como es el triunfo de la vida sobre la muerte en una iconografía que muestra al Hijo de Dios en su ascensión a los cielos.
La procesión del Dulce Nombre de Jesús se verificó por primera vez en Motril en el año 1990 rescatando una tradición de siglos que había quedado en desuso. En ese año la procesión salía a la calle con una imagen del Niño Jesús que cedía para la ocasión la parroquia alpujarreña de Válor, constituyendo así el origen de la cofradía que surge a sus expensas por iniciativa de la Asociación Motril Cofrade. Como nota a destacar hay que subrayar que su puesta en vigor ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía por resolución de fecha 16 de septiembre de 2003.
Tal como estaba anunciado, pasados unos minutos de las 12:00 hrs. del domingo, efectuaba su salida procesional la cofradía del Dulce Nombre de Jesús desde la puerta lateral del crucero de la iglesia de la Encarnación abriendo la marcha la cruz parroquial escoltada por dos ciriales. A continuación el estandarte de la cofradía seguido del párroco, D. José Albadalejo Hernández y una nutrida representación de jóvenes hermanos portando pequeños báculos. Tras ellos, el cuerpo de acólitos y los incensarios preceden al paso del Dulce Nombre de Jesús, que marcha escoltado por pateros en edad infantil. Este impresionante trono de Cristo ha sido diseñado en traza neobarroca con llamativos candelabros de guardabrisa y va portado en modalidad de trabajadera sevillana por su propio cuerpo de costaleros. Sobre la canastilla, la imagen titular, de 85 cns. de altura, obra del escultor cordobés Miguel Ángel González Jurado, que efectuó su primera salida procesional en 1992. Este año, como novedad, la efigie estrena una llamativa túnica de tisú de plata bordada en oro y seda que ha sido confeccionada en el reputado taller ciudadrealeño de Bordados Perales. Finalmente, cierra el cortejo la Banda de Música de San Juan Bautista de Nigüelas-Lecrín (Granada), que en la mañana volvía a interpretar sus marchas procesionales tras acompañar el sábado santo a la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. En todo su recorrido la procesión del Dulce Nombre de Jesús ha ido arropada por un multitudinario cortejo de niños que portan en sus manos campañas de barro que hacen tañer con reiteración en señal de júbilo por la Resurrección del Señor. Contrariamente a lo ocurrido en la salida, donde el cambio de hora verificado en la madrugada ha provocado cierta confusión, el encierro ha logrado congregar a un numeroso público en los alrededores de la plaza de España y todo el entorno de la iglesia Mayor.
El itinerario fijado para este año por la cofradía del Dulce Nombre de Jesús no ha variado con respecto al de años anteriores, pues partiendo desde la iglesia de la Encarnación ha transcurrido por Plaza de España, Romero Civantos, Plaza de Díaz Moreu, Catalanes, Jardinillos, Virgen del Valle, Plaza de las Palmeras, Emilio Moré, Plaza de Díaz Moreu, Romero Civantos, Plaza de España, para desde aquí proceder a su entrada en la iglesia. Precisamente la hora prevista para la clausura del cortejo estaba fijada para las 14:15 hrs., pero de nuevo la persistente amenaza de lluvia que se había cernido durante toda la mañana sobre Motril hizo acelerar el paso a la joven cuadrilla de costaleros, de forma que el trono de Cristo triunfante traspasaba el pórtico de la iglesia a las 13:45 hrs. de la tarde.