En el día de ayer pudimos comprobar cómo la ampliación del palacio de justicia ha servido para un nuevo cruce de críticas entre los dos grandes partidos.
De nuevo, los ciudadanos son testigos de otro episodio más del «y tú más».
Convergencia Andaluza quiere reprochar al partido popular su mala memoria. Ayer, nos desembarco la armada popular para reprender a la Junta de Andalucía su falta de acción al no llevar a cabo la comprometida ampliación del palacio de justicia de Motril. Ello es cierto, el Palacio de Justicia es una infraestructura que nació insuficiente y que a día de hoy no responde a las necesidades que demanda todo el partido judicial de Motril y Almuñécar.
Pero Convergencia Andaluza se pregunta, ¿Dónde están las reivindicaciones del Sr. Rojas de pedir la creación de un Juzgado específico para la violencia sobre la mujer?, ¿Dónde está la petición del Sr. Rojas de creación de un juzgado de lo contencioso-administrativo que evitara tener que ir a Granada para dirimir este tipo de conflictos?, ¿Cuántos documentos reivindicativos ha entregado el Sr. Rojas a la Ministra de Fomento?, ¿Dónde ha quedado aquel reivindicativo PP cuando de pedir al gobierno del Psoe se trataba?.
Al final, selectivamente, se utiliza lo que se considera un instrumento al servicio únicamente del desgaste del rival político y se deja de un lado los verdaderos intereses de la ciudad.
También a Convergencia Andaluza Motril nos parece hipócrita que por parte del Partido Popular se solicite una ampliación del Palacio de Justicia cuando la modificación de la ley orgánica del poder judicial que prepara el Sr. Gallardon, según la última redacción, se deduce que solo van a subsistir los juzgados en las capitales de provincia o que se vaya a privatizar los registros civiles.
¿Para qué pedir una ampliación del palacio de justicia si el PP se va a llevar los juzgados a Granada o va a retirar los registros civiles de la sede judicial?.
En definitiva los ciudadanos y ciudadanas de la costa asistimos a un nuevo cruce de reproches, para que todo siga igual. ¿Hasta cuándo?
