Parece ser que para el actual equipo de gobierno existen ciudadanos de primera, de segunda y de ínfima categoría, y lo más flagrante de todo esto es que «la vara de medir» depende de los votos emitidos en las últimas elecciones.
Así lo hace a juicio de Izquierda Unida, partido desde el que su representante, Daniela Paqué, se hace eco de «la falta de periódicos de prácticamente todas las bibliotecas municipales –a excepción de la Palma y la Rambla de Capuchinos- al igual que la ausencia de estos en los centros de Día». Este hecho «supone una nueva segmentación de la población motrileña, otro acto discriminatorio según el barrio al que se pertenezca».
La concejala de IU denuncia este hecho, según el cual «se dota de periódicos a solo dos bibliotecas de todas las que existen en la localidad, privando de la información a los usuarios del resto de bibliotecas diseminadas por los barrios más alejados del centro», según Paqué, «convirtiendo así a los vecinos y vecinas, como siempre, en vecinos de primera y vecinos de segunda».
Además las bibliotecas de los barrios se encuentran dotadas de forma insuficiente de materiales didácticos y de lectura y de programas de animación a la lectura. En concreto la de la calle Ancha padece graves deficiencias estructurales, así como malas condiciones de salubridad, como la existencia de plagas de cucarachas, lo que denota la falta de interés por estas instalaciones a pesar del servicio tan esencial que prestan.
Paqué considera una excusa barata la falta de fondos para suprimir la prensa ya que «un Ayuntamiento que puede permitirse el lujo de despilfarrar 2.000 euros en FITUR, feria en la que solo se vendió humo y que, por tanto, no valdrá de nada, tiene que ser capaz de hacer frente a la dotación periodística de todas las bibliotecas municipales y que todas sean tratadas por igual para que todos los vecinos y vecinas sientan que no existen categorías municipales para el reparto de derechos, como es el de poder acceder a la información y la cultura».
Según la edil de la formación de izquierdas este problema no es económico sino «de incapacidad de gestión manifiesta por acción u omisión por parte del equipo de gobierno motrileño, debido a que la concejalía de Educación es un barco a la deriva con un responsable político a tiempo parcial que no asume sus responsabilidades y a quien, que como premio, le ponemos al frente de Cultura».
Para finalizar Daniela Paqué afirma que «nos encontramos un área de Educación vaciada de proyectos que trabaja por inercia gracias al buen hacer de los trabajadores de ésta y un área de Cultura dedicada fundamentalmente a homenajes litúrgicos y elitistas, quedando de manifiesto su concepto mercantil de la Cultura y la Educación y como no sus añoranzas de tiempos pasados donde quedaban relegadas a unos pocos».