Nuestra dimisión será tomada en consideración por el próximo pleno del Ayuntamiento, que teóricamente se celebrará el día 22 de este mes. Hasta ese momento, seguimos siendo Concejales. Espero que la tramitación preceptiva permita que los dos compañeros que nos sustituyan puedan estar presentes ya en el Pleno de finales de Marzo.
La discusión en el seno de la Ejecutiva local fue rica, intensa. Se saldó, finalmente, sin necesidad de una votación formal, con un pronunciamiento expreso de todos los miembros del órgano político a favor del planteamiento que realicé. La idea motriz se entendió: nos vamos los de una generación, entran los de la generación siguiente. Hasta qué punto se asumió este postulado, que se pusieron encima de la mesa las renuncias al acta de Concejal de los números 3, 4 y 5 de la lista, a los que legalmente les correspondía entrar en el Ayuntamiento. Pepe López Cañete, Pilar Mingorance y Paco Liñán estuvieron totalmente de acuerdo en que había que dar paso a los jóvenes, en un gesto noble y desprendido que siempre recordaré, y que significó el apoyo definitivo de la Ejecutiva a mis planteamientos.
Y así, cuando las tramitaciones burocráticas terminen, serán los representantes de Canda en el Pleno municipal Inmaculada Gómez Lozano (35 años, casada, 3 hijos, Licenciada en Pedagogía, Técnica del CADE) y Salvador Alcalde (Ldo. en Derecho, 40 años, casado, una hija, abogado en ejercicio, doctorando en la Universidad de Granada, Profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia). Van a ser dos ediles estupendos. Tienen lo básico: gran preparación y muchas ganas. Lola y yo estaremos con ellos, durante los próximos meses, acompañándolos en sus primeros pasos, ayudándoles en lo que necesiten y nosotros podamos.
Cuando terminemos este proceso, abordaremos la renovación de la Ejecutiva Local de Canda. Si el/la siguiente Secretari@ General quiere, me gustaría estar en ella, ayudando en lo que pueda.
Esta mañana me han formulado, en varias ocasiones, la pregunta de si es que me retiro definitivamente de la política. He respondido que eso ocurrirá cuando me muera. Política es todo. Mientras, seguiré vinculado a la realización de todas aquellas acciones que, como ser humano, signifiquen la defensa de los valores en los que he creído toda mi vida. Lo que sí es seguro es que no volveré a ir en puestos de salida en listas municipales; si se me pide un apoyo, y manifestarlo mediante mi inclusión testimonial en puestos que claramente denoten que voy solamente para mostrar ese apoyo, no tendré ningún inconveniente en hacerlo. No volveré a ser Concejal.
Me encuentro orgulloso de la decisión adoptada, y sumamente agradecido a mis compañeros de partido, a su afecto hacia mí y a su comprensión. A Lola, una mujer extraordinaria, que ha antepuesto a sus propios intereses la lucha por sus ideales. A los miembros de la ejecutiva, que han dado un claro ejemplo de generosidad y visión de futuro. Hemos hecho lo que hemos creído mejor para el devenir de nuestra formación política y, consecuentemente, para Motril.
Ahora se harán valoraciones de todo tipo. No faltarán quienes no lo entiendan, quienes nos ataquen, y naturalmente, los que nos comprendan. No faltará la carroña: los que hasta ayer me criticaban por seguir estando en el Ayuntamiento después de tantos años, hoy criticarán ácidamente mi dimisión. Los demagogos que critican que nadie dimita, en mi verán que es una cobardía el hacerlo. He sabido, desde hace muchos años, que hagas lo que hagas, nunca estarán todos de acuerdo contigo. Con eso cuento. Y también con las críticas de aquellos que, haga lo que haga, nunca me reconocerán nada. A estos últimos les digo que, hoy, soy inmensamente feliz.
¡Ah!, y la dimisión del Papa no ha tenido nada que ver conmigo, ¿eh? Que seguro que hay quien me echa a mí la culpa.»