Despropósitos

CONCHA CASAS

Voy a los recortes de nuevo y de nuevo a los sanitarios. Parece que en esta inmensa partida de ajedrez, a nosotros, a los peones, nos quieren echar del tablero como sea, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

No hace mucho contaba como por no hacer un tac a tiempo, alguien se debate entre la vida y la muerte, con el intestino fuera e intentando superar una salvaje quimioterapia. Pues la historia vuelve a repetirse. Esta vez tras enviar a Adán (utilizo este nombre, cómo genérico, ha sido él pero podría ser cualquiera) a urgencias al Clínico, para que le hiciesen un tac y tras pasar allí seis horas, se volvió para su pueblo con un análisis de sangre y un electro. Su dolencia es de origen desconocido, pero con esas simples pruebas le diagnosticaron un ictus, le mandaron una aspirina diaria y el inspector se negó a darle la baja. Le dan crisis cada vez mas a menudo en las que cae fulminado al suelo y convulsiona.

Los médicos de cabecera de toda la vida o de atención primaria como los llaman ahora, se las ven y se las desean para velar por la salud de sus pacientes, los han atado de pies y manos.

Me contaban ayer que la guardia civil de tráfico, diremos presuntamente no vaya a ser, ha recibido la orden de multar a un número determinado de conductores al mes. Parece que hay que llenar las arcas como sea

Pues parece también que en los hospitales han reducido el número de determinadas pruebas a tanto para evitar el gasto. Ahora vas a urgencias y juegas a una lotería, si tienes suerte te toca y si no… si no quien sabe…

Para colmo de males la justicia ya no es ni universal ni gratuita ¿Quién en los tiempos que corren puede poner una demanda?

El mundo que conocíamos se está demorando, se hunde bajo nuestros pies, que no bajo los de ellos, que se reparten sobres en los que va el dinero de nuestra salud, nuestra justicia y nuestro bienestar.

En todas las historias, los malos antes o después acaban perdiendo, lo malo es la cantidad de inocentes que se lleven por el camino, porque si Adán muere ¿Quién va a ser el culpable, a quién pedirán responsabilidades los suyos?

Por eso decía al principio que hablar de despropósitos es nada o casi nada.

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, introduce tu comentario
Por favor, introduce tu nombre aquí