Luisa García Chamorro, acompañada por la responsable de Anejos, Concepción Abarca, ha asistido a las fiestas de Los Tablones 2012 que se despidió con un importante éxito de participación. La alcaldesa fue la responsable de pregonar estas fiestas a petición de los vecinos y la propia comisión de fiestas.
García Chamorro ha manifestado que “este año he recibido con gran satisfacción el encargo de realizar el pregón de estas Fiestas, por lo que agradezco a todos la gran oportunidad que me han brindado los vecinos y la comisión de fiestas para hablar de esta hermosa tierra impregnada de colorido y de alegría con motivo de sus fiestas en honor a San Antonio de Padua”.
La alcaldesa se mostró muy satisfecha por el gran desarrollo de las fiestas ya que según apuntó “son muy especiales ya que se trata de una festividad caracterizada por su arraigo y su tradición”.
El acto contó con la presencia de miembros del gobierno municipal, entre ellos los tenientes de alcalde de Gestión de infraestructuras y Acción Social, y presidencia y Cultura, Nicolás Navarro, Ángeles López Cano y Alfredo Ortega Tovar, así como las concejalas de Igualdad y Cooperación y Relación con los Ciudadanos, Inmaculada Torres y Teresa Morales de Pesca e Inmigración.
El Ayuntamiento de Motril también fue reconocido en estas fiestas con una placa entregada por los miembros de la comisión de fiestas a los ediles Alfredo Ortega Tovar y Nicolás Navarro en agradecimiento a su colaboración y el de sus áreas municipales para el buen desarrollo de las Fiestas de Los Tablones. Un reconocimiento que también se hizo a nuestra máxima autoridad la alcaldesa de Motril y a la concejala de Anejos, al igual que a la coordinadora del área de Anejos, Maria Ángeles González.
Luisa García Chamorro también asistió a la comida popular y a la tradicional procesión en honor a San Antonio de Padua, así como en la famosa subasta de roscas, curiosa tradición donde las haya, que consigue recaudar fondos para la organización de las fiestas en las que también contribuye el Ayuntamiento de Motril. Sin lugar a dudas fueron tres días especiales de tradición y convivencia entre los tabloneros y todo el término municipal, incluidos visitantes, que disfrutaron de las amabilidad y hospitalidad de este anejo motrileño.
