“Este es uno de esos acontecimientos únicos por los que merece la pena todo el esfuerzo y el trabajo”. Así iniciaba su discurso de apertura el concejal de cultura del Ayuntamiento de Salobreña, Antonio Rabaneda el pasado sábado durante el acto de inauguración del mirador y la escultura que la Villa ha dedicado al Enrique Morente, el primero que se le hace a este artista universal.
Su viuda, Aurora Carbonell, sus hijos, Estrella, Soleá y José Enrique, escuchaban emocionados las palabras que el concejal, en nombre de todo el pueblo, le dirigía al cantaor desde el impresionante enclave donde, desde ahora y para siempre, su figura contemplará uno de los paisajes más hermosos de la Costa y que, caprichos del destino, está situado también en un barrio de la Villa llamado Albaycin,
Y como agradecimiento a este gesto, los tres hermanos clausuraban horas más tarde y ante más de mil quinientas personas, el Festival Flamenco Lucero del Alba que este año celebra su cuadragésimo tercera edición, y donde se enmarcaba este homenaje.
Pero es que además, como recordaba Estrella en su intervención, la familia siempre han tenido una vinculación muy estrecha con Salobreña. “Mi padre era un enamorado del pueblo y en sus playas nos hemos bañado cuando eramos crios, disfrutando de su clima tropical, de sus frutos y de su gente..”
Y agradecía este reconocimiento a toda la Corporación municipal allí reunida y , presidida por el alcalde, Gonzalo Fernádez Pulido, quién se mostraba muy satisfecho y emocionado. “En este mirador Enrique mira hacia el infinito, mira hacia el mar, hacia la Vega, mira hacia el futuro. Porque siempre ha tenido una vinculación muy directa con Salobreña y lo hemos sentido en el corazón”.
Un homenaje que el alcalde dedicaba a toda la familia del cantaor y al pueblo de Salobreña y que finalizaba con el descubrimiento de una placa en uno de los muros del mirador, que también acoge una silueta metálica del busto de Morente, obra del artista Javier Arteta y diseñado por la viuda, Aurora Carbonell.
